En la película la tripulación de una nave espacial que se dirige a Marte descubre a un polizón mientras yo descubro que es cierto que cualquier cosa de Netflix es una porquería. Así de simple.

La película no sólo es lenta lo cual no sería mayor inconveniente si se hubiese dirigido con alguna cuota mínima de talento sino que es intrascendente o sea, que no te dice ni te deja nada. Es más en verdad la película es la nada misma pero en versión de dos horas de duración.

Los actores, pésimos, el director horrible y para colmo más pretencioso luego de "Artico" que fue un desastre pero como alguna gente le gustó parece que al tío se le subieron los humos.

En fin otra porquería infinita que Netflix pone en grilla seguramente para licuar los cerebros de sus abonados.

Es una serie que da asco, por el guión estúpido que plantea situaciones inverosimiles por lo chabacano de los diálogos por el chiste fácil y grotesco y lo morboso de algunas escenas.

Las actuaciones son de lo peor. Una de las actrices principales, Lali Espósito, no tiene talento ni siquiera para actuar como extra en una serie clase B.

He visto dos capítulos y no la veré más, hacerlo sería poco inteligente.

Por lo general las plataformas tienen demasiada basura de relleno pero Netflix es de lo peor. Prácticamente todo lo que encuentras en Netflix es una real porquería.

Esta nueva entrega de Sabrina ha perdido todo el desarrollo de personajes que presentaba en las anteriores temporadas.

Los conflictos se explican y se resuelven sin inteligencia ni tino alguno.

Los episodios son demasiado largos.

La serie tiene mucho de lo visual, sin embargo no hay ninguna razón que justifique el uso excesivo de lo visual.

No profundiza ni en los temas ni en la psicología de los personajes. Si se quita su envoltorio dark que intenta ser tenebroso, su lógica interna no es más que polvo.

Otro fallo garrafal de Netflix, que a esta altura del partido ya debe estar bien alta en el podio como la peor productora y distribuidora de contenidos del mundo de todos los tiempos.

Nos encostramos con otra de las porquerías de Netflix.

Una basura... eso sí, bien producida para que la basura por lo menos "se vea bien".

Así que Netflix sumó a un actor famoso y taquillero como gancho comercial, al cual le dio inmerecidamente la dirección, contrató a un guionista de oficio que se dedicó a gestionar un guión fácil y entendible incluso para las mentes débiles que ven Netflix y luego filmó con buena técnica esta bella y agradable porquería.

Los Netflixvidentes supongo que deben estar chochos con esta nueva bazofia que les pudre con dulzura su cerebrito.