Cazador de recompensas

- No voy donde pueda mandar una bala.
- El dinero nunca sobra, nunca sobra, nunca...
- Desde que llegó usted a la ciudad, hay diez personas menos, ha descendido el promedio de vida tres años.
Terence Hill, Charles Dance y Machete por aquí aparecen.
Muy Sergio Leone, con un viejo sacado de... ¿La muerte tenía un precio? y un protagonista totalmente anti héroe la moral de una sierpe, nada le importa la vida humana ni el bien en la tierra, solo el dinero, su única ética es su propio beneficio solipsismo autismo individualismo.
Sancho (Gracia) teñido haciendo el indio el ridículo amore mío, (Fernando) Sancho siempre malvado villano perruno asolando.
Es mucho mejor de lo esperado, prácticamente buena, seca, con cierta gracia y coherencia, sin concesiones ni mierdas miserias tibiezas, la protagoniza Eastwood y la rivaliza Van Cleef e inmediata obra maestra.
Tretas, picarescas, matufias, encerronas, triquiñuelas, embrollos, meollos, retruécanos, reticencias, diligencias, caballería, emboscadas, barrabasadas, traiciones, planes ferpectos, amores a tumba abierta (él no, faltaría menos, es una máquina soltera, jinete pálido de profundas solitarias raíces), cajas fuertes, me enveneno de azules, niños en peligro, tortazos, hostias, pistolas, escopetas...

Correcto y discreto Spaghetti Western dirigido por Tonino Valerii, en un relato típico de venganza, protagonizado por un cazador de recompensas que busca algo más que llenar sus bolsillos.

La película tiene un esquema argumental que peca de sencillo y que no deja espacio para grandes novedades. Cuenta con el héroe habitual de la función, cuyos movimientos y estrategias rozan la perfección, restando interés al desarrollo de la trama.

Cuenta con una banda sonora acertada para este tipo de producto italiano, pero que no llega a ser memorable. Algo que también ocurre con las interpretaciones y enfrentamientos a mano armada de la película. Hay armas, disparos, polvo, arena, pero todo demasiado embarullado.

Cazador de recompensas se convierte en un pequeño ejemplo Spaghetti Western prescindible, como muchos de los que salieron en pleno auge del género. Dejará satisfechos a todos los que tengan ganas de ver un producto sencillo y pasajero, donde las balas vuelen de un lado a otro.

Western mediterráneo que sigue, a considerable distancia, la estela del gran Sergio Leone.
Se trata de una mezcla en la que interviene fundamentalmente "La muerte tenia un precio" (1965), el banco que asaltan es exactamente el mismo que el de este cazarrecompensas, Hank Fellows (Hill), tal como ocurre con la famosa rambla del desierto almeriense de Tabernas. Pero también "Por un puñado de dólares" (1964) con su viejito enterrador Piripero que se da un aire aquí con el ex cabo Jefferson (Galadini), el malvado Gus Kennebeck (Martin) quiere semejarse a Ramón Rojo (Volonté), lo mismo que a Hank le gustaría parecerse a Eastwood, "Yo nunca voy donde puedo mandar una bala".
Trama típica de "Cazador de recompensas" desarrollada con un guion potable y una dirección que trata desesperadamente de seguir al maestro, pero con unos mimbres muy modestos. Correcta ambientación, personajes regularmente trazados e interpretaciones flojas, sobre todo Hill que resulta demasiado taciturno.
La cinta tiene un arranque prometedor, con una presentación de aire pop, una música que trata igualmente de semejarse a la de Morricone, contraluces y demás. Un asalto con un excelente tiroteo y caras conocidas como la del "mexicano" Fernando Sancho.
Pero el ritmo pronto decae al llegar a Omaha City con líos de banqueros, recompensas, nuevos envíos de dinero, garantías, raptos y demás. Menos mal que al final se recupera un poco el pulso en las escenas de acción.
En lo sentimental un apresurado escarceo amoroso de otro conocido Sancho Gracia con Diana Martín, o las bofetadas que sin contemplaciones le suelta Gus a la madre de su hijo, Isabelle (Rasimov). Penoso, ni uno ni otras pegan nada.
La película resulta interesante si no se tienen demasiadas expectativas. No está tan mal como muestran nuestros compañeros. Sugerimos verla buscando similitudes con las citadas de Sergio Leone. Total, se estrenó uno y dos años después de las del maestro.

Muy irregular western spaguetti realizada por Tonino Valerii, autor de estimables obras como "El día de la ira".
Aquí podría haber llegado tan lejos como en el referido título pero, según pasan los minutos, va perdiendo fuelle, hasta llegar a ser, en su conjunto, mediocre.
Y es una pena pues comienza francamente bien, con un enfrentamiento con una banda de mejicanos, comandado por un desalmado a quien encarna con su acostumbrado oficio Fernando Sancho. Y sigue más o menos bien, sobre todo porque los diálogos son cortos y buenos, yendo al grano y con fina ironía.
Sin embargo, cuando entra en liza "el malo de la película", el hombre que asesinó al hermano del protagonista años atrás, la película entra en una especie de tierra de nadie, narrada lentamente, que hace que se pierda mucha parte del interés que había logrado su esperanzador comienzo.
Una pena, sí, pues había mimbres para haber logrado una estimable película, y al final se queda en mediocre, aunque aceptable en líneas generales pues la puesta en escena de Valerii está bien, con un sabio empleo del Techniscope, una preciosa fotografía, y una bonita banda sonora, bien empleada en todo momento.
El flojo guión chafa las posibilidades que se atisbaban en un primer momento.

http://filmsencajatonta.blogspot.com.es/2007/02/cazarrecompensas-el-per-il-gusto-di.html

Estamos ante un discreto y entretenido spaguetti western que disfrutarán los seguidores del género, entre los que me incluyo.
Si no te gusta este género la película es totalmente prescindible, si te gusta pues disfrutarás con una buena interpretación de Craig Hill en una historia típica de este tipo de películas con duelos, venganzas y robos.
También tenemos un buen plantel de secundarios como George Martin, Piero Luilli o Fernando Sancho.
El film también tiene un buen comienzo con una aceptable banda sonora, después cae en un guion muy simple y en algunas situaciones poco creíbles.
El Larguirucho, personaje de Craig Hill, no pasará a la historia como uno de los grandes personajes del género, pero te hará pasar un buen rato con un duelo final Hill-Martin.