Otra oda al poder, contra los menos favorecidos, si, pudo ser otro despropósito, pero entre chascarrillos, se cuelan diálogos tan sorprendentes como inteligentes, mujeres empoderadas, en absurdos e innecesarios desnudos, pero con unas actuaciones que sobresalen en cada escena, por esas extraordinarias actrices.

Otra demostración fallida de la intoxicada maquinaria de entretenimiento norteamericana contaminando la genialidad de aquellas concisas producciones inglesas.

En honor a la verdad, en honor a la gente, reivindicar el respeto a la gente de este maltrecho régimen de absurdos, por Patricia Heras, por la verdad, por la tolerancia, por la gente, por la justicia, por la verdad.

Un desgaste de talentos y tiempo, para ofrecer una historia de 60 ó 90 minutos, en una muy larga, tediosa, repetida y desgastado cuento que no atrapa, ni entretiene ni más. Otra pena.