Ambiente sucio y crudo bien recreado de una historia real con alcohol, sexo y violencia explícita como protagonistas.

Un conjunto de situaciones y personajes desagradables pero a la vez grotescos que llegan a rozar la caricatura que le restan realismo dando una historia algo insustancial.

La parte inicial introductoria de los personajes y sus circunstancias es tan larga (casi la primera hora entera) y tediosa que cuando empieza el salseo ya te da igual lo que les pase. Me han caído tan mal que les he deseado lo peor.
Superado la tentación de cambiar de película, el atropellado último tramo levanta algo el interés pero sin tensión alguna y sinsentidos que no compensa lo aguantado al comienzo. Podría haber dado mucho más.

Comedia blanca muy light de corte claramente teatral con situaciones forzadas y unos secundarios sobreactuados.
Solo se salvan las actuaciones y algunos chascarrilllos de José Mota y el propio Carlos Iglesias.

Seguramente a los espectadores españoles no les cuadrará Banderas en el papel de un marine de los Estados Unidos, pero probablemente ni más ni menos que un Bruce Willis o un Tom Cruise. A mi personalmente no me ha disgustado. Antonio se mantiene en forma y todavía se desenvuelve bien. Además los actores con los años se vuelven mas interesantes. Es cierto que la película es algo floja, con algunos sinsentidos y unos personajes secundarios algo cutres, pero con algunas escenas de acción bien resueltas. En la misma línea (salvando las diferencias) de "La jungla de cristal".

La verdad que con los protagonistas con los que cuenta no puedo suspenderla. Se puede decir que es una película sobre todo entrañable y simpática que se ve con una sonrisa y alguna que otra risa. Las actuaciones son correctas pero el guión va justito y es bastante predecible. Juega la baza de la vejez como arma principal aunque a mí, personalmente, lo que mas me ha gustado es la parte emotiva en torno a las bromas sobre este tema.