Esta película tiene dos mitades con dos puntuaciones diferentes, la primera, por el tiempo que tarda en contar tan poco, no se le puede dar más de un 1 y la segunda, algo más interesante, se merece un 6, aunque quizá se merezca un poco más, pero el aburrimiento de la primera parte no sólo me hace desistir de tal idea sino que también me hace rechazar la idea de calcular la media de las dos puntuaciones, pues esta película no merece ni el 3,5 que sale de dicho cálculo.

Película con un guión bastante pobre y carente de cualquier tipo de interés que pueda engancharte lo suficiente como para querer terminar de verla. El único interés es conocer un poco más la forma de vida en los Estados Unidos por culpa de la Ley Seca. Las excelentes actuaciones sobre todo de James Cagney y la calidad con la que se filmó son las que hacen que la película no sea un auténtico desastre.

Te tiene que gustar mucho el cine mudo o Chaplin para poder valorar esta película con una nota más alta del 5, pues ni ofrece una gran historia ni los gags son tan graciosos.

Aún así, la cinta se merece un 5 porque siendo muda, llega a entretener.

Película que no es de terror, ni de suspense, ni de intriga ni de nada que tenga que ver con lo anteriomente señalado y lo peor es que no llega ni a ser entretenida.

Película lenta, no porque tarde mucho en desarrollarse el guión, sino porque está plagado de diálogos más cortos de lo normal y, la mayoría de las veces, sin ningún tipo de interés, por lo que la historia en sí que pretende contar se queda en nada, dando como resultado un producto hecho para que los actores se luzcan, aunque al menos, en eso, no decepciona.