Esta película va de mayor a menor, arranca siendo interesante, luego a mediados de la misma se torna pasable y ya en la segunda mitad entra en una meseta donde no puede salir, ya que las historias y los personajes no están bien logrados, provocando que al espectador no le cause ninguna sensación debido a lo denso que se pone el film en la última hora. La puesta en escena es increíble, esto hay que destacar, al igual que las interpretaciones como la de Meryl Streep y la aparición de Johnny Depp, donde uno puede apreciar que nació para esta clase de personajes. Pero el film pierde fuerza desde el punto de vista del guión, ya que como se puede apreciar, el mensaje de esta cinta era turbio, tétrico y con algo de connotación sexual, pero al ser la productora “Disney Pictures”, ese mensaje se lleva al mínimo ubicándose en un vacío absurdo entre la inocencia y lo impuro, o sea quedando estancada en la nada misma sin definir el sentido que se le quiso dar a la película.