Sí, ya era hora de que una serie española se atreviera a ridiculizar la estupidez que nos rodea, sea por todas, todos o todes o por querer censurar la exposición de una escultura hecha por un maltratador. O la imbecilidad elevada a lo sumo de unos seres inhumanos incultos que atacan una obra de arte para reivindicar no sé qué estupidez, sea la que sea, porque por ese método cualquier reivindicación se convierte en estupidez. Sí a todo ello le añadimos una crítica al favoritismo que los políticos ejercen sin pudor con amigos y familiares, mezclado con una muy buena actuación y un metraje idóneo, 25 minutos, creo que nos encontramos ante la serie del año

Si se obvian algunos detalles infantiloides, merece la pena ver esta película aunque sólo sea por ver el otro lado de la misma moneda, en este caso, la guerra de Corea y la visión china de la misma en contraposición a la que siempre hemos visto en el cine procedente de EEUU.
La batalla del lago Changuiin está repleta de acción que te hacen mantener la atención a pesar de que algunos de los efectos especiales dejen bastante que desear.

Buen guión. Te atrapa desde el inicio y luego cuesta dejarla. La mayoría de las actuaciones dan consistencia a los personajes. Para los que amamos el Pirineo oscense tiene además el aliciente de las imágenes de sus valles y montañas. Por ponerle un pero, diría que las escenas de acción podían haberse mejorado, aún así, muy recomendable.

Volver a ver una película 30 años después de haberlo hecho por primera vez siempre tiene el riesgo de que el paso del tiempo haya apagado las buenas sensaciones que te causó. No ha sido mi caso, me ha vuelto a encantar. Sigo pensando que la dirección de Barbra Streisand y la propia película deberían haber tenido algún reconocimiento mayor par parte de los Óscar.