De la mano de este trío estelar de actores y del bueno de George Cukor nos llega esta joya del Hollywood clásico. Un guión enrevesado pero icónico que satiriza a las clases altas, mostrándonos sus glorias y sus miserias.

La historia es sencilla pero cuativadora, dando lugar a circunstancias cercanas al absurdo en las que los protagonistas reaccionan de forma a veces poco creíble (es cierto, hay que admitirlo) pero siempre desternillante.

El trabajo de los protagonistas es sobresaliente, todos ellos bordan sus papeles. Gracias a esta película James Stewart ganó el Oscar al mejor actor principal, aunque para mi gusto es quizá el que menos brille del trío protagonista. Hubiese merecido más el Oscar Katharine Hepburn o incluso Cary Grant. En cualquier caso tanto los actores protagonistas como los secundarios hacen un trabajo fantástico.

Mucho se ha escuchado sobre el carácter machista de la cinta... Efectivamente, incluso los personajes más progresistas como el de Tracy (Hepburn) acaban finalmente comportándose con una actitud machista flagrante. ¿Qué podemos decir? Es una película de la alta sociedad de 1940, actitudes que hoy en día nos parecerían impensables probablemente fuesen normales en esa época e incluso es posible que la película fuese bastante progresista en algunos aspectos. Vista en la actualidad, desde luego llama la atención el machismo latente en todos los personajes, pero no por eso es una mala película.

Una comedia ácida, sutil, brillante y tan bien ambientada que la sola visión en blanco y negro de los rostros de Katharine Hepburn, Cary Grant y James Stewart reflejando la opulencia de la clase alta nos traslada a la auténtica época dorada del cine clásico. De obligada visión.

Asombrosa, acojonante, impactante, estremecedora... Se me acaban las palabras... Entiendo que esta película está hecha a propósito para llamar la atención, porque ni el público menos exigente puede encontrar divertida esta mierda.

No es que los chistes sean tipo caca-culo-pedo-pis (tipo "niños grandes" o "Algo pasa con Mary"), es que esta película encumbra a ese tipo de humor hasta el Olimpo.

Las actrices parecen putones berbeneros. El humor es sencillamente denigrante, basándose en simular escenas de sexo a cada minuto y decir pene continuamente. No hay trama, ni interpretaciones, ni guión, ni dirección ni nada que merezca la pena.

Hay películas que intentan trascender y otras que solo quieren divertirnos o hacernos pasar un buen rato, totalmente de acuerdo. No pretendo ir de cultureta poniendo a parir esta película, hay muchísimas comedias románticas simplonas estupendas (ayer mismo vi con mi mujer "Crazy, stupid love" y nos encantó). Una película tonta que entretenga y haga pasar un buen rato tiene mucho valor, pero es que este engendro no es nada ni remotamente similar, esto no entretiene. Esta bazofia es ofensiva para las mujeres, para los hombres, para casi todas las razas o nacionalidades (terribles estereotipos en los personaje no americanos), en definitiva, para todo el mundo.

Solo merece la pena ver esta película para darte cuenta de que todas las películas horribles que has visto anteriormente en realidad no están tan mal... BOCHORNOSA!!!!!

Estamos quizá ante una de las películas más predecibles de la historia (permitidme ser un poco exagerado). La ausencia total tanto de brillantez como de errores clamorosos, unido al buen mensaje de la cinta y al hecho de que la acción que es relativamente entretenida, hace que el resultado final no sea malo del todo. Es una buena película para pasar un buen rato.

Los personajes están todos totalmente estereotipados, desde el gordito guarda de seguridad de buen corazón, pasando por el maltratador y la maltratada, hasta el protagonista: el padre coraje... Todos los "buenos", son buenísimos desde el primer minutos. Todos los "malos", absolutamente todos, se van volviendo mejores al avanzar la trama...

Al menos Denzel Washington interpreta a este personaje con 48 años y resulta relativamente creíble, ya que ahora sigue haciendo de héroe de acción casi 20 años después y pega mucho el cante.

La trama resulta dinámica y a pesar de que se conoce el final desde el minuto uno, la película se hace amena cuando no se busca nada más que pasar un rato frente al televisor. Los errores, que los hay (ver zona spoiler), no deslucen demasiado el resultado ya que no son clamorosos como en otras películas similares.

Sin que sea brillante en absoluto, hay algo en la película que hace que no te arrepientas de haberla visto al acabar, que ya es más de lo que muchas otras obras similares consiguen.

He visto esta interesante película sin haber visto antes el trailer y sin estar para nada influenciado por su engañosa compaña de marketing, ya que la desconocía totalmente. En general me ha gustado mucho la forma de tratar la trama, el enfoque, la estética de cuento de bosque encantando y la metáfora social que se expone.

El principio me parece lo mejor y más interesante de la película, cuando el director juega contigo sin decirte si lo que se muestra es realista o fantástico. Es en esta parte, cuando además de explican a fondo los personajes principales, cuando más brilla la película.

Posteriormente se aclara realmente la trama, dando lugar a una serie de interpretaciones (que no son tan complicadas como dice todo el mundo) que siguen siendo bastante interesantes.

Ahora bien, para rematar la historia se recurre a un final bastante inverosímil que hace el resultado final no llegue a más que una obra con muy buenas intenciones. Lo aclaro en el spoiler.

Una película con una estética fascinante, unas actuaciones muy buenas (sobre todo Bryce Dallas Howard), una banda sonora hipnótica y en general un punto de vista diferente que merece sin duda la pena ver. Nada más y nada menos

Me ha parecido una película muy entretenida, que me ha hecho disfrutar y pasar un buen rato recordando el estupendo clásico de la factoría Disney “El Rey León”, que hace tiempo que no veía.

El remake no aporta nada nuevo con respecto a la película original, ni falta que hace. Intentar modificarla en exceso hubiera sido, probablemente, empeorarla. La novedad es la apariencia rejuvenecida y diferente de la cinta gracias al “live action”, que ya es bastante.

La película copia plano a plano sin pudor alguna a obra de 1994, con cambios realmente mínimos (algunos sin sentido, como el guiño a “La bella y la bestia” de Pumba al cantar “¡Qué festín!”). Pero es que es esto precisamente lo que veníamos a ver. Solo cambian los efectos visuales, que nadie puede negar que son magníficos.

En general no soy amigo de los remakes. ¿Qué sentido tiene hacer una versión moderna, con actores malos, actrices malas, directores malos, a todo color de, por ejemplo, “Psicosis”? Pues ninguno, mire usted. El que no quiera ver la original porque no le guste el blanco y negro o por el motivo que sea, que se quede en su casa y aquí no ha pasado nada.

En cambio estos remakes que hace la propia casa Disney de sus clásicos animados de siempre adaptándolos a la pantalla con actores de carne y hueso o con efectos digitales me parece que tienen más sentido. No tratan de mejorar los originales, solo los reestrenan otra vez de la mano de sus mismos creadores con una imagen actualizada. Solo nos pretenden hacer pasar un buen rato disfrutando de una obra que hace mucho que no veíamos con un aspecto renovado. Y ésta obra en concreto me ha gustado mucho, me parece que los efectos digitales en los animales estaban muy conseguidos y que la película respetaba mucho la original.

Para mí tiene muchísimo más valor hacer una obra nueva y buscar sorprender al mercado cinematográfico, por eso no paso del 7 en mi valoración. Pero en estos tiempos que corren donde los estudios no quieren arriesgar ni medio euro en las superproducciones y se apuesta por volver a vender lo mismo una y otra vez hasta que la vaca se queda sin leche, yo me quedo mil veces con este rey león que con un Terminator 6, un Transformers 17 o un Fast & Furious 22 y un tercio.