Ante la división interna causada por la presión gubernamental y policial, el Toni; un empresario e inventor de primer nivel, toda una institución internacional a nivel científico y político, y el Capi; representante de los valores más nobles de la nación norteamericana, deciden solucionar sus diferencias acorde a lo que se puede esperar de su posición; dialogando sosegadamente, buscando puntos en común, y realizando concesiones para tratar de alcanzar algún tipo de acuerdo satisfactorio para ambas partes.

Por supuesto que no; el Toni y el Capi reúnen a miembros de su antigua pandilla y se chutan en un parking de aviones o donde se pillen por la calle.

El desarrollo de los personajes que se alaba en otras críticas es tan complejo como cabe esperar de cualquier película del barrio Marvel.

A parte de los pandilleros que ya hemos (más bien habéis) visto en otras entregas vengadoras; como la Johani, el Pájaro, el Pelu o el Negro, se introducen varios personajes que eran ajenos a esta franquicia; como el tete Araña y el Hormiga, que juegan papeles neutrales. Papeles neutrales en el sentido de que se dan golpes con ambos bandos indistintamente. Circulan rumores de que en los estudios de Marvel ya se están haciendo castings para posibles nuevos personajes inspirados en el Pera, el niño Juan, o Joaquín el prestamista. ¿Podríamos estar ante el regreso de Dani Martín a la pantalla grande?.

Clichés puestos de anfetaminas.
El argumento es dantesco, en el sentido horrible e infernal de la palabra, no en el sentido de que es propio de Dante.
Los personajes son casposos (todos huérfanos, se lo han currado).
El final es de lo más ridículo que he visto en este sistema solar.

A los malos súper malos les falta gritar Allah Akbar. Fanáticos religiosos que quieren destruir un planeta por no compartir sus creencias.... que se inmolan. La organización de los buenos, cuyo color distintivo es el azul, son el escudo para proteger a los ciudadanos, y por supuesto, son los únicos con legitimidad de custodiar el arma atómica esa. En fin... y creeremos que hemos evolucionado respecto del cine de la época Reagan.

No obstante tiene un par de detalles simpáticos que van más allá de la ostia limpia a la que nos tiene acostumbrados Marvel. Probablemente el tono desenfadado de esta película haya marcado el camino que seguirán el resto de súper aberraciones de Marvel y DC.

Y se hizo en un argumento metido con calzador, resultando una película muy mediocre.

Reparto de la ostia, eso sí, podría haber sido mejor aprovechado. Byrce Dallas merece mención especial. Supongo, no obstante, que su genial actuación como chica ciega, valiente y a la vez frágil, y de inconmensurable belleza en esta película no pagó tan bien como el de puta-florero de salón de automóvil en la atroz Jurassic World.

Consejos rápidos si estás dudando en invertir tu tiempo en ella:

Si no eres fan de Rocky o no las has visto, no la veas.
Si eres fan de Rocky y de las películas de boxeo, y esperas ver algo nuevo, no la veas. La música de Rocky ni aparece, por cierto.
Si quieres ver la típica película de superación a través del esfuerzo físico, con clichés más explotados que los chistes escatológicos en los Goya, y además al ritmo de música rap y con actores de color, pero tampoco mucho, ojo.... ¡te va a encantar!.

Crítica:

Comencé a ver esta película por la buena nota y las críticas que tenía en FA. Sospechaba no obstante que provenían de fans de las películas de Rocky y que a mí, que no las he visto, me iba a parecer un auténtico pelmazo. Creía que me iba a parecer un pelmazo por lo repetitivo en el argumento de TODAS las películas de deportes que se han hecho en los últimos años.

Y efectivamente, es un pelmazo.

Por lo general parece que los personajes tienen algo de idea de boxeo. En eso difiere de las convencionales películas del género, en las que algunas peleas dan vergüenza ajena a mi ver, y eso que no he dado un puñetazo en mi vida. La pelea con el zagal de tatuajes está bastante bien rodada en un aparente plano secuencia. No deja de ser un poco aburrida por lo típica.

Lo que más me ha gustado, o menos me ha desagradado, es sin duda un sorprendente Silvester Stallone, único personaje principal, de los tres que hay, que transmite algo de humanidad, ¡y eso con la cara llena de bótox!.
Michael B. Jordan y su novia son personajes de cuento de hadas teen del siglo XXI. Su historia es la de siempre con caras diferentes..... y bastante estáticas. Chico de pasado oscuro, temperamento de mierda, pero sensible y de buen corazón. Domina el registro refinado o barriobajero, el que le haga parecer más cool en el momento. Bueno lo de novia es spoiler, lo siento, porque... no es nada de esperar que el protagonista se acabe liando con su vecina guapa, lista y de carácter fuerte por fuera y blando por dentro con la que mantiene conversaciones agudas y que al principio va de dura con el.
Aparecen un par de secundarios que personalmente me gustan. Ambos hacen de dueños de gimnasio que se portan mal con el protagonista. Por el GENIAL Avon Barksdale de The Wire y por el alcalde Chessani en True Detective 2 los conozco, notable mención al primero.

El resto del hilo conductor de la peli consiste en: un personaje no quiere hacer algo y tras un par de escenas se convence de ello. Y luego la pelea final, por supuesto. Por ejemplo, ante mi estupefacción atiendo a OTRA película de boxeo en la que el protagonista tiene que convencer al entrenador al principio de la misma para que le entrene; más rancio imposible. Y mil clichés más, en resumen.

Michael B. Jorda ahora es ultra campeón anabólico de los pesos requetepesados, el hombre antorcha e incluso tiene bigotito y siendo todo eso... es un actor más del montón. No lo era cuando interpretaba a Wallace, uno de los mejores y más creíbles personajes de una serie con interpretaciones irrepetibles. Ahí, en el anonimato de los focos y en lo inseguro y tierno de su personaje, sí que era un champ.

Esto no es una película por sí misma. Dentro de 10-20 años, cuand no exista nostalgia por los episodios IV,V y VI, esta película será vista como lo que es, un subproducto en términos de argumento, guión y trama y un insulto para el universo Star Wars.

JJ Abrams no es un director de cine, es un empresario. Un empresario cuyo indudable éxito se fundamenta en explotar la ineptitud cultural del espectador medio, lo cual lo hace cómplice pero no único culpable de la profanación de esta saga.

El argumento es una gilipollez*. Una gilipollez cuyo objetivo es volver a la situación del episodio IV en el que los buenos son la ''resistencia''. Por lo cual, el argumento no es una gilipollez en sí misma, es una gilipollez para poder ser una copia.

El guión es una gilipollez. Secuencias de acontecimientos completamente forzadas para tener dosis de reminiscencia del episodio IV a lo largo de toda la película. Por lo cual, el guión no es una gilipollez en sí misma, es una gilipollez para poder ser una copia.

La elección de reparto es una gilipollez. Hecho para ser pluri étnica cool.¡Nombres monosílabos para que sean fáciles de recordar y pronunciar para el público asiático y becerril occidental! Pou, Finn, Rey.....

No voy a entrar a criticar cada escena, a cada actor/actriz (Harrison Ford y Oscar Isaac se salvan), o a cada detalle argumental. Da para un libro.

Una desgracia absoluta para la historia del cine. Una desgracia de la mano de la mercenaria industria cinematográfica sin respeto por nada. Película más taquillera de la historia. Yo me pasaba al lado oscuro.