Película mediocre con algunos destellos de genialidad que no ocultan sin embargo su condición de película de serie B y guión rebuscado y demasiado onírico. Sobretodo al principio es tentador abandonar y a otra cosa, y sólo se consigue aguantar el visionado para averiguar la resolución de la trama, cosa que, como casi siempre, decepciona.

Quien haya visto algunas de las películas de los Beatles, como Magical Mistery Tour o Help, creo que puede imaginarse esta historia onírica y psicodélica, rodada, estoy seguro, bajo los efectos del LSD.
Nada nuevo bajo el sol...



...no he podido acabarla...

Después de muchas, quizás demasiadas gafapastadas, justo lo que necesitaba y más por estas fechas, era esta película. Aún siendo una película para niños, te engancha desde el primer minuto (no sé si tengo el intelecto subdesarrollado, soy una hiena o ambas cosas).

No abusa de ningún recurso para hacer reir, el doblaje al castellano está clavado. Hay dos momentos en la película que me hicieron llorar de la risa. En su género, diría que es un muy buen trabajo, muy fresco. Una muy grata sorpresa.

Aunque la peli tiene detalles interesantes, prefiero conocer las particularidades de la personalidad del emperador nipón en un documental y no en dos horas interminables de película, con escenas que no dicen ni aportan nada. Que una película esté rodada de forma impecable o de forma original, no le exime de entretener y ésta no lo hace en absoluto.

En definitiva, muy aburrida.

La peli es romántica y muy poética, y eso está bien. Sin embargo es demasiado plana y abusa excesivamente de su banda sonora, que por otra parte está muy bien, pero no puede por sí sola justificar una hora y media de visionado repitiendo una y otra vez las mismas canciones.
Es de esas típicas películas que, depende de cómo te coja, te podría enamorar o simplemente hacerte pasar un rato agradable. Esto último es lo que me ha pasado a mí.