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Argentina Argentina · Colastiné
Críticas de Adela Hache
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Críticas 42
Críticas ordenadas por utilidad
6
28 de mayo de 2014
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Virginia (Mora Recalde) es una joven solitaria que vive con su padre en una posada aislada, cerca de un bosque sombrío que limita con un mar agitado y acantilados ríspidos. Mientras llegan versiones de una peste que ataca a los animales del lugar, su padre se marcha para ayudar a un cuñado sobrepasado por la enfermedad de una de sus hijas, quien parece estar gravemente afectada de leucemia. Entonces, se produce la inesperada visita de Anabel (Romina Paula), hermana menor de la prima enferma, que también acusa síntomas de una debilidad extrema. Su presencia activa una seguidilla de acciones extrañas.
Entre Virginia y Anabel irá creciendo una relación veladamente erótica, mientras el afuera y el adentro se tornan cada vez más desasosegantes, en el devenir de una corruptibilidad general del cuerpo social y natural, sutil pero indetenible.

Sin descartar guiños a los mejores lugares comunes del terror vampírico, la historia se desmarca del género y se corre hacia el cine de autor. La puesta en escena busca la recreación de lo siniestro, eludiendo mostrar abiertamente los aspectos salvajes y sangrientos. La estrategia narrativa se apoya en la banda sonora y en imágenes veladas o sugeridas, con un trabajo metódico admirable del encuadre y la luz.
Se vale de recursos tan simples como una casa rodante abandonada en el bosque, el paisaje hostil o un cuarto donde el empapelado barroco parece continuarse en las floridas sábanas de un lecho femenino. Ese trasvasamiento donde se borran los bordes acentúa la alternante atmósfera onírica que participa también de los sueños sobresaltados de Virginia, angustiada por la transformación de los lugares cotidianos en peligros acechantes y oscuros.

El guión se desliza por los pasadizos de la psicología hacia la tensión sexual entre las primas. Mientras las protagonistas se aproximan en el interior de la casa, afuera se multiplican los animales desangrados y los murmullos sobre muertes a causa de una enfermedad indeterminada. La organización de la trama no busca develar un enigma, sino más bien dosificar una evidencia. Desdobla la atención entre las zonas oscuras del vínculo y el difuminado relato de terror. El eje siempre se mantiene sobre la intimidad de Virginia y Anabel, cuyos románticos nombres son una referencia al universo de Edgard Allan Poe, con frágiles heroínas de palidez mortecina y siluetas lánguidas. Como ellas, las protagonistas se mueven oprimidas por un clima victoriano reprimido pero al mismo tiempo atravesado por el eros, lo sobrenatural y el temor de lo que no puede controlarse.
Siempre, por debajo del cuento atemorizante, se entrevé la angustia de una unión prohibida y con sentencia de muerte, en tanto el vampiro debe ser destruido para evitar su propagación. De todos modos, el relato parece quedarse sin resto hacia su desenlace y deja la sensación de un final exangüe al que le falta una mayor contundencia: literalmente la historia se desangra.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Adela Hache
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Justin Bieber's Believe
Concierto
Estados Unidos2013
1,9
293
Documental, Intervenciones de: Justin Bieber, Usher, Ryan Good, Scooter Braun ...
4
3 de febrero de 2014
8 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Justo en el momento más controvertido en la carrera del ídolo teen que en diciembre pasado pareció tocar fondo, con fuertes rumores de deportación por su conducta antisocial, entre anuncios y desmentidas acerca de un alejamiento definitivo de la música, llega este muestrario hecho a medida de las admiradoras que necesitan seguir teniéndolo como referente, además de la poderosa estructura sostenida por miles de personas que en todo el mundo trabajan en la realización de sus tecnologizados megashows. En este flamante documental, que en los días presentes marcha entre los primeros de la taquilla, hay que olvidarse de aquellas polémicas extramusicales que han llevado a la estrella pop de los adolescentes a las primeras planas, porque las cosas han cambiado afuera, pero el contenido de este segundo registro sobre su carrera (el primero fue "Never Say Never"en 2011, que mostraba la construcción del fenómeno) no se propone indagar ni ser incisivo, lo que es evidente en la poca agudeza de las preguntas y de los registros visuales.
El director-amigo es el mismo y la estructura es la clásica mezcla de momentos del show, con el back stage y las entrevistas al entorno más cercano. Es permanente la intención de apuntalar la imagen angelada e inocente del ídolo, seleccionando cuidadosamente cada comentario, cada acción y cada sonrisa.
.

No es fácil buscar una reflexión fría sobre los puntos más interesantes de un documental de apenas 92 minutos sobre el fenómeno Biever. Es ante todo un producto ágil, estético y entretenido pero lejos de la imparcialidad necesaria para balancear los claroscuros del fenomeno. Apuesta a mostrar aquellos puntos de vista más correctos de una realidad contradictoria, apela a la emoción de sus receptores, a la belleza y al trabajo organizado para buscar la inspiración.
Una gran parte está dirigida a sus fanáticas: hay muchos planos detalle de ellas durante el concierto, palabras de amor y de histeria rayanos en lo cómico con escalas variadas de gritos. Uno de los momentos más interesantes del documental es precisamente la salida de la estrella desde un estadio luego de un show: la secuencia de las fans rodeando el auto y golpeándolo mientras aúlan es estremecedora: la camara subjetiva nos coloca en el incómodo lugar del que va alli adentro. También hay lugar para las lágrimas con la extensa aparición de Avalanna Routh, la nena de seis años que falleció en septiembre de 2012 luego de luchar contra un cáncer cerebral, y a la que Justin le rindee tributo en vivo.

La pelicula privilegia lo que quiere expresar el carismático Justin: se registra el proceso creativo desde su gestación, mostrando al ídolo que borronea versos sobre papeles en la soledad de su cuarto. Lo exhiben con su equipo más cercano, coordinando pasos con sus bailarines y sonidos con sus asesores musicales. Allí vemos cómo esboza sonidos junto a anónimos músicos avezados que intentan traducirlos y mejorarlos. El documental trata de parecer sincero y espontáneo, entre cuidadas imágenes de canciones perfectamente coreografiadas y pasajes del detrás de escena muy escogidos y cuidadosamente seleccionados. A pesar de todo y en medio de tanta dulzura y perfección, algo de verdad se mete por la ventana y se nota la necesidad de limpiar la imagen controvertida para mantener el negocio a flote.
. Más allá de lo que dice, se percibe cierta incomodidad y se menciona todo el tiempo a la presión sobre el ídolo. Este luce equilibrado y se minimiza -aunque se muestra- cierto incidente donde monta en colera porque lo insultan. Varias veces se lo pone en papel de víctima y le repiten que muchos lo quieren ver caer. El se limita a poner cara de circunstancia o reiterar que está siempre bajo presión, ante lo cual afirma que la mejor fórmula es invertir esa fuerza, esa mala energía y ..Volar!!! Y precisamente es ésa la idea fuerza que sostiene todo el recital, muy remarcada visualmente en el estilizado show que invita a entrar en su seductora burbuja, aunque no todo lo que brilla es oro.
Adela Hache
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