25 kilates es una película de aquí diferente, entretenida, y (lo más difícil) bien resuelta. Pese a que el thriler no es mi género favorito e iba preparada para lo peor, me ha sorprendido gratamente.

Para ser su primera película de Amezcua y una producción independiente está muy lograda, con un buen guión en el que se mezclan acción, delincuencia, suspense, intriga, violencia, con ciertos toques de humor -y de amor- para aminorar la tensión…

Se rodó en la Barcelona profunda y parte de la historia de un cobrador del frac “sin frac”, que utiliza la violencia para sus fines. A destacar los trabajos de Aida Folch y Francesc Garrrido, que sale además muy guapo.

Enhorabuena al guionista y director, y a las productoras que han sabido aprovechar su talento.

La película trata en principio una historia de amor, aunque como se ha apuntado desarrolla temas heterogéneos, muchos de ellos sobre la realidad latinoamericana que no se ven en los cines europeos con frecuencia, y algunos de ellos delirantes, que hacen que la película se descentre.

La atmósfera que va creando al principio, sobre todo visualmente, de aires de realismo mágico, gracias a la ayuda de la excelente fotografía, hace interesante la película. Aunque los flashbacks iniciales no aportan nada nuevo, la hacen más dinámica. Notable actuación la de Inés Efrén en el papel de Lala, la hija de los dueños de la casa -y buena la de la cantante Emme en el papel de Efrén, la criada guayí.

En cambio hacia la mitad, el guión no da una solución a la tragedia del modo más acertado, termina sobrando metraje por previsible, y la trama policial que aparece al final no lo remedia por mal realizada. Quien no sea fan de Bardem por eso que no se desanime, puede ver la peli (sale poco y mal parado). Mis vecinos de butaca abandonaron la sala, quien sabe, todo es cuestión de gustos (y el cine no es menos). Mi puntuación; 5,5.

Roberto Saviano, escribió el libro en que se basa la película hace dos años, dando nombres y citando hechos reales de la camorra napolitana. Libro que fue un éxito de ventas en Italia y ahora se lo quieren liquidar, así que el escritor tiene que ir rodeado de fuertes medidas de seguridad para mantenerse a salvo. Dicen que el director ha adaptado muy bien la historia y ha logrado una película muy conseguida, no lo puedo corroborar porque no he leído el libro –y ahora, después de ver la cinta no me apetece en absoluto.

‘Gomorra’ intenta ahondar en unas seis historias, narradas en paralelo a lo largo de dos horas y cuarto de película. La duración es excesiva, ya que lo que se cuenta es costumbrista y carente de importancia a efectos de desarrollo de esta historia en la que no hay comienzo ni final.

El ritmo es muy lento, quizás el director lo haya utilizado para aumentar la sensación de documental, pero ha fallado: creo que es la primera vez que –en el cine- me duermo cuatro veces en la misma película. He leído alguna crítica que decía que con 25 minutos menos de cinta el film habría fluido más ágilmente hacia la parte en la que los acontecimientos son de verdad impactantes, pero he de precisar que discrepo, a la hora ya había desconectado
Los actores son no profesionales, en general logran actuaciones conseguidas, aunque no logran que te identifiques con ellos ni con la película.

En definitiva, como aportación histórico-documental de la Nápoles actual puede que sirva. Para una serie semanal por entregas al estilo de callejeros. Pero tal y como está planteada la película, le ha faltado una de dos: o tensión argumental (porque no cuenta nada que no supiéramos ya), o compromiso para intentar un film protesta (sacar a la luz la implicación de políticos y policía en el sistema italiano, tomar cartas en el asunto y demostrar que es una situación contra la que se puede luchar).

Lo siento, porque soy consciente del arriesgado y novedoso enfoque con que se trata el tema de la mafia italiana, muy realista y alejado de las películas americanas que lo han abordado antes, pero no la recomendaría.

Larga para una película, dura más de dos horas y media, supongo que le falta un guión más conseguido o un pelín más de presupuesto para la miniserie de Telemadrid en la que pretende convertirse.

Garci se inspiró en dos Episodios Nacionales de Galdós para el guión, basado en la historia de amor de los protagonistas y con los acontecimientos del dos de mayo de fondo. Contó con un presupuesto de 15 millones de euros, subvencionado íntegramente por la Comunidad de Madrid con motivo del centenario.

A la primera parte, una vez introducida la historia le falta un poco de ritmo (ya no digo acción, no alcanza presupuesto para tanto), pero hacia la mitad se va salvando, en mi opinión debería haber ahondado un pelín más en los antecedentes históricos.

Es una película coral con muchísimos actores. El protagonista, goya al mejor actor revelación por “Azul oscuro casi negro”, al contrario de lo que se ha dicho, no creo que resulte inexpresivo, yo por lo menos me he creído al personaje. Los actores en general no están mal, agunos logran una de sus mejores actuaciones.

Está muy bien ambientada, con toques de comedia costumbrista. El lenguaje de la época y las escenas de teatro encajan perfectamente. Aunque los decorados de las calles me parecen un poco de cartón piedra los interiores están conseguidos. Se podría lucir más la parte rodada en el Escorial, pero está conseguida y se agradece. Genial la banda sonora, muy buenas adaptaciones de temas clásicos.

Podría haber dado más de sí, pero es interesante. A mí me ha gustado más que “Los girasoles ciegos”, y eso que soy mucho de "Curro Jiménez" y la de Garci no tiene nada que ver.

No ha estado acertado José Luis Cuerda en esta película, ambientada en la posguerra. A diferencia de La Lengua de las mariposas, entrañable con puntos comicos, o La educación de las hadas, un bonito cuento, aquí se ha pasado de realista en una historia que se podría haber contado en menos tiempo y no aporta nada nuevo, ni si quiera los escenarios de Orense o el costumbrismo de la época.

Y no lo digo tanto por lo trallado del tema y por retratar el punto de vista de los perdedores, como casi todas estas cintas últimamente -muchas de ellas están bien realizadas, aportan algo y convencen- sino porque he salido del cine con la sensación de haber perdido el tiempo. Un poco soporífera, incluso cuenta con alguna incoherencia en ciertos aspectos de la trama.

Puede que haya sido por ser fiel a la novela, o que quizás se ha quedado corto y no contiene su lirismo, pero al guión póstumo de Rafael Azcona le ha faltado un guiño al espectador con una historia paralela que le quitara un poco de crudeza a la trama. La de los hijos huídos es verdad que sólo la deja entrever, menos mal.

En el reparto cuenta con una Maribel Verdú sólo correcta y un Javier Cámara que no aporta nada a su personaje.

Lo único a destacar el papel de Raúl Arévalo y del niño. También el punto cómico que introduce el director del colegio.

Sólo recomendable a los defensores a ultranza del cine español, cualquiera que sea el resultado de la película.