Tierra de sangre

18 años después de ser torturado durante 31 días, el ahora diputado que protagoniza Chiwetel Ejiofor tiene la oportunidad de resarcirse ante uno de sus torturadores en la Comisión de la Verdad y la Reconciliación de Sudáfrica. Para ello cuenta con una abogada protagonizada por Hilary Swank, que está afincada en Nueva York porque huyó de su país de origen al mantener relaciones con personas de color y ser encarcelada.
No se trata de una historia verídica pero aporta mucha luz en lo que ha debido ser el cambio político y social protagonizado en el país más alejado de África. Tiene frases muy veraces y unas actuaciones competentes. Tom Hooper no muestra aquí su personalidad, a veces brillantes a veces inoportunas, pero si un buen pulso narrativo.
La vi hace 10 años y esta segunda vez me ha vuelto a gustar. !Que bien!

Frase para el recuerdo que resume el pensamiento de reaccionario jefe de policia: - Aquello era una guerra y "ellos" ganaron.

Bastante insignificante película con toda la pinta de telefilm de sobremesa capitaneado por la "star" Hillary Swank, centrado en un manido caso de racismo en la poco ocurrente nación de Sudáfrica.
Digamos que eficiente, supongamos que salvable, afirmemos que olvidable, además de bastante aburrida pues su desarrollo es casi exclusivo en una sala de juicios.

No conocía estos tipos de juicios de amnistía en Sudáfrica y ha sido interesante conocer estos sucesos integrados en una historia bastante bien construída y entretenida.

Ante las críticas que la tildan de anódina e insignificante, no estoy de acuerdo, y si se parece a un film de sobremesa, puede ser pero no tengo nada en contra de ello, no todo ha de ser grandioso para gustar.

Bien Hilary Swank.

La verdad es que película tan duras sobre hechos reales no me agradan del todo, me parece que no es cine, que es otra cosa. En este, desde luego se consigue lo que se quiere. Enseñar qué era la comisión de la verdad, cómo funcionaba y qué consecuencias tenía. La verdad es que viéndola y comprendiendo qué ha pasado en este país con la ETA se hace muy difícil que se asumiese una consecuencia ni medio parecida. Lo que ocurre es que la dimensión del problema allí era de tal magnitud, tan enorme, tan descomunal que quizá no se hubiera podido implementar otra consecuencia, otro mecanismo de reconciliación.
Hay algo de catartico en el dolor, y, sobre todo, en el perdón. Y también el torturador es una víctima de todo el sistema de represión y dolor. Es algo muy complejo, difícil de articular en un discurso aislado de la vivencia de aquellos años.
En general es una buena película, pero los actores son un poco inapropiados, sobre todo Hilary, que no me acaba de convencer.

Los Humanos repetimos el mismo dolor una y otra vez, dramas como lo mostrado están vivos en Colombia. Se necesita mucho valor para llegar a producir, realizar y actuar en este tipo de cine.

Lo recomiendo como película y documento vivo.