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España España · Barcelona
Críticas de David MS
Críticas 603
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
7
16 de junio de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La películas americanas en las que ha participado Jackie Chan son una chusta, no pienso lo mismo de la carrera que ha desarrollado en China y Hong Kong, encontrando en esa cinematografía buenas películas como Armas Invencibles (1985), La Leyenda del Luchador Borracho (1994) o La Armadura de Dios (1987) entre muchas otras, que como mínimo suelen ser entretenidas. De La Armadura de Dios ha rodado tres partes, la inicial de 1987 y dos más (en 1991 y 2012).

Del reparto nadie a citar salvo la española Lola Forner, conocida por ser Miss España en 1979, repetidora con Chan tras El Regreso de los Supercamorristas (1985). De qué va: fácil, las aventuras de Jackie Chan (y amigos, entre ellos esta Forner) por robar la armadura que da título, que sirve para pagar un secuestro -el de la ex-novia del personaje de Chan-. Esto bajo un envoltorio de cine de aventuras a lo Indiana Jones -escenarios, el expeditivo protagonista-.

Dirigida por el propio Chan -al igual que sus mejores films- La Armadura de Dios es una de sus producciones más serias. Todavía hay cabida para alguna escena de humor -procedente de un irritante personaje secundario- pero la película va de dar tortas, y aquí Jackie da un recital. Puede gustar más o menos lo tontorrón que es a veces, pero cuando se pone a pelear o a hacer acrobacias, este tío es una maquina, y en la media hora final no para de hacerlo. Verle en las escenas de lucha justifica ver una peli suya, y aquí consigue hitos que solo pueden igualarse mediante cables o efectos especiales -como en Matrix-, pero él no los usa.

Se excedió tanto con las coreografías que realizó que casi no sale vivo del rodaje. Se ve en las tomas falsas de los créditos finales, una lesión hizo que se tuviera que posponer el rodaje unas semanas por un golpe en la cabeza al caerse desde la rama de un árbol a gran altura. Los momentos pre y post lesión se pueden apreciar en el raccord, apareciendo con el pelo más corto o largo según la escena que sea.
David MS
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7
11 de junio de 2014
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
A película por año Woody Allen desde mediados de los setenta, en 1987 dos, September y la que encabeza, Días de Radio, una comedia coral sobre el mundillo radiofónico. La protagonizan Julie Kavner, Michael Tucker, Seth Green, Dianne Wiest, Mia Farrow (mujer de Allen por entonces); añadir actores más conocidos en roles pequeños, Jeff Daniels, William H. Macy, Larry David, Diane Keaton y el propio Allen como narrador. Fue nominada a dos Oscars que no ganó, guion (Allen) y dirección artística.

El título sintetiza bien de qué va, el éxito de la radio en la década de los cuarenta, y la influencia que tuvo en el hijo pequeño (Green) de la familia numerosa que interpretan casi todos los actores y actrices citados en el primer párrafo. Decir que se trata de una película autobiográfica del propio Allen, pudiéndose ver en ella la influencia que tuvo la música Jazz en el director neoyorquino, sonoridad presente la totalidad del film. Obviamente, a Allen también le sirvió para rendir homenaje al medio que da nombre.

Lo hace de dos maneras, mediante la historia de una familia de clase media/baja, y con anécdotas de los que trabajaban en este medio de comunicación. La historia de la familia es a la par divertida y nostálgica por los tiempos pasados, se mueve entre la comedia agradable y el drama costumbrista sin demasiado drama ni tragedia en esto último. Las anécdotas son mejores, el humor aquí es más jocoso -una de ellas se refiere a las consecuencias de la versión radiofónica de La Guerra de los Mundos por Orson Welles, aunque el mejor gag es uno referente a un jugador de Baseball de la época).

Cada vez que me apetece ver una comedia ligera se me pasa por la cabeza alguna de Woody Allen, teniendo en cuenta que lleva dirigidas un ancho de unas cincuenta películas, es fácil encontrar una que no haya visto. Días de Radio es de las mejores, placentera de ver, poco más de ochenta minutos de buen rollo sin muchas complicaciones. A mi Allen nunca me ha parecido un genio -salvo tal vez por Annie Hall-, pero siempre cumple

A destacar en positivo: la recreación de la época -aunque en los cuarenta yo no vivía para saber si le es fiel o no, imagino que sí-, y mejor aún, la recreación de la radio.

A destacar en negativo: el papel de Mia Farrow parece metido con calzador para que la mujer del director tenga un papel importante para lucirse. No molesta pero se les ve el plumero.
David MS
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8
9 de junio de 2014
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
X-Men Primera Generación (2011) fue el pseudo-reinicio de la saga sobre el grupo de mutantes más famoso de Marvel. X-Men: La Decisión Final (2006) fue tan mala que lo mejor que se podía hacer era un borrón y cuenta nueva, y los logros de la película que dirigió Matthew Vaughn (Kick-Ass) consiguieron hacerme olvidarla. La peli no arrasó en taquilla pero agradó a muchos, lo suficiente para dar luz verde a una secuela que ha llegado ahora a las pantallas con mejores críticas y la taquilla suficiente para anunciar el siguiente capítulo, X-Men Apocalipsis.

Matthew Vaughn deja vacante la silla de director para que Bryan Singer vuelva a la saga que él mismo inició con X-Men (2000) y X.Men 2 (2003). No solo vuelve el director, así lo hace también el reparto de aquellas en conjunción con los nuevos actores de Primera Generación. Todos ellos son Hugh Jackman, Michael Fassbender, James McAvoy, Jennifer Lawrence, Patrick Stewart, Ian McKellen, Nicholas Hoult, Ellen Page, Halle Berry, Shawn Ashmore y las novedades que aportan Evan Peters, Omar Sy y Peter Dinklage.

Basado en el comic de mismo título, explica un futuro distópico en el que los X-Men están a punto de ser aniquilados por unos robots llamados Centinelas -creados por Bolivar Trask (Dinklage)-. La única solución que tienen es enviar a Lobezno (Jackman) al pasado para tratar de evitar el asesinato del tal Bolivar Trask a manos de Mística (Lawrence), que de hacerlo se aceptaría un referéndum para aprobar a los Centinelas y eliminar a los mutantes.

Días del Futuro Pasado es el primer comic que me compre y su traslación a la gran pantalla era por ello esperado para mí. No es todo lo fiel que podría pero la idea de los viajes en el tiempo y los Centinelas se mantienen, y no le anda a la zaga en cuanto a interés tiene la película.

Porque si una cosa tiene esta adaptación es que importan más los personajes, sus acciones y las razones que tienen para cometerlas. Contra lo habitual en el último cine Marvel, esta es más un film de guion, con sus escenas de acción -menos de las esperadas- pero para nada las mega-invasiones a la Tierra que se han visto en Los Vengadores, Thor: El Mundo Oscuro o Capitán América: El Soldado de Invierno. Dentro de ser una producción Marvel, DDFP va sobre el conflicto social que tiene ser diferente y excluido (en este caso en la era Nixon, pero sirve cualquier otra),

Que lo que hagan o digan sea relevante hace que los actores puedan lucirse dentro del protagonismo que tienen todos ellos. Jackman, Fassbender, Stewart, Lawrence y sobre todo las novedades de Evan Peters (Quicksilver, de paso prota de la mejor escena) y un Peter Dinklage que consigue hacer que me olvide de su enanismo.

Respecto a Bryan Singer, tras la nefasta Jack el Caza Gigantes vuelve a mostrar que es un director válido y que en X-Men se siente como en casa. Reparte bien el protagonismo -aunque haya más mutantes de la cuenta-, correcto y comedido en las escenas de acción -brillante la que sucede con Quicksilver en slow-motion- y notable en el tratamiento dentro del universo X-Men, con un epílogo que hace un reset en la saga para dejarla donde él quiere y mejor le va.

Lo único malo: no haber sabido que hay una escena post-créditos, y el poco juego que dan los cambios espacio temporales. Con todo lo que pasa en el pasado es difícil entender como no cambia más el futuro. Se enfoca más hacia el dramatismo de la situación, que no el efecto mariposa que sucede en largos como Regreso al Futuro.
David MS
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6
8 de junio de 2014
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
No ha sido muy afortunado H. P. Lovecraft (1890-1937) en las adaptaciones que se han hecho de sus relatos. El que más prometía era En las Montañas de la Locura, que iba a realizar Guillermo del Toro con producción de James Cameron y Tom Cruise de prota, pero el amplio presupuesto que pedían éstos hizo que se quedase por el camino la idea. De las que sí que han llegado a estrenarse destacar unas cuantas de interesantes: Re-Animator (1985), Re- Sonator (1986), Granja Maldita (1987) y Dagon: La Secta del Mar (2001).

La Sombra sobre Innsmouth es el relato que sirve de base para Dagon, producción española de la Fantastic Factory, compañía dedicada al cine fantástico patrio que hizo aguas con cada producción que trajo hasta finalmente cerrar el chiringuito; Faust, Arachnid, Rottweiler y La Monja son algunas de ellas, todas malas. Stuart Gordon (director las ya citadas Re-Animator y Re-Sonator) puso imágenes a Dagon, y en ellas se prestaron a salir Ezra Godden, Raquel Meroño (Al Salir de Clase), Macarena Gómez (La que se Avecina) y Francisco Rabal (1926-2001) en su último papel en cine.

No he leído La Sombra sobre Innsmouth por lo que no sé cuánto de fiel le es Dagon: La Secta del Mar. Cuenta el accidente de barco que tiene una pareja (Godden y Meroño) en el mar, y como tienen que ir a pedir ayuda al pueblo pesquero de Imboca, lugar en el que está la secta del título, que adoran a un dios con aspecto de calamar que lleva por nombre Dagon.

De todo lo que hizo la Fantastic Factory sin duda Dagon fue lo mejor, una modesta pero cara -cinco millones de euros- producción de serie B con sus aciertos y fallos, pesando esta vez más los primeros.

Aciertos: la ambientación, casando bien con la atmósfera gótica que tan bien describía Lovecraft en sus relatos -el dios Dagon se parece a la descripción de Cthulhu-, las escenas violentas son bastante gore -brillan la muerte de un par de protas-, y lo básico que se le puede pedir, que es bien divertida aunque siga la simple formula de imitar a La Noche de los Muertos Vivientes cambiando a zombies por calamares. Por último, un notable clímax, imágenes bellas dentro de tanta brutalidad.

Fallos: mala pareja protagonista (Godden y Meroño) y unos FX cutrecillos.
David MS
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4
7 de junio de 2014
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tres películas ha realizado Eddie Murphy con el director Brian Robbins, Norbit (2007), Atrapado en un Pirado (2008) y Mil Palabras (2012), tocando con ellas fondo en una carrera que hace años está en decadencia. Mil Palabras, la última de ellas, llegó a las salas en 2012 tras ser rodada en 2008 y prevista su llegada a las salas para 2009. Problemas en la productora (Dreamworks), rodaje de escenas adicionales y la elección (y posterior renuncia) de Eddie Murphy como presentador de los Oscar, hizo que la fecha de estreno se fuera retardando.

Un ejecutivo (Murphy) al que se le da bien el palique para sacar beneficio -sea laboral o familiar- descubre que solo le quedan mil palabras que decir, y que tras la última de ellas va a morir. Nada más. Los secundarios con los que Eddie Murphy interactúa son Kerry Washington (Django Desencadenado), Cliff Curtis (Guerreros de Antaño) y Clark Duke (Jacuzzi al Pasado).

Hace tiempo que perdí el interés en las comedias que hace Eddie Murphy, pero si le he prestado atención a Mil Palabras es porque alguna vez me he planteado lo que le pasa a su personaje en la película ¿Qué pasaría si me quedaran un número limitado de palabras que decir, y cómo las emplearía? Una de esas tonterías que a veces se le ocurren a uno.

Eddie Murphy debió tomárselo como un reto y dejar de lado su humor basado en su habilidad verborreica, y pasarse al humor físico al estilo de un Jim Carrey que hubiera encajado más en este rol. Su paso por aquí no es muy afortunado porque los gags están lejos de ser graciosos, ni siquiera vale la pena mentar alguno, principalmente porque no los recuerdo. No le falta a Mil Palabras un giro dramático en el tercer acto, con un prota que se redime de su mal comportamiento con sus allegados, escenas que siempre me traen a la mente el acto final de Cuento de Navidad de Charles Dickens, repetido saciedad de veces en comedias de este tipo.

¿Qué salvar? La ligereza, lo corta que es, lo inofensivo de su visionado, no es insultante como lo pueden ser comedias recientes como Movie 43, Epic Movie o las últimas de los hermanos Farrelly. Por cierto, Eddie Murphy crea un precedente para mí, es el primer actor al que prefiero escuchar en versión doblada, me hace más gracia.
David MS
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