Esto es una gran ejemplo de lo que es buen cine, independientemente de su nacionalidad o género, pero particularmente los cineastas españoles deberían tomar esta película como referencia y dejarse de hacer tantos bodrios infumables para luego llorar por que nadie ve sus películas.

María Ripoll, respaldada por un excelente guión de Albert Espinosa, nos ofrece una bellísima y elegante historia en la que se mezclan con soltura temas tan variados como el amor, la amistad y la muerte, sobre la cual gira toda la película.

También ha sabido tratar temas como la homosexualidad sin recurrir a ningún tipo de cliché, haciendo uso de una naturalidad que debería estar presente en otro medios. También cabe destacar la estupenda banda sonora, de esas que merece la pena comprar por separado.

Y por supuesto, esta excelente producción no llegaría a buen puerto sin las magníficas interpretaciones de todos sus actores, destacando especialmente el trío de amigos, con unas caracterizaciones que ya quisieran muchos actores de renombre. Si siguen así tienen un gran futuro.

Gracias a esta película, la cual he ido a ver casi de casualidad (y ahora me alegro de la elección), vuelve a tener fe por el cine español, y me hace creer que aún puede ofrecer productos de excelente calidad, como Tu vida en 65 minutos.

Junto a Premonition, una de las peores películas de terror oriental que he visto nunca. No hay ni un sólo susto, incoherente al máximo y aburrida hasta decir basta, y todo esto dicho por un amante de este género. Una secuela nefasta de una gran película.

A estas alturas todos conocemos la saga, por lo que en lugar de hacer comentarios de introducción, iré directamente al grano. Si quieres divertirte durante una horita y poco con unas cuantas parodias de conocidas películas, sin esperar un peliculón (por que sería francamente estúpido hacerlo), ve a verla, seguro que reirás.

Algunos gags (a estas alturas no habrá ningún rezagado que no sepa que la saga va de eso, bueno, menos los críticos, que nunca se enteran de nada...) están francamente bien, mientras que otros, aunque pueden hacer reir, están ya algo vistos para el público más introducido en este género. Anna Faris, como siempre genial, y Regina Hall retoma su personaje, aunque en una faceta algo distinta a las anteriores pelis.

Está claro que quien espera un trabajo del tipo de las obras anteriores del director, o bien cine sin pretensiones y que no haga pensar, saldrá decepcionado de la sala. Pero si quien va a verla está dispuesto a disfrutar con un guión enreversado, una atmósfera inquietante y un aire de confusión y de pesadilla (me refiero a los sueños en los que todo es muy raro, no a los de pánico), resultará muy satisfecho con esta obra muy diferente a la basura que abunda ultimamente en las carteleras. Una excelente opción para quienes disfrutamos del cine diferente y experimental.

Mis expectativas frente a esta película no apuntaban alto, pese a que la pareja protagonista me arrancó más de una carcajada en la anterior película en la que trabajaron juntos, la reciente Sólo amigos, pero al ver las excelentes críticas de gran parte del público americano (siempre a juzgar por los votos de las webs), me hacían pensar que quizá no era tan mala como parecía a juzgar por el tráiler.

Y una cosa está clara, el traíler no engaña a nadie, la película es tan mala como parece, y sólo se salva del 1 por alguna que otra escena suelta que sí hace gracia, pero que se hunde dentro de este conjunto burdo, soez, desagradable y sin sentido alguno.

Coincido con Caith en que actores como Anna Faris, Justin Long o Alana Ubach (la chica borde) consiguen salvar un poco este bochorno. Creo que el tema daba para sacarle mucho más jugo y hacer sin duda una gran comedia, ástima que aquí se les haya ido la mano con "chistes" sobre el pene, insultos que no vienen a cuento y demás a lo que ultimamente se acostumbran a meter.