Jin-Roh

Notable drama sobre los nuestros temores, dudas, acciones de las que nos arrepentimos... Mezcla un buen guión con una historia muy elabodara, obra de Mamoru Oshii sobre un hombre ve como una niña se inmola, pudiendo disparar antes de que esto ocurra, pero no haciéndolo, y casualmente conoce a la hermana de esta, y se enamora de ella. A veces puede parecer una historia lenta, pero no lo es. Es una pequeña joya desconocida del anime triste y hermosa. Cabe también destacar la hermosisima y delicada música de un compositor muy bueno, pero desconocido fuera de Japón, Hajime Mizoguchi. Muy recomendable.

Su único defecto destacable es la lentitud de la narración y el entramado político, quizás demasiado denso.

Pero suple estas pequeñas carencias con una genial animación, buenos personajes, inteligentes diálogos y un mensaje de fondo tan sombrío como brillante.
El cuento original sobre Caperucita esta soberbiamente entrelazado con la trama.

La historia en general es fantástica, pudiendo compararse (salvando las distancias geográficas) a las películas que se han hecho sobre el IRA u otros grupos armados.

Una gran película de animación, para los que les guste el anime y para los que no, el único requisito es un poco de paciencia.

Con un principio que no se porqué suena a deja vu (¿esas manifestaciones a nadie más le recuerdan a las de Akira?), comienza una lenta pero interesante película que indaga en los sentimientos de culpabilidad de alguien que comienza a sentirse como una simple herramienta asesina de su gobierno.
De aquí, la trama se adentra en una compleja trama política que sólo tiene cabida, comprensión y explicación si uno asimila las circunstancias que expone la película a su inicio. Es decir, el Japón en el que se desarrolla Jin-Roh no es real, sino uno que pertenece a un pasado alternativo, por lo que si uno no se entera al principio, puede darse por perdido. Aunque pueda sonar confusa, esta trama tambien es interesante, es más, da mucho más sentido a la historia que la misma culpabilidad del protagonista, de modo que incluso le presté más atención.
Así andando los laaargos minutos del film, llegamos finalmente a una conclusión, un desenlace, que sinceramente para mí hizo que valiera la pena haberla visto. No es solo otra presentación de la moraleja del cuento de Caperucita. No es solo otra declaración de que el hombre es un lobo para el hombre, y que debe devorar antes de que le devoren. Es una exposición de ese sentimiento (bastante arraigado entre los nipones, por lo que se) de pertenencia a un clan, a un grupo, a una entidad que te da razón de ser. Y todo esto, como digo, se encaja al final, cuando uno comienza a comprender el sentido de las cosas que han ido ocurriendo durante dos horas de metraje.
Para mí, esta es la gracia de Jin-Roh. Puede que sea larga, pero aunque lo parezca, no divaga. Todo tiene sentido, aunque se tome su tiempo en contarlo.
En cuanto a su calidad, no tiene una banda sonora que resalte, a diferencia de su dibujo, bastante bueno. Nada del típico anime de ojos desproporcionados. son dibujos tan serios sobrios como su historia.
Y en cuanto a los personajes, son su fuerte, pues son los pilares de su trama. Reflexivos, con secretos y buscando su lugar en una sociedad que ha dejado de gustarles hace mucho.

La película peca sobretodo de ser muy lenta, aunque la puesta en escena, una escena a mitad de metraje y la escena final intentan solucionar esto, la sensación general que se desprende del filme es la parsimonia. La salvan una buena dirección, un excelente dibujo y una historia, o cuanto menos su enfoque, original.

Estamos ante una película bien elaborada, con un argumento complejo y una animación excelente.

Lo que no me gusta es la gama de colores utilizadas, dado que la película siempre usa unos tonos muy apagados y las escenas de acción, aun siendo excelentes, no son llamativas.

Los entresijos de la historia, al tener tanto rollo burocrático y con política de por medio, se hace algo pesado de seguir. Parece haber una guerra civil, y 2 bandos enfrentados, ciudadanos y militares entrenados. La historia se centra en uno de esos soldados el cual queda traumatizado cuando una chica se inmola delante de él. Éste acaba conociendo a la hermana de esta chica, la cual termina en medio de la guerra entre ambos bandos y teniendo sentimientos hacia el protagonista.

Aunque todo está bien narrado, cuesta familiarizarse con los nombres de los personajes y con los apodos de las organizaciones, en todo momento dejando de trasfondo la historia de caperucita roja, lo cual, finalmente, termina pareciendo lo opuesto a lo que el espectador espera. Aunque sorprende, debo reconocer que la película es muy aburrida y el protagonista no tiene carisma ninguno, parece un robot.

Lo mejor: la animación es una maravilla.
Lo peor: se hace pesada, aburrida y por momentos difícil de llevar.