Me cuesta pensar que lo que le sucede a la protagonista a lo largo de la película le pueda pasar a una persona real, todo es negativo, toda persona que se cruza tiene malas intenciones salvo una, y está casi en peor situación. No obstante y salvando las distancias cualquier persona puede llegar a identificarse con Lilya, en el sentido de llegar en la vida a un callejón sin salida, un punto de impotencia en el cual no depende de tí cambiar las circunstancias. ¿Se puede perder la ilusión por vivir con 16 años? Es factible pero improbable en mi opinión, en la vida real por fortuna hay más gente buena que mala, cosa que no se aplica en este film. La ambientación resulta simple y sórdida, la banda sonora es muy pobre y frívola, se echa de menos más emotividad musical en varios momentos. De todos modos el espectador queda invadido de principio a fín por un demoledor sentimiento de tristeza y compasión hacia la protagonista, que hace ver los problemas de uno un poco más pequeños.

Evan (Aston Kutcher) tiene el poder de viajar a cualquier momento pasado de su vida mediante la lectura de su diario personal. Se marea con saltos en el tiempo al epectador continuamente y suceden cosas muy improbables en esos viajes para seguir dando vida al argumento. Aunque es una película original y diferente en su argumento, tiene los típicos tintes frívolos de película americana de adolescentes.

Esta película no aporta nada nuevo, salvo un toque de drama junto a lo cómico, es más de lo mismo, tópicos patrios y situaciones ya repetidas mil veces en otras producciones españolas. En lo positivo, es una película fiel a la vida cotidiana de un barrio de cualquier ciudad española, resulta todo cercano, por ello entretenido, pero igual que cualquier capítulo de cualquier serie nacional de comedia. No tiene una trama que enganche, simplemente ves acabar la película por lo realista y humano que resulta todo lo que sucede, podría ser tu entorno perfectamente. El recurso del chiste fácil continuo, empleado tantas otras veces, sobrepasa la ordinariez en demasiadas ocasiones, especialmente en el personaje de Opo. Es un "a ver quien la suelta más gorda". Se puede hacer reir sin llegar a esos extremos, pero para eso se ve que hay que estrujarse más el coco. El personaje de Angel de Andrés (Lolo) lo mejor de la película, Maria Galiana hace de lo de siempre y del resto del reparto no destacaría a nadie . El final es mejorable.

El extraño comportamiento del protagonista es lo que mantiene al espectador pegado a pantalla, que al menos en mi caso, pensaba que ese comportamiento estaba motivado por una cosa, y al final se ve que es otro motivo muy distinto, haciendo cambiar radicalmente la opinión que tienes sobre su persona.

Película de fácil digestión, sencilla, directa y donde todo va muy rápido, se hace algo corta. Si el protagonista, un padre que clama venganza por el secuestro de su hija, en lugar de ser un espía retirado es un padre convencional, la película sería la fantasmada del siglo. El que fuera esa su profesión da una moderada credibilidad y cancha ancha a todo lo increíble que se ve a lo largo de la película. Conviene no ser muy exigente en eso para no sentirse decepcionado tras verla, solo asi recomiendo verla. Al final veo un fallo argumental importante que comento en el spoiler.