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After. Aquí empieza todo

Drama. Romance La joven Tessa Young (Josephine Langford) cursa su primer año en la universidad. Acostumbrada a una vida estable y ordenada, su mundo cambia cuando conoce a Hardin Scott (Hero Fiennes Tiffin), un misterioso joven de oscuro pasado. Desde el primer momento se odian, porque pertenecen a dos mundos distintos y son completamente opuestos. Sin embargo, estos dos polos opuestos pronto se unirán y nada volverá a ser igual. Tessa y Hardin ... [+]
Crueles apropiaciones
La historia de esta película empieza como la de muchas otras: en lo más alto de las listas de best-sellers literarios. A partir de aquí, sigue la trayectoria de los antecedentes referenciados. Está, antes que nada, la voluntad de que la transición de las páginas a los fotogramas reproduzca el éxito comercial de la historia original. Con la taquilla volvimos a topar. Justo cuando creíamos haber superado la fiebre de las adaptaciones teenagers, se manifestó otro sarpullido.

Aumentó la temperatura corporal por puro mecanismo auto-defensivo, y porque la entrepierna (no se puede ocultar) pedía a gritos un último homenaje. Un calentón lo tiene cualquiera. Así entra en escena Anna Renee Todd, una veinteañera que define su vida a través de la devoción que siente por la saga “Crepúsculo”, de Stephenie Meyer, Kristen Stewart y Robert Pattinson. Pero la chica crece (es un decir), y dos años después descubre, maravillada, las “50 sombras de Grey”, de E.L. James, Dakota Johnson y Jamie Dorman...



Hasta que llegamos al auténtico génesis de la película que ahora nos ocupa: un año después de aquel gran hallazgo, Todd ve un videoclip de la boy band One Direction, y se enamora perdidamente. Es tal la admiración que siente por su líder, Harry Styles, que en los tiempos libres que le concede su trabajo como camarera, utiliza una plataforma de internet para escribir una historia romántica entre una chica más o menos de su edad, y un misterioso universitario inglés. Una ensoñación, sí, pero muy basada, de nuevo, en calentones reales.

Al poco tiempo, el cuento erótico que estaba escribiendo se convierte en novela, y ésta en exitosa saga literaria... y ésta, de momento, en el segundo largometraje para la gran pantalla de Jenny Gage. Su ópera prima, recordemos, fue ‘All This Panic’, un documental que seguía las andanzas de un grupo de chicas de Brooklyn, que dejaban atrás la infancia y se enfrentaban a los retos de la siempre conflictiva entrada en la edad adulta. Pues bien, en ‘After. Aquí empieza todo’, las circunstancias son parecidas, solo que lo que ahora importa es satisfacer las necesidades corporales más literalmente bajas.



Una chica de belleza y modales virginales entra en la universidad, ese templo del saber; ese coto de caza de gente guapa. Ahí, descubre rápidamente que lo agradable es aburrido, y que las malas influencias son, en realidad, guías espirituales en potencia. Su madre deja de ser la única luz que guía su vida; su novio (todavía en edad de estudiar en el instituto) pierde inmediatamente todo su carisma. Atrás queda el recuerdo de ambos, perdido éste en una neblina tan confusa como embriagadora. En el ambiente se respiran vapores etílicos, humos de la ahora legalizada marihuana y, por supuesto, esa afrodisíaca fragancia a feromonas.

Lo que unos vendían como corrupción es en realidad un vehículo de liberación. El éxtasis tiene esto. Y aparece, por fin, el chico. Un alumno que spoilea ‘El gran Gatsby’ proclamando que al final, todo lo narrado por F. Scott Fitzgerald era un sueño, y que contradice el carácter pedante y pomposo de su acento con gestos barriobajeros. En un ataque de calor a lo Stephenie Meyer, el joven se quita la camiseta, descubriendo así un tórax atlético plagado de calcomanías. Una de ellas es una “A” mayúscula, no se sabe si en referencia a la Anarquía que rige su privilegiada pero atormentada existencia, o a su grupo de superhéroes favorito de la Marvel. Un cacao mental, vaya.



La candidez sureña de ella choca frontalmente con los fríos (y aun así calenturientos) modos británicos de él. A nivel filosófico, el “Orgullo y prejuicio” de Jane Austen va de la mano de las “Mentiras y gordas” de Ángeles González Sinde. Los enlaces químicos y los tópicos universitarios ponen el resto. Cualquier coincidencia con Pierre Choderlos de Laclos es totalmente accidental. Al fin y al cabo, ‘After. Aquí empieza todo’, no deja de ser esto: una sesión de maquillaje para la autobiografía; una fábula levantada a base de arquetipos fast food.

En definitiva, una vía de escape fantasiosa para obtener, en la ficción, el amor que no se ha podido encontrar en la realidad. Así lo concibió Anna Todd y así lo reproduce Jenny Gage. Tomas de cogotes y voces en off afectadas reflexionan sobre el sentido de la vida después de esa primera vez. Estamos en las antípodas del ‘Crudo’ de Julia Ducournau, esto es más bien un capítulo alargado de los romances pijos de “The O.C.”. La pérdida de la inocencia se consuma con un libertinaje mojigato que, a malas, confirma que el cine comercial estadounidense sigue teniendo pánico a meterse en la cama: aquí el escándalo viene servido por tocamientos pre-maritales, y por el sonido de un condón (siempre fuera de cuadro) saliendo de la funda. Es el sexo limpio, que no mancha. Por no tener, no tiene ni ritmo. Son las imágenes vacías, que no calan. Es el primer amor, apto para todos los públicos.
Escrita por Víctor Esquirol (FilmAffinity)
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