Al final la ciencia ficción también sostiene el amor y ese final es para enamorarse una y otra vez de esta emotiva película.

Frank, el talentoso músico moderno incomprendido y sin aspiraciones de notoriedad conoce a Jon un joven sin demasiado talento, pero con una gran necesidad de fama, a cualquier precio. Enfrentados un enfermo mental, que se siente libre debajo de una cabeza de papel mache, componiendo música que no muchos quieren escuchar con su banda de personas que tampoco parecen muy sanas mentalmente pero que combinan bien, se quien y hacen algo grande juntos. Vs Jon el elemento desestabilizador, el único que a priori no tiene ninguna enfermendad mental que se introduce en el grupo por casualidad y que intenta cambiarlos y hacerles famosos a toda costa por su propia necesidad y sin preguntar a nadie, parte el grupo porque realmente no encaja ni entiende el propósito de crear simplemente por arte, por ser ellos mismos aunque no guste a nadie.
Gran retrato de la sociedad al llamarlos freaks y reírse de ellos, pese a que sean realmente talentosos y muestren más de su sensibilidad y su ser que cualquier grupos famoso.
El entierro pseudo vikingo de Don le da otro toque único.

La trama tiene muchos agujeros y partes wtf, se entiende que Diana nunca ha visto un bebé pero que se tire a el como una local y Steven la aparte diciendo que no es de arcilla, o que no sepa que es la nieve son cosas que te alejan un poco de la película.
La historia de amor es bastante inconsistente, les une que ella le ha salvado la vida y que ambos son guapísimos se enamoran así de repente y encima el amor es lo que termina la guerra y salva la película, lo nunca visto vamos...
Después Aros representado como el tío más normal del mundo con un grandísimo poder pero sin conseguir utilizarlo.
Y por último que a pesar de como la veían luchar y como intentaba liderar y todo se siguieran haciendo bromas con su sexualidad es un grandísimo paso atrás.