Cuando esta película se estrenó me resultó interesante: un drama erótico sobre el duro mundo de la prostitución. Parecía un buen tema, con muchas posibilidades y material para un interesante producto. Sin embargo, las críticas no la trataron demasiado bien: unos dijeron que era cursi, otros que pedante y la mayoría que era mejor ver directamente una porno. Vamos, que se me quitaron las ganas de verla.

Sin embargo, con el paso del tiempo me dije a mí mismo que no podía ser tan mala; al fin y al cabo es la vida de una ninfómana, algo bueno tenía que haber en ella... pero me equivocaba.

Diario de una ninfómana deambula entre el erotismo, el drama cursi y el cine romántico. Toda la película es pretenciosa, abunda la moralina en cada diálogo (sobre todo en la voz en off de esa ninfómana egoísta, autocomplaciente y egocéntrica) y resulta realmente aburrida. Sus escenas sexuales están grabadas y ejecutadas con tanta desidia que no excitan lo más mínimo. El guión da vueltas sobre la nada para que nuestra protagonista conozca al hombre machista, al hombre controlador y al hombre putero (el personaje con pene más amable es el que la espía mientras se ducha y el único bueno de verdad es gay). No sé si nadie se había fijado en esto, pero aquí los tíos son todos unos cerdos que sólo piensan en follar y las tías unos maravillosos seres humanos: todas (excepto la madame, claro) son sensibles, comprensivas y ayudan a la protagonista a salir del pozo negro que es su vida y a que consiga ser libre (como si alguien la hubiera obligado a meterse en el mundo de la prostitución).

En definitiva, una historia maniquea y muy aburrida en la que sólo salvaría a Sbaraglia, que cumple en su papel de manera más que convincente. Los médicos advierten que la ninfomanía es una enfermedad muy seria, pero películas como ésta no ayudan en absoluto a crear conciencia entre la gente.

Nota final: 3.8

Mustang no es una mala película, ni mucho menos, pero después de ver la cantidad de premios y nominaciones que recibió el año pasado esperaba algo más de ella. La historia de cinco huérfanas prácticamente encerradas en su casa con su abuela y su tío esperando a ser casadas me había echo imaginarme algo más duro, más atrevido y más crítico. En mi cabeza se había formado una especie de adaptación de "La Casa de Bernarda Alba".

Sin embargo, la película se queda en la superficie de la injusticia que quiere denunciar, no ahonda en los culpables reales ni busca la raíz del problema. Los personajes son excesivamente planos y maniqueos. Las situaciones ya vistas y esperables. La escapada, el castigo, las escenas en las que las niñas se evaden con la imaginación y se divierten juntas, el momento dramático que no podía faltar... Son todo cosas que sabemos que van a ocurrir y no por ello debería ser algo malo, pero sí lo es el hecho de que no te produzcan ninguna emoción. Una película que trata de impactarte y hacerte pensar con escenas cotidianas debería intentar ir más allá, buscar aquello que la haga diferente del resto y sorprenda al espectador.

Otro punto negativo lo encuentro en el comienzo. En esa primera media hora que aplauden hasta los que critican abiertamente la película, yo encuentro un cambio en la actitud de la abuela y del tío demasiado repentino. Las niñas son castigadas por jugar con un grupo de chavales de su edad en el mar el último día de colegio. Ríen, hacen bromas, se pelean y luego se les pasa, entran en la huerta de un vecino a robarle unas manzanas... es decir, como cualquier otro grupo de chavales de su edad, ya sea en Turquía, Francia o un pueblo de Cuenca. Y además no da la sensación en ningún momento de que sea algo puntual, parece que es un día más en su vida; otro día normal y corriente. Sin embargo, una vecina ha considerado que su actitud con los amigos ha sido desvergonzada, así que corre a contárselo a su abuela y esta, sin pensárselo dos veces, las castiga una a una como si fueran criminales, decide encerrarlas en casa hasta que se casen e incluso su tío las lleva al médico para asegurarse de que siguen vírgenes.

Yo no critico que la decisión de la abuela sea demasiado intransigente porque acepto que existe mucha gente con esas ideas en la cabeza, pero no deja de sorprenderme que hasta ese día las niñas no hayan hecho algo parecido en algún momento. Da la impresión, o por lo menos a mí, que es una manera un poco de torpe de introducir el problema.

Luego, la parte central, en mi opinión, mejora bastante desarrollándose de manera más que correcta. La evolución de las niñas, sobre todo de la mayor y de la pequeña, me parecen muy acertadas. La primera pasa de ser la más crítica con la situación a aceptarla cuando las cosas salen como ella quiere, mientras que la segunda, la más protagonista de todas, representa el lado más moderno de la sociedad, el que se rebela contra el poder establecido con uñas y dientes y algo de ingenuidad, el que busca apoyo en su familia y sólo lo encuentra a medias, y el que finalmente se presenta como la única manera de luchar contra las normas y el sistema; tan cómodo para algunos como injusto para la gran mayoría.

El cierre, por otra parte, se me hizo algo burdo, tanto por la manera en que se resuelve la última boda, como por la última escena, demasiado previsible si tenemos en cuenta que el prólogo sólo tenía sentido si la película acaba precisamente como acaba.

En definitiva, película interesante pero algo decepcionante por quedarse en la superficie de la injusticia que quiere denunciar. Le faltó en mi opinión algo de atrevimiento y bastante de crítica social; pero aún así recomendable en líneas generales.

Nota final: 6.4

Lo mejor que se puede decir del nuevo reboot de los 4 Fantásticos es que es una mala película. Parece que el 4 de su título la limita en calidad, porque ya van tres títulos que no alcanzan siquiera el aprobado raspado.

Si las dos primeras eran demasiado infantiles y parecían productos que perfectamente podrían haber salido directamente en DVD, esta sufre el mal de creerse más de lo que es. Todo parece impostado, artificial y pseudocientífico (como si hicieran falta explicaciones empíricas en una película de superhéroes). Además es aburrida. Muy aburrida. Tiene el arranque más lento que recuerdo en una cinta de acción, con una presentación demasiado larga de personajes, un nudo en el que no pasa nada y un desenlace precipitado, tosco y decepcionante.

La historia, por otra parte, es demasiado simple y anodina; los personajes tienen personalidades que no se parecen a las del cómic; hay lagunas argumentales bastante evidentes; una enorme e inexplicable elipsis en el medio... y así podría estar enumerando fallos un rato más, pero me da pereza. Lo más importante, creo, es que han desaprovechado a actores más que decentes, porque tanto Miles Teller como Jamie Bell son actores jóvenes pero consagrados y Kate Mara tampoco es mala actriz pese a que no encaje demasiado con el papel...

No obstante, la película no llega a ser un desastre porque, mal que pese, resulta al menos interesante al principio y algo entretenida hasta ese final tan apresurado. En definitiva, mala pero sin llegar a dar vergüenza ajena.

Nota final: 4

Pues sí, lo primero que me viene a la cabeza después de ver Insurgente es... nada. Un vacío enorme, un tedio casi insoportable, una pérdida de tiempo vaya. No me gustan las críticas que atacan a una película diciendo que verla o disfrutar de la contemplación de un bote de alubias es lo mismo, pero me costaría no estar de acuerdo con el que usara este recurso al referirse a la secuela de la simplemente pasable Divergente.

¿Por qué entonces le doy el 5? Pues porque la fotografía es excepcional. No se quien será el director de fotografía (lo siento pero no me he quedado viendo los créditos), pero creo que es el único salvable de todo el equipo técnico. Cuando la protagonista se introduce en las simulaciones virtuales y todas las leyes de la lógica desaparecen para permitir esas potentes imágenes es cuando realmente me metía dentro de la película. Esos edificios disolviéndose y la casa en llamas volando entre una ciudad futurista en ruinas me recordaron a Origen, y eso son palabras mayores.

Sin embargo, en cuanto la chica volvía a esa realidad distópica y absurda mil veces vista (mil veces vista mejor), el tedio volvía a apoderarse de Insurgente. Sin entrar en detalles del guión (no se cuanto se parecerá a los libros de Verónica Roth), la mayoría de actores parecen perdidos. Shailene Woodley es la mejor entre los jóvenes (aunque no sea mucho decir), tratando de dotar a su personaje de cierta personalidad pese al hecho de que es un cliché (personaje adolescente que debe salvar al mundo porque es especial). Su contraparte masculina es, por otra parte, lamentable; durante toda la película me pareció ver al Jesús Castro estadounidense (el chico de los ojos azules de "El Niño"). Entre los verdaderos actores encontramos a la histriónica Kate Winslet y a la desaprovechadísima Naomi Watts (la que supongo que cobrará más protagonismo en las próximas entregas).

En definitiva y resumiendo, Insurgente es plana, absurda y se hace condenadamente larga pese a durar tan solo dos horas. Lo único rescatable, como ya he dicho, es su fotografía y sus efectos especiales. Recomendable sólo a los que disfrutaron (aunque no sé como) de la primera parte.

Nota final: 4.9

(Perdón por suspenderla, pero me empezó a doler el pecho y el brazo izquierdo cuando pulsé el 5).

Diez minutos. Ni uno más. No he sido capaz de soportar más tiempo viendo este... No sé muy bien cómo definirlo. Diría que es un extraño batiburrillo de conceptos e ideas robadas de mil sitios diferentes conectadas porque sí y de mala manera para tratar de alargar la cosa hasta que el señor Sturgill Simpson se quedó sin canciones.

Hasta dónde yo he llegado se producen tres escenas:

En la primera seguimos a un coche negro (mezcla del coche fantástico y el de Toretto) que recorre una serie de lugares destruidos por, presumiblemente, una guerra nuclear. Las imágenes visuales son increíbles y la música es excelente. Parece un videoclip de Daft Punk que se les has salido un poco de presupuesto. Genial.

Genial, claro, si no fuera porque la segunda rompe por completo con lo visto hasta el momento. El escenario se traslada a un dojo japonés en el que nos encontramos con unos monjes tradicionales compartiendo templo con un samurái afroamericano (calco exacto de Afro, de la serie Afro Samurái) y un texano que forja katanas al ritmo de la música (esto ya es muy raro, lo sé, pero esperad porque sigue). A continuación aparecen unos hombres trajeados armados con revólveres del calibre... que sé yo... por lo menos 150. Y sé que suena exagerado, pero es que las balas les revientan la cabeza a los pobres monjes como si se las hubiera llevado por delante un tanque a 200 km/h. Lo sé. Sé que parece que ahora exagero todavía más, pero si no me creéis podéis verlo vosotros mismos. Aunque ya os digo (así directamente, por si se os da regular leer entre líneas) que no aconsejo ver esta ¿película? ni aunque os paguen dinero. Porque luego la cosa mejora con un humo azul que mata a los pocos que quedaban vivos tras la masacre. Un humo azul que fuman los hombres trajeados y que te deja como a Frodo con veneno de Ella-Laraña. Muy chungo y muy aleatorio. La escena termina con un superviviente encontrando la carnicería y un plano de su cara que promete venganza.

La tercera y última escena que me he obligado a ver nos vuelve a situar con el coche negro. Y ahora vemos que el conductor lleva una máscara estilo Yoshimitsu, así que parece que la historia va a tener algo de continuidad. Pues no. Porque resulta que bajo la máscara se oculta una mujer que hace las siguientes cosas en, aproximadamente, dos minutos: primero dispara a un tren con pinzas; luego derriba al mencionado tren con pinzas saltando sobre el techo (sin bajar del vehículo) y éste explota; después se enfrenta a dos carrozas-robot-gigante (totalmente calcadas de Batman Ninja, otro engendro de película de curioso y currado estilo visual, pero con nula trama y cero calidad narrativa) pilotadas por uno de los hombres trajeados y una bruja de las del estudio Ghibli hasta arriba de phoskitos; más tarde se coloca delante del coche negro (sí, delante, no encima; no preguntéis) y asesina con katanas a un grupo de gente al que le va el bdsm; acto seguido da saltos como un canguro para esquivar trescientos misiles lanzados por el hombre trajeado y, por último, decide que es el momento perfecto de ponerse a bailar interpretando una coreografía muy (totalmente) inspirada en "Thriller" de Michael Jackson...

...
...

Llegados a este indescriptible momento, como comprenderéis, decidí quitar tamaña porquería para evitar desarrollar múltiples problemas mentales.

Si leer esto anima a alguien a ver Sound & Fury no era (para nada) mi intención. En serio.

Y nada. Solo eso. Necesitaba desahogarme. Creo que ya.

Nota final: 0