Y el jefe cantaría:

"Ain't no angel gonna greet me
It's just you and I my friend
And my clothes don't fit me no more
I walked a thousand miles
just to slip this skin"

Y ahí van caminando los protagonistas, desamparados, al costado de la vida y cargando las miserias de un mundo que va sembrando muertos.
Cuatro historias densas, pero no tanto, profundas, pero no tanto, aunque si reales, lamentablemente. Cuatro historias que se desarrollan a fuego lento, sólidamente, con diálogos justos, pero que al momento culminante se disparan como salidas de otro film y ... uno no sabe que pensar... ¿Es genial o un delirio? Ni una cosa, ni la otra, es un cierre un tanto edulcorado pero con un mensaje digno.


Cine indie clásico y ópera prima de Mark Webber, filmada en 25 días y casi entre amigos, datos que enaltecen el producto final.


1600producciones

Déjame que decida
que la vida fue el único error.
Déjame a mi suerte
que no hay muerte si no hay también perfección.

Y sal, pánico, sal,
sal de mi mente.
Nadie nos prometió
vivir eternamente.

Bajo sábanas blancas
sé que guardas tu pobre interior,
como en una mudanza
hacia un sitio que te han prometido mejor.

Ahora que nada espero
y que no hay nada ya que añorar,
ahora hasta el mismo cielo
me acompañará en la cuenta atrás.

Parece decir Nancy, como salida de una trágica y sórdida canción de Nacho Vegas.
Para ella el pasado y el presente son demasiado y quiere escapar, de sí misma, de su marido indiferente, de su miseria y de su psicóloga (que naufraga entre la culpa y la incompetencia). Para ello acude a un amigo-desconocido del chat (otro ser atormentado) y juntos emprenden la huída, pero no una huída triunfal, sino una oscura, llena de vacíos y dolores incurables, de esos que unen, de camino hacia el más puro final.

Muy bien filmada, de actuaciones impecables, adecuada fotografía con excelentes colores para acompañar lo trágico de la historia, pero solo para ver un día en el que estés de muy buen humor, pues de lo contrario generará en ti, un estado de ánimo peligroso...

Ocho almas occidentales buscando redención, ocho sufridos animales de de un zoo urbano de colores grises. Para algunos habrá rescate, para otros oscuridad.

La peli arranca un poco confusa, pero el correr de los minutos, aporta cierta claridad sobre las historias de estas almas en pugna con el existir.
Con ritmo pausado, delicadamente musicalizada y cierta estética indie, los personajes van desarrollando sus acontecéres con dispares resutados, pero sin que ninguno se desarrolle en profundidad (lo cual fue un pena, ya que algunas de las historias se presentaban bastante interesantes) y esto nos da como resultado: un film a medio camino de todo; que no está mal, pero tampoco sobresale.

Evitar mirarla un día de lluvia, puede resultar perjudicial para su salud.

-Quiero sentir algo- dice la muchacha.
-Nosotros también, si de eso se trata la historia ¿No?

Agridulce historia islandesa. Un derrotado por la cotidianeidad de un matrimonio típico, busca un salvavidas que al menos lo deje flotar un rato más. Pero claro todo tiene sus costos, duros tiempos de culpa y redención le esperan. Con permanentes flashbacks este isleño arma una muy buena peli, con altibajos pero plenamente disfrutable y con un par de escenas magistrales.

1600producciones

Más que un film esto es como una pequeña anécdota de fin de semana, escrita y filmada con honestidad y realismo, con todo lo bueno y todo lo malo que esto significa.
La típica crisis numérica, esta vez situada en los cuarenta, donde un chico grande aburrido y medio freaky, busca más compañía que la de su gato, aunque tampoco está seguro de esto... inseguridad, temores, certezas dudosas, en fin... lo que en general nos ocurre a todos y sin dudas, el marco perfecto para un film independiente, minimalista y con perlas musicales adornado, que no suma ni resta, pero ayuda a pasar el rato.

A veces una peli, es solamente un peli...