Dead Mine

Esta película es el resultado de una combinación de los subgéneros de cuevas con sorpresa biológica maligna y filmes de nazis u otros seres sobrenaturales, tan prolíficos en estos últimos años con la serie de "Dead Snow", la trilogía "Outpost", de la que calca toda su ambientación, e incluso "Devil's pass", con algún toque de "The descent" y de "Cavernas Fantasmas", por eso de los habitantes de las cavernas. Pero todo ello pasado por su adaptación a la Guerra del Pacífico, los millares de islas indonesias y los temibles e inhumanos científicos japoneses.

El filme es simplón, básico, con unos personajes prototípicos (el rico egoista y su novia aún más mala, los soldados secundarios sin nombre que sabes que van a morir y que tienes que acertar su orden, el héroe occidental, la científico que te lo cuenta todo y el militar apesadumbrado), unas situaciones demasiado vistas y previsibles junto a una ambientación que pasa alegremente de mina a bunker y de bunker a cueva y vuelta a empezar. Los seres sobrenaturales, una especie de samurais a lo Jason de Viernes 13, son la guinda de este exótico y tópico pastel. El problema es que es un pastel no de pastelero, sino de panificadora industrial, un pastel de oferta en una cadena de supermercados a bajo precio, esto es, un producto comestible pero muy alejado de la excelencia. Cumple su fin pero no esperes mucho más. Haciendo un símil con los licores, sería de garrafón.

Pues yo me he divertido con la película. Unos fulanos en busca de un tesoro o algo así (un grupo atípico donde los haya por cierto), se refugian en una cueva huyendo de la guerrilla local (la acción tiene lugar en Borneo, Java o yo que sé). Y dentro de la cueva se encuentran con un grupo de japos que todavía se creen que están en guerra. Pero en esa cueva hay más, mucha mas gente: los mutógenos buenos, los mutógenos de serie B , los super mutógenos y finalmente, los neomutógenos.
Y bueno, en medio de toda esta zarzuela, actuaciones flojicas e inconsistencias por doquier pero aun así, a mi me ha entretenido.

No me vale que algunos se amparen en la simpleza de guión, personajes, situaciones y/o bajo presupuesto para valorar positivamente una película.
Sí me vale que esa película carezca de pretenciosidad o seriedad argumental, entonces pueden surgir unas risas, un ohhh de sorpresa, incluso pueden mostrarse atisbos de seria complicidad cinéfila.
Es el caso de muchos productos que afloran todos los años y que, sin tener mayor relevancia -salvando muy dignos trabajos- que otras producciones de directores consagrados o presupuestos de dimensiones bíblicas, aglutinan una serie de características capaces de hipnotizar al más ávido de los llámados cinéfilos.

Por desgracia no hablamos de esta producción, una cinta tan pobre en su intenciones como engañosa en sus pretensiones finales.

Como cinéfago devorador de pelis "malas" si hay algo que valoro por encima de todo es la originalidad y la falta de pretensiones. No tiene nada que ver con el resto del cine que me encanta, me muero por ver mañana El gran Gatsby y fliparlo a lo bestia. Pero cuando selecciono una peli para pasar el rato, sin complicaciones, rara vez me llevo una sorpresa. En este caso me la llevé. Porque me encanta que la gente dirija hora y media de película rollo aventurero con un puñado de actores regularcillos, unos efectos especiales bastante del montón y una historia que no pretende optar a ningún premio al mejor guión de manera divertida, entretenida, estirando unos recursos pobretones y no aburriendo en ni un solo momento. Y eso es básicamente Dead Mine, cinta indonesia en la que un estúpido hijo de papá busca tesoros, diametralmente opuesto al héroe tipo Indiana, contrata a un grupo de militares para buscar un tesoro en mitad de la selva en unos túneles de la Segunda Guerra Mundial utilizados por la armada imperial para experimentos biológicos con humanos y se encuentra con unas criaturas chungas olvidadas durante décadas en la isla de Unauna.
Pues eso, para pasar un buen rato, palomitero, disfrutable y olvidable a partes iguales.
Lo mejor: Los títulos de crédito y una banda sonora sorprendentemente redonda. Reminiscencias de películas de aventuras tan dispares como Congo, La momia, The descent y El valle de Gwangi y la clara influencia de Dead snow. Miki Mizuno poniendo la nota de seriedad. Carmen Soo, preciosa. Su estética, escenarios, maquillaje y vestuario, entre videojuego y clip de Mónica Naranjo.
Lo peor: Todos los defectos esperables, aunque encarados bastante decentemente.
Con una buena promoción podría ser un bombazo, lo tiene todo.
¿Género: Samuráis?