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Críticas de Eduardo García
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Críticas 46
Críticas ordenadas por utilidad
8
5 de septiembre de 2022
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película El aviador (Martin Scorsese, 2004) es un drama biográfico que cuenta con dos reclamos muy potentes: su director y su protagonista. Ante todo, es una obra que está muy bien hecha, con una gran factura técnica aunque algo carente de alma en su único y principal hilo conductor, que es la historia del estadounidense Howard Hughes (1905-1976). Este fue un polifacético hombre que en su momento llegó a ser considerado el más rico del mundo. Durante la primera mitad del siglo XX, Hughes ejerció como pionero en varios campos que hoy en día son partes fundamentales de la vida moderna: el cine y la aviación.

Este es el primer biopic puro que reseño, ya que en La casa Gucci y Los duelistas la narración tenía más aristas, mientras que en El aviador toda la trama se centra en la vida de Hughes, interpretado por el célebre Leonardo DiCaprio. La primera escena de la película nos muestra a su personaje de niño, cuando su madre le implanta la obsesión por los gérmenes y la limpieza. Esta es la clave para entender al protagonista, ya que el resto de la narración se desarrolla en su vida adulta, aproximadamente desde los 20 hasta los 45 años. En esta obsesión por los gérmenes Scorsese pone el foco y muestra como en los momentos más inoportunos Hughes, a pesar de su brillantez, parecía estar loco por culpa de ese TOC; por ejemplo, cuando manda retirar las flores del hospital para que no atraigan insectos o cuando no se atreve a salir del baño de un hotel porque no quiere tocar el pomo de la puerta con la mano. Como siempre, Scorsese sabe meternos en la mente del protagonista con un par de movimientos de cámara, lo que denota maestría.

A lo largo del film vemos como Howard Hughes fue todo un pionero primero en el cine -utiliza técnicas modernas y sabe que lo que más atrae al público a las butacas es el morbo violento y erótico-. Pero, sobre todo, fue un pionero de la aviación, ya que realizó importantes innovaciones en el diseño de aeronaves y logró varios récords de velocidad con modelos que él mismo diseñaba. Todo esto le convirtió en una verdadera celebrity dentro de la sociedad estadounidense, lo que le llevó a codearse con las mayores estrellas del cine de aquella época, a las que vemos en la película muy bien caracterizadas de la mano de intérpretes como Cate Blanchett -Katharine Hepburn-, Kate Beckinsale -Ava Gardner- o Jude Law -Errol Flynn-.

Lo mejor del film son la recreaciones, pues se nota que es una cinta de gran presupuesto -110 millones de dólares- y, sobre todo, Leo DiCaprio, que logra una metamorfosis sublime, merecedora de un Óscar que no ganó. Todo el peso de la trama recae sobre sus hombros, no hay apenas escenas en las que él no aparezca y, gracias a papeles como este, antes de cumplir 30 años se consolidó como un actor de prestigio que hoy en día es el más famoso del mundo. Además, recogió el testigo de Robert de Niro como fetiche de Martin Scorsese, y es curioso que la próxima película de este director vaya a reunir a los dos intérpretes por primera vez bajo sus órdenes. Se titulará Killers of the Flower Moon y está previsto su estreno este año.

En los aspectos negativos, lo peor de El aviador es que el guión no acaba de transmitir una auténtica emoción ni densidad en el relato, la mayoría de eventos se tratan de forma superficial a pesar de sus casi tres horas de duración y, cuando todo termina, el poso que deja se diluye rápidamente. La narración nunca pierde el ritmo ni llega a aburrir, no se producen lagunas, pero tampoco alcanza momentos deslumbrantes. Metafóricamente, la cinta se mantiene en una escala de grises. Resulta casi paradójico que una película con interpretaciones tan buenas no llegue a emocionar en ningún momento.

CONCLUSIÓN

Creo que El aviador es una película aceptable aunque sus resultados estén lejos de los mejores trabajos de la filmografía de su director como Taxi Driver, El cabo del miedo, Casino o El irlandés. Es un largometraje minuciosamente realizado, especialmente en el aspecto fotográfico y el diseño de los escenarios, pero que no llega a puntos brillantes a lo largo de su trama. Una película sobre aviones que nunca llega a alzar el vuelo.

En su día la recepción del público fue buena ya que casi dobló en taquilla su presupuesto. Triunfó de manera agridulce en las galas de premios; obtuvo el Globo de Oro y el BAFTA a mejor película. Sin embargo, el premio gordo, el Óscar, se le resistió, aunque no se fue de vacío ya que ganó cinco estatuillas de once nominaciones: mejor actriz de reparto -Blanchett-, montaje, fotografía, diseño de producción y vestuario. La recepción crítica fue desigual aunque generalmente positiva. Actualmente se la considera una obra menor dentro de la filmografía de Scorsese.

https://noesmasquecine.blogspot.com/2022/01/el-aviador-dueno-de-los-cielos.html
Eduardo García
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8
13 de noviembre de 2022
10 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
El pasado viernes se estrenó en cines la película española As bestas (Rodrigo Sorogoyen, 2022). Irónicamente, la cinta llega con retraso a las salas de nuestro país -en Francia debutó el 20 de julio- y justo el fin de semana de un estreno de Marvel. No parecen circunstancias favorables, sin embargo, la acogida se prevé buena. En lo artístico, la película es un notable en el resultado final aunque contiene tramos de sobresaliente y otros de justito suficiente. La cinta de Sorogoyen era uno de los largometrajes más esperados de este último tramo de 2022, por lo que merece la pena su reseña.

El reparto está constituido por Marina Foïs como Olga, Denis Ménochet como Antoine, Luis Zahera como Xan, Diego Anido como Lorenzo y Marie Colomb como Marie, la hija de los franceses. No son superestrellas, pero me paso la peli entera pensando «¿de qué me suena el actor francés?». Hasta que salgo de la sala, lo busco y me doy cuenta que es el mismo que daba vida al granjero acosado por Christoph Waltz al comienzo de Malditos bastardos (Q.T., 2009). Por lo que existe un velado guiño de esta película a aquella, ya que en esta Ménochet también da vida en cierto modo a un granjero acosado. Esta vez no por los nazis, si no por sus vecinos.

As bestas es una buena película, excelente en la mayor parte de su metraje pero que incurre en el error de llegar al clímax demasiado temprano. Desde ese momento, la historia se parte en dos y lo que hasta entonces era un fascinante relato de violencia entre vecinos, rozando el paroxismo, de repente invierte su punto de vista y se convierte en un retrato de la pérdida y la soledad. Habrá a quien le parezca brillante esta decisión de guión, a mi me ha fastidiado un poco porque las imágenes de la película me parecían más poderosas en la vertiente de thriller que en la de drama. El epílogo es ciertamente insatisfactorio.

Ese flojo epílogo o último tramo transforma lo que podía haber sido una obra maestra en una película que finalmente se queda en el notable. No obstante, As bestas merece la pena porque narra una historia impactante con naturalidad en la acción, es decir, el relato de unos rifirrafes que podrían suceder perfectamente en la vida real. De hecho la historia está inspirada en unos acontecimientos similares ocurridos en el año 2010. Aún sin conocer ese dato, uno sale del cine convencido de que esto puede pasar. Lo mejor de la peli es que la diferencia entre buenos y malos, a pesar de existir, contiene muchos matices y el espectador es informado de los motivos que tienen los malos para confrontar, que resultan hasta cierto punto comprensibles. Estos matices en los personajes son los que sacan a la peli del terreno del cine convencional para convertirlo en cine elevado, de gran calidad. Aunque -debido a su bajón final-, también irregular.

A pesar de las dudas, el balance definitivo es bueno. Sorogoyen demuestra su enorme crecimiento y consolidación como uno de los mejores cineastas de este país. El director de El Reino, Que Dios nos perdone o la miniserie Antidisturbios aprovecha al máximo el impresionante entorno natural de la trama, mostrándolo como un lugar idílico de la naturaleza pero convirtiéndolo en un infierno de violencia por la acción humana: la ira y el rencor. En el film la tensión acaba inevitablemente por estallar, lo que envenena las personalidades y hasta los cultivos de los personajes. Incluso se establecen símiles visuales entre hombres y animales, como el sometimiento del caballo en el prólogo que se repite más adelante con las personas. Al final, el título de la película -Las bestias, en castellano- ya nos da pistas.

Conclusión

La película As bestas es ahora mismo una de las mejores experiencias para vivir en una sala de cine. Posee tramos excepcionales, aunque le falta algo más. Tal vez haber contado la historia íntegra desde el mismo punto de vista. Aún así, es una película áspera en el buen sentido, realizada con dedicación y excelentes interpretaciones. Atención al papel de Luis Zahera como Xan, una de las caracterizaciones más naturales y acojonantes del cine español.

La recepción tanto de taquilla -avalada por los buenos resultados en Francia- como de crítica está siendo muy positiva. La película pasó por el Festival de Cannes, por el de San Sebastián -donde ganó el premio del público- y por el de Tokio -donde fue galardonada a la mejor película, dirección y actor, Ménochet-. Sin duda, una de las favoritas para los próximos premios Goya.

https://noesmasquecine.blogspot.com/2022/11/as-bestas-la-violencia-estalla-entre.html
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Eduardo García
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7
5 de septiembre de 2022
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antes de asaltar el cielo de Hollywood, el director norteamericano Alejandro González Iñárritu (México D.F., 1963) recorrió los bajos fondos de Barcelona con la película Biutiful (íd., 2010). Aunque sin la inestimable ayuda de su guionista habitual, Iñárritu cuenta una historia de fuerte componente dramático, como toda su filmografía anterior. Pero no un drama vacuo ni artificial, sino una auténtica tragedia con fuerte carácter de denuncia social, centrada en aquellas personas que sobreviven de espaldas a la sociedad a pesar de habitar en la ciudad más turística y resplandeciente de España. De esta manera, el director de El renacido consigue una película sucia y oscura sostenida en gran medida por la colosal interpretación de su protagonista, Javier Bardem.

Con estos mimbres, el terreno para el melodrama está arado y abonado, pero Iñárritu trata de darle un carácter a la narración que más allá de buscar la empatía con Uxbal, nos muestre cómo es su mundo y los ambientes en los que se mueve. Su estilo es mantener las emociones del protagonista de un modo más bien hermético, sin buscar la lágrima fácil, excepto en pequeños momentos en los que la narración se detiene y Uxbal confiesa sus miedos a una mujer que es la única con la que se puede permitir el lujo de derrumbarse, pues en el mundo en el que se mueve la debilidad se paga cara. El film también adquiere un punto de fantasía ya que, es su papel de protector de los desamparados, Uxbal posee la capacidad de comunicarse con los espíritus de los recién fallecidos, lo que le sirve para aliviar a aquellos familiares que no pudieron despedirse como hubieran deseado de sus seres queridos.

Todo el alma de la película gira en torno al martirio interior de Uxbal, algo que funciona gracias a Javier Bardem, sin ninguna duda el mejor actor español que hay. Su interpretación es excelente, llena de matices, algo que solo puede lograr alguien de su categoría. Como comentaré al final, este papel le valió alguno de los reconocimientos más prestigiosos del mundo del cine. El resto del elenco del film está muy bien escogido, ya que la enorme interpretación de su protagonista está complementada con algunos rostros conocidos del cine español, como Eduard Fernández o Karra Elejalde. Y no dejan de sorprender otras actrices cuasi desconocidas como Diaryatou Daff o Maricel Álvarez, que desgraciadamente no han hecho mucha carrera después de este largometraje.

El estudio de personajes es fundamental en Biutiful, y para mí ha resultado especialmente llamativo el de la recién mencionada Maricel Álvarez, que hace el papel de Marambra, mujer separada del protagonista. Por su carácter bipolar, Uxbal la ignora hasta que sabe que se acerca su final e intenta hacer las paces por el bien de sus retoños. Pero la relación se acaba rompiendo por el resentimiento que ella le tiene y que paga con el hijo pequeño de ambos, Mateo, pegándole e insultándole para desahogarse de su padre. Y acostándose con su cuñado, el hermano de Uxbal, para llamar la atención y hacerle sufrir. A excepción de ella, todos los personajes de la película transmiten una humanidad impresionante que solo un director de la talla de Iñárritu puede lograr.

En otros aspectos de la cinta, lo más llamativo es la imagen sucia y saturada que logra el director de fotografía Rodrigo Prieto. Mientras que otros compañeros suyos nos mostraron Barcelona como una ciudad bella y luminosa, Prieto logra una sensación de angustia y decadencia imprescindible para que el argumento conecte con los suburbios en los que se ambienta. Este es el apartado más, digamos, anticomercial de la peli y que puede echar para atrás a la gran mayoría de la audiencia, puesto que en ningún momento se contemplan cosas agradables, digamos que la narración no se ventila ni recibe luz a excepción de la escena inicial y final en el bosque nevado. Otro aspecto a tener en cuenta es la banda sonora de Gustavo Santaolalla, que logra preciosos acordes que acompasan correctamente los momentos más dramáticos de la trama.

CONCLUSIÓN

De naturaleza pesimista, esta película no se va a colar entre mis favoritas debido a su carácter desasosegante, pero me ha gustado. Los dramas sociales siempre tienen algo que los hace conectar con el espectador más sensible aunque, naturalmente, no te dejen una sonrisa cuando llegan los títulos de crédito. 21 Gramos (2003) o Amores Perros (2000), también de Iñárritu, son ejemplos de este tipo de obras. Más adelante, el director mexicano cambiaría de registro y firmaría dos largometrajes consecutivos en Hollywood: Birdman (2014) y El renacido (2015), que le valdrían sendos Óscar a la mejor dirección.

Biutiful dejó a la crítica dividida entre aquellos a los que les conmovió la historia y aquellos a los que no. Pero de forma unánime todos reconocieron el esfuerzo interpretativo de Javier Bardem que le otorgó el premio a mejor actor en Cannes y en los Goya, y nominaciones a los Óscar y BAFTA como mejor actor principal, un logro destacable para una película en idioma español, que también fue nominada a mejor largometraje internacional en ambas galas. En definitiva, Biutiful es una buena cinta, bastante triste, que recomiendo a todos aquellos a los que no les importa ver algo que les produzca aflicción.

https://noesmasquecine.blogspot.com/2022/01/biutiful-en-paz-con-uno-mismo.html
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Eduardo García
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8
5 de septiembre de 2022
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El musical Annette (Leos Carax, 2021) es un drama que fascina visualmente. Gracias a un fenomenal diseño de producción, vestuario y puesta en escena -premio a la mejor dirección en el pasado Festival de Cannes-, la película entra muy bien por los ojos, se siente hipnótica, aunque la trama se hace difícil de digerir. El inicio, con un videoclip, promete un espectáculo animado, pero en cuanto entra en escena el personaje de Henry McHenry el desconcierto es inevitable. Este sujeto, muy bien interpretado por Adam Driver, es un humorista con un show muy ácido y peculiar: mientras hace el mono por el escenario, cuestiona los principios morales de los espectadores e interactúa con ellos. Se dedica a contar su vida personal. En ese momento, me invade una sonrisa porque me recuerda a aquel capítulo de Los Simpsons en el que Homer se hace profesor y la única manera de llenar sus clases es contando a sus alumnos las intimidades de él y su mujer.

Referencias aparte, esos tramos de película, en los que el protagonista airea su vida a modo de entretenimiento, funcionan muy bien en una doble dirección, ya que el espectador se entera de cómo es ese personaje, y además muestran la relación de McHenry con sus espectadores, que pasará de un idilio absoluto a un desprecio cruel.

El montaje paralelo nos muestra a la otra protagonista, Ann Defrasnoux, a la que da vida la magnífica y bellísima actriz francesa Marion Cotillard. Ella es una prestigiosa cantante de ópera y junto a McHenry forma la pareja más glamurosa y de moda del mundo del espectáculo. Son perseguidos por los paparazzi y retratados habitualmente en la prensa del corazón. Viven felices, se quieren mucho, y, como esta película es un musical, sus diálogos están compuestos por canciones, entre las que destaca la preciosa We love each other so much ('Nos queremos demasiado').

CONCLUSIÓN

El poderío visual que despliega Leos Carax junto a su directora de fotografía Caroline Champetier es abrumador, los escenarios están muy bien escogidos y la luz y los encuadres fascinan, sobre todo en los planos diurnos e interiores. Se puede decir que es el musical más logrado desde La La Land (Damien Chazelle, 2016). Las canciones no desentonan y ambos protagonistas derrochan carisma gracias también a un magnífico vestuario y peluquería. No sería ninguna sorpresa que en los próximos premios Óscar este film se lleve la estatuilla en varias de esas facetas.

Personalmente, la película me ha gustado, en el fondo la historia del amor romántico y los celos, aunque mil veces vista, funciona bien y toca la fibra del espectador. En la forma, la película es un prodigio, un envoltorio dorado, y eso es lo que más destaco, la potencia de sus imágenes.

https://noesmasquecine.blogspot.com/2021/09/annette-historia-de-un-tormento.html
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Eduardo García
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9
5 de febrero de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hoy vengo a hablar de una miniserie de televisión que he visto recientemente y me ha encantado. Se trata de Fargo (Noah Hawley, 2014). Los más aventajados del lugar vendrán a decirme «no Edu, te equivocas, Fargo es una película, no una serie». Y tendrían razón, porque existe una película de culto con el mismo nombre. No solo con el mismo nombre; también con similares ambientación, tono y hasta personajes. Porque la miniserie que hoy traigo bebe de aquel ejercicio de cine negro de los hermanos Coen para contarnos una historia igual de fascinante y terrible. Una historia de asesinatos, venganza y engaños que ocurre donde nadie lo espera, donde nunca pasa nada.

La miniserie Fargo nos traslada en el año 2006 a una ciudad pequeña llamada Bemidji, situada en el estado de Minnesota, en los Estados Unidos. Minnesota es uno de esos estados gélidos y poco habitados del medio oeste americano donde la vida se desarrolla con normalidad entre la nieve y las rutinas del día a día. La gente va de casa al trabajo y del trabajo a casa porque ahí fuera hace un frío que pela. Todos sus habitantes más o menos se conocen y forman una comunidad monótona pero agradable. Si la serie siguiera así, nadie la vería. Pero la trama no tarda en presentarnos a nuestro protagonista: Lester Nygaard, un perdedor nato. Nygaard es un vendedor de seguros mediocre, sin amigos y casado con una mujer que le desprecia, de forma insidiosa, porque no ha llegado nada lejos en la vida. Quedaos con la copla.

Acto seguido la serie nos presenta a nuestro «villano», un hombre llamado Lorne Malvo, cruel y despiadado. Malvo es un sanguinario asesino vendido al mejor postor. Actúa por su cuenta, lo que le convierte en un cazarrecompensas del siglo XXI. Esta condición de lobo solitario le otorga mucho poderío a nivel cinematográfico y convierte a este personaje en el más carismático y magnético de toda la serie. Lorne Malvo además está interpretado por Billy Bob Thornton, todo un actor de prestigio, que le da a al personaje matices herméticos y siniestros difíciles de superar.

Nuestro perdedor Lester Nygaard está interpretado por Martin Freeman, una cara conocida del universo de 'El señor de los anillos'. En Fargo hace un trabajo asombrosamente bueno, consigue que incluso el espectador empatice con sus actos repugnantes. Te cae mal pero no quieres que le pillen. Nygaard y Malvo son las caras oscuras de la historia. Pero esta es una trama a cuatro. Y los otros dos protagonistas son dos policías de la zona, llamados Molly Solverson y Gus Grimly, e interpretados por la actriz Allison Tolman y por Colin Hanks -sí, el hijo de Tom-. Ellos dos tratan de descifrar la gran trama criminal que se urde en esos parajes helados. Pero tienen muchas complicaciones, porque la buena fama de Nygaard hace difícil que sus superiores los crean cuando lo acusan de asesino. Tampoco son policías infalibles al estilo CSI, si no que ellos mismos cometen muchos errores en la investigación que dan alas a los criminales.

La magia de Fargo es la calidad de sus guiones y puesta en escena. Si bien a veces la historia tiene algún altibajo, en general es tremendamente fascinante. Esa huida hacia delante de Nygaard con la policía detrás suyo, y la sombra del terminator Malvo planeando es de esos relatos que te pegan al sofá. La banda sonora, la partitura que acompaña a la serie, a pesar de no ser original -pues está reciclada de la peli original- es todo un acierto, le da una gran profundidad dramática a esta trama.

Otro aspecto sublime de esta serie es su atmósfera, es decir la ambientación, el universo que crea. A pesar de ser solo diez capítulos, el grupúsculo de personajes secundarios que nos presenta está súper logrado. Tenemos una viuda estilo femme fatale, un sicario sordomudo, un dueño de supermercados chantajeado -la subtrama que más me gustó-, un jefe de policía ingenuo, etc. Como curiosidad este último, el jefe de policía ingenuo, está interpretado por Bob Odenkirk a.k.a. Saul Goodman.

Conclusión

La miniserie Fargo me ha parecido un sobresaliente. La trama está cocinada a fuego lento y aún así mientras la ves te recorre una sensación de inquietud, de que nadie está a salvo, de que cualquier cosa puede ocurrir. La logradísima ambientación sumada a unos guiones fantásticos y un elenco escogido con mano divina te da como resultado una de las mejores miniseries de televisión. Esta ha sido la crítica de la primera entrega porque Fargo cuenta con cuatro temporadas que funcionan como miniseries independientes, con tramas diferenciadas.

Por tanto, las historias comienzan y terminan en una decena de capítulos. Un formato que no es nuevo pero que resulta especialmente interesante. Fargo además hace gala de un humor negrísimo que hasta le aporta un registro cómico a la serie. Esta primera entrega se estrenó en el 2014 y ganó numerosos premios, entre ellos los Emmy a mejor miniserie de TV y mejor director, además de los Globos de Oro a mejor miniserie de TV y mejor actor para Billy Bob Thornton. Es una coproducción de FX y la Metro-Goldwyn-Mayer y actualmente la podéis ver en streaming en HBO Max, Movistar+ y Prime Video. Si os gustan las tramas criminales, corred a ponerla

https://noesmasquecine.blogspot.com/2023/02/fargo-sucedio-donde-nunca-pasa-nada.html
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Eduardo García
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