Mujer y marido

El tema elegido para esta película, se ha utilizado ya mucho en el cine. Mentes que se intercambian y que quedan prisioneros en otro cuerpo.
En este caso, tenemos a un matrimonio en crisis, a punto de divorciarse.
Él, es un neurólogo que está investigando la telepatía con una máquina de su invención.
Ella, una presentadora de televisión, que están a punto de darle su primer programa en directo.
Los dos se encuentran en esa fase de reproches mutuos y se sienten incomprendidos por su pareja.
Pero una noche en el que él está haciendo un experimento con su máquina, su mujer accede a ayudarle y, sin saber cómo, sus mentes y memorias se intercambian. Hasta que encuentren una solución, cada uno deberá vivir en la piel del otro, lo que les dará ocasión, para conocerse intimamente.
He de decir, que con esta premisa, a pesar de que cae en muchísimos tópicos, el director consigue sortear muchos peligros y el resultado es mejor que el de otras muchas de su género, ya que aborda las relaciones de pareja, con cierta seriedad, sin olvidar el sentido del humor, pero de manera comedida y fina, sin caer en lo grotesco o chabacano a que tiende este tipo de películas.
Pero la película no aguanta ese tono y finalmente se resuelve de manera tópica y previsible, estropeando el conjunto. Y es que es muy difícil hacer una buena película con este tipo de argumento.