Una obra maestra ambientada en la segunda guerra mundial, concretamente en la histórica compañía easy la cual vivió grandes momentos, batallas y episodios memorables durante la Segunda Guerra Mundial.
Al ser producida y dirigida por Steven Spilberg y Tom Hanks, recordemos que dos iconos importantes en la creación del Salvar al Soldado Ryan, hacen de esta mini serie una verdadera delicia de los amantes del cine bélico, donde no falta ni una pizca de los detalles que podría suceder en una guerra de esa envergadura, combinando también con detalles gráficos y efectos especiales muy cuidados.

Antes de empezar esta crítica, decir que mi valoración (10) es bastante subjetiva por el hecho de que en mayor o menor medida, he estado metido en la cultura del skate, y conozco no el hecho en sí de hacer skate, sino todo lo que le envuelve, como es el “modus vivendi” que tienen los patinadores y que tiene un papel primordial, pero ello no quiere decir que haya pasado por alto la cantidad de detalles que lanza a nivel cinematográfico.

Y ese “modus vivendi” que hablaba, se refleja a la perfección en esta película. Los años 70 fue el inicio y el ascenso de una cultura urbana entre el skate y el surf en la costa de los Ángeles que hoy en día está por todo el mundo y para explicar la historia se centra en tres iconos del skate de los 70, jóvenes que empezaron desde abajo, disfrutaban de lo que hacían y que hoy en día pueden vivir de ello.

Se inicia principalmente centrándoles a los chicos en el surf, pues el skate es precursor de este, considerándose ellos ante todo surferos y en los ratos libres skaters. Durante el desarrollo de la película, emplean su tiempo fuera de las olas y para satisfacer sus ganas de surfear, el monopatín en las calles y paredes del suburbio de Venice Beach. Pero a medida que avanza la película ese pasatiempo fuera del agua, toma una relevancia importante hasta el punto de que empiezan a conseguir dinero, fama y chicas practicando skate. Es en esta trama donde se cruzan situaciones dramáticas causadas por enfermedades, violencia, confrontación de amistad, competencia entre ellos por la fama, dinero, estafa, drogas y alcohol. En general esta película muestra la transición de una afición a una forma de vida.

Destacar la maravillosa elección de Mark Mothersbaugh con la música, a Elliott Davis insuperable con la fotografía y de actores en general destacar a todos, desde que empieza hasta que acaba me creo su papel, pero sobretodo a Ledger (Skip Engblom) y Emilie Hirsch (Jay Adams).

Un pequeño recordatorio y homenaje a la frase final que se refleja.
“Jay Adams fue la chispa original que desató el skateboarding”