Un grupo de actores y actrices británicos de esos que uno se frota las manos anticipándose a lo que vendrá: seguramente un gran disfrute.. Pero.. el cine es tan impredecible como el futbol amigos, por eso amo tanto a ambos. En fin, hay aquí un bodrio infumable del señor John Madden, quien a juzgar por este producto es un perpetrador de películas de muy baja estofa (y a juzgar por sus otros títulos casi diría que también). Qué diálogos increíbles, qué situaciones inverosímiles, cuánta melaza "british style" esparcida por ahí.. Para peor notamos un despilfarro de dinero sin ton ni son, filmando en un lugar de la India que debe ser de los menos vistosos y cimematográficos de ese bello y venerable país.. La historia que se nos cuenta está llena de cliches y mensajes remanidos sobre la vejez, los prejuicios, el amor, la autoconfianza, el no bajar los brazos.. todo explícito, burdo y con la sutileza de un orangután en una relojería. No me explico cómo este mamarracho llegó a calificar aquí con seis puntos.

Una buena historia, un buen guión donde todo cierra. Buenos actores. No es una película de denuncia social, aunque el tema del racismo esté tan presente. Este es mas que nada un recurso para pintar una ciudad como Los Angeles; un tema universal como nuestros prejuicios y muchas veces el temor a lo distinto, a lo que no conocemos. Y lo impredecible que podemos ser a veces, para bien y para mal.

Una buena comedia, que no tiene gran originalidad porque "roba" un poquito de todos lados: Las familias disfuncionales están de moda en la TV, el cine y todas partes. La road-movie familiar ya se ha hecho muchas veces. La crítica al estilo de vida americano, cientos de millones. Películas con figuras infantiles que se ponen la historia al hombro hay montones. Pero no importa, porque esos seis personajes están muy bien delineados y perfectamente interpretados. El guión es inteligente, las escenas hacen reir sin necesidad de caer en el mal gusto. Prometedor debut de estos directores. Ya lo dije, los seis actores son brillantes, pero destaco especialmente a Abigail Breslin y Paul Dano (los hermanitos Hoover).

Me acuerdo allá lejos y hace tiempo, cuando vi "Hombre mirando al Sudeste", la que creo fue la ópera prima de Eliseo Subiela. Me gustó tanto.. Hace poco volví a verla. Me sigue pareciendo muy buena, aunque descubrí que aparecían -incipientes- los vicios que iban a transformar a este director en un monstruo. Algo así como aquellos pelitos de la espalda que le aparecían a Jeff Goldblum en "La Mosca" de Cronenberg. Pasaron mas de 20 años y hoy ya es tarde: Subiela es La Mosca, y se la pasa devorando, vomitando, devorando y volviendo a vomitar cine, en un círculo vicioso terrorífico y desagradable. Y hablando de círculos, en aquella primera película Rantés esperaba que sus compañeros intergalácticos lo vinieran a buscar.. en ésta, su último film aparece Julio, el hermano loco de la protagonista, internado en un manicomio y esperando lo mismo. Fin del ciclo. Listo. E.T. phone home!! Vengan!! Llévense a Subiela!!!!

Me había hecho demasiadas expectativas con este documental. Una pena, finalmente resultó ser una película burda, básica, elemental.. hecha por -quizás me equivoque, pero juzgo por el resultado- novatos que pareciera encontraron un gran filón (las filmaciones caseras del matrimonio protagonista: Kimberley y Scott) y la rodearon sin ton ni son de frases hechas, lugares comunes a mansalva e imágenes artificiosas desprovistas de toda carnadura. La mayor parte del tiempo se escuchan frases grandilocuentes sacadas de libros de autoayuda o de La Biblia del Sur profundo norteamericano. Al rato uno se cansa de tanta pose y tanto efectismo y comienza a revolverse en el asiento despotricando por el despilfarro del material fílmico y la esencia de la historia misma. Una verdadera lástima, porque ni el mas recalcitrante conservador puede ignorar la desidia e indiferencia con que el Gobierno Federal y Estadual trató a la comunidad mas pobre de Nueva Orleans. Con un mínimo de capacidad, estilo y elegancia se podría haber hecho algo muchísimo mejor.. ¡Y pensar que algunos acusan de efectista a Michael Moore..!