Para mí es una de las mejores comedias americanas que ha habido y creo que aquí en España no ha tenido todo el reconocimiento que debiera. Y es que 6 temporadas de una serie sobre la que su argumento gira entorno a un ayuntamiento y su política debe tener su mérito. Ese mérito es en gran medida gracias a su increíble protagonista, Michael J. Fox, haciendo un personaje de lo más divertido pese a tener unos cuantos defectos (envidia, ambición, egoísta y prepotente), solo que mostrado todo de la forma más cariñosa y simpática posible, de manera que no podías más que empatizar con él. Por supuesto bien acompañado de personajes muy bien perfilados (el vicioso, el ingenuo, la responsable, el tacaño pelota...), además de un gran guión que satiriza magistralmente los entresijos políticos que se mueven en la ciudad más grande del mundo, Nueva York.

Creo que es una gran serie hasta terminar la 4ª temporada, donde Michael J. Fox tuvo que dejar la serie debido a su enfermedad, dándole un grandísimo y super emotivo final. A partir de ahí, aunque Charlie Sheen lo hizo bastante bien en mi opinión, sustituyéndole, no llega a ser lo mismo. También es cierto que cuando le coges cariño a un personaje, por mucho que le sustituya uno igual de bueno, nunca es lo mismo.