Esta valiente pero fallida película soviética fue premiada por dos razones, una que parecía ser crítica con la revolución comunista,( y eso entusiasmaba a la gauche divine) ya que el filme es verdaderamente distante con el desarrollo histórico de la guerra civil rusa y también con la evolución de los personajes, error imperdonable, bebiendo su guión de su muy superior referente literario enunciado en el argumento de la ficha de la película.
Y otra que adelantaba los estragos filmicos de la nueva ola del 68 en Europa que todavía son tan admirados por crítica y gafapastas varios.Me refiero especialmente a la cinematógrafia francesa y de los países del Este.

Pese a secuencias de gran fuerza visual, expresionistas y un realismo más que notable, la falta de una acción drámatica que progrese más allá de retazos o fogonazos ,reiteraciones innecesarias y crueles terminan por socavar el lenguaje que aunque crítico es puramente propagandístico para perder toda fuerza discursiva y argumental. Hasta aburrir, y caer en la estridencia histérica.

No la recomiendo excepto para los muy interesados en el cine soviético o para aquellos que quieran ver una rareza inspirada en un texto del gran e ignorado escritor soviético V.Grossman ,cuyo relato es muy maltratado y despojado de sus aciertos por esta película.

Esforzada y acertada recreación de época. Cariño hacia los personajes retratados, amor por los detalles y por el lenguaje tanto verbal como gestual. Buen quehacer de los actores principales Un muy taciturno, pine y una encantadora Grainger. Elegantemente filmada, sin las estridencias, efectismos ni neurosis habituales en este tipo de cine, aunque tampoco hay que perder de vista que es de disney. Empatizas con casi todos los personajes, incluso los más recios, antipáticos( la cerrazón del pueblo marinero frente a la ciudad se personifica en las diferencias entre la protagonista y el resto, se apunta al machismo de la época) ni siquiera odias el desagradecido papel que le toca defender a Bana, otra vez más desaprovechado en su talento.
Lo mejor los valores, reacciones, y ambientación de la película.
Lo peor, le sobra metraje, y hay algún bache, desajuste entre el retrato emocional, desarrollo y las secuencias de catástrofes. Queda lejos de conmover aunque en su exposición de las personas implicadas recupera valores, y signos de una educación en los que el cine debiera hacer mucho más hincapié. Visto la vulgaridad y exageración reinante.
Lo poderoso de la historia y la emotiva escena final, la hacen merecedora de un aprobado alto, y de un visionado más que agradable para una sobremesa.

Inspirada, madura, e inteligente comedia que cosecha buenas críticas pero pésima puntuación. Muy probablemente se deba a los factores ya enumerados, a que presenta huidas al drama existencial, parodias de otros géneros fílmicos, crítica social y al costumbrismo tan presente en el cine indie, la alta comedia italiana o nuestros clásicos referentes patrios. Elementos de es muy difícil conjugación y en esta película lo consiguen de forma notable pese a sus obvias y no disimuladas limitaciones televisivas. Esto no es apreciado por el público habitual de comedias español reacio al cambio y aún más a la reflexión y que espera otro contenido más sencillo, zafio y acomodaticio. Pues el papel muy bien interpretado por Valls deja al aire muchas vergüenzas de un español que no quiere verse reflejado ni en él ni en sus compañeros de desventura. Tal es la pericia de la escritura de la película que sirve como perfecta metáfora de la pandemia y de nuestra sociedad.

Honesta, valiente y extraordinariamente crítica película que lleva la denuncia de la complicidad alemana en los crímenes nazis y la hipócrita ingeniería social y negacionismo alemán a alturas de denuncia desconocidas en el cine.
La propuesta si bien transita por caminos conocidos, nunca cae en lo trillado.
No sólo es realista sino también verosímil en todo momento.
Gran trabajo de su director novel a tenor de los medios a su disposición y lo incomodo de su propuesta que no cae ni en la indulgencia ni en el victimismo.
Extraordinaria la labor de los personajes reales por empezar a quebrar la subterránea supervivencia del nazismo alemán décadas después del final de la guerra.
Que en 1958 se hablara de Auswich como campo de detención en el mejor de los casos evidencia que la película pone el dedo en la llaga.
Muy recomendable y superior a muchas propuestas de similar temática.

Muestra evidente del desprecio de Hollywood por el género de la ciencia ficción. Al que pretende hibridar con lo peor del indie, la petulancia del cine de autor , las influencias mal digeridas y peor plasmadas y el total y absoluto vacío de sus propuestas.
Una falta de ideas que se pretende paliar para engaño del espectador poco cultivado o demasiado influenciable con trampas varías, culebrón familiar y estúpidos flashbacks del pasado-futuro que siempre quedan bien en pantalla con efectismos varíos, aunque en realidad todo resulte tan innecesarios como la misma película.
El desenlace se ve venir una hora antes, a falta de más elementos de interés, uno reza para que la película no siga por la pendiente de la pedantería y el aburrimiento, pero no sólo no lo evita sino que se recrea hasta el rídiculo. No pensemos que esta película por ser moderna, no es caduca en su concepción, su maniqueísmo deja pequeño al de la guerra fría. Hay están los chinos, rusos y hasta los sudaneses. Las protestas contra el chavismo también tienen amplia cabida en el metraje de este despropósito. Se citan referencias históricas equivocadas. El infantilismo se disfraza de trascendencia new age que no deja de ser más que un desagradable producto con fuertes reminiscencias a la cienciólogia y valores familiares. Mala escritura de personajes, pobre recreación de los extraterrestres y una apatía reiterativa.
Que una película , como esta, una verdadera tomadura de pelo, tenga una nota tan alta, no hace albergar muchas esperanzas sobre el género ni sobre las capacidades e inquietudes de su público.
Abstenerse.