Nunca me intereso mucho el cine de Almodóvar. Sus temas, sus guiones cada vez mas surrealistas, su obsesión por determinados aspectos de la marginalidad mas cochambrosa, pero que él supo llevar a su terreno y convertirlo en monumentos de la modernidad, y su obsesión por una especie de fetichismo gay, realmente no me interesaba y las películas que había visto de él me parecían folletines de sobremesa rodeados de un envoltorio postmoderno y glamuroso. Pero La mala educación me ha impactado de una manera asombrosa.

Vale, es más de lo mismo, pero el guion tiene una audacia narrativa, y da un giro tan arriesgado, que te atrapa en un torrente emocional que no te suelta hasta el último fotograma, la manera de rodar trasciende supone un nivel superior que películas anteriores (Y a ello ayuda mucho la magnífica fotografía de Jose Luis Alcaine) y la asombrosa actuación de García Bernal, Luis Homar y Giménez Cacho (Fele Martínez esta perdidísimo) ayudan a trascender el ámbito del folletín rosa y melodrama desaforado característico de su cine y llevarlo todo hasta una increíble sucesión de imágenes y secuencias cargadas de emoción, y todo muy bien rodado, con pulso de maestro. En mi opinión, su mejor película.

Erice se encuentra en un balcón de una zona costera. El las olas del mar mecen suavemente la costa, y el sonido de las gaviotas es muy relajante. Cierra el libro que está leyendo, le da un trago a su copa, y empieza a escribir una carta cuyo encabezamiento es: Querido Abbas. Cápsula fílmica de apenas 4 minutos, que supone un bonito y sincero homenaje de Erice a su admirado Kiarostami. Merece la pena emplear 4 minutos de tu vida en verlo.

Simpática y tontorrona comedia de disputas familiares. Los enrevesados giros del guion y los pretendidos efectos sorpresa se ven venir a kilómetros, y Michael J. Fox no lo hace mal. Pero lo mejor de la película es Kirk Douglas, que en esta cinta de 1994 hace de un anciano en sus últimos años y a día de hoy (31-12-2012) sigue vivito y coleando, dando guerra y espero que por muchos años, y hace una interpretación magnifica. El resto de los personajes (Los codiciosos) son caricaturas.

Pero lo mejor de la pelicula, para un erotómano fetichista como yo, es la escena de la increíble Olivia d'Abo (La princesa Jehnna de Conan el Destructor) en un traje de rejilla que quita el hipo. Curioso también el detalle de que el mayordomo se llame Douglas.

Más de lo mismo. Que sí, que la guerra civil fue muy dura, que se cobró miles de víctimas inocentes, y que la postguerra fue muy, muy dura. De eso ya se ha encargado el cine español de recordárnoslo "cienes y cienes de veces". Que los republicanos eran valientes, idealistas y maravillosos y los nacionales malvados y feos.

Las dos horas se llegan a hacer insufribles. Las dos protagonistas, intentando ser dramáticas y trascendentales (Se quedan en el intento) no consiguen salvar la monotonía general. Y de risa que alguien se pueda llegar a creer que son hermanas. Error garrafal de casting. La dirección es plana, impersonal. La voz en off, irritante y reiterativa. Panfleto republicano sin el menor interés. Tópicos a punta pala. Y más aburrido que ver crecer un ficus

Durante años, un grupo de niños que daban clases de informática con el señor Friedmans, fueron supuestamente violados y sodomizados a diario. Sin embargo, nunca dijeron nada a nadie ni llegaron a casa llorando, ni los padres, que se pasaban por las clases continuamente y sin avisar, se percataron absolutamente de nada. Al ser preguntado el fiscal por las pruebas forenses de las violaciones dice: "NINGUNA". La juez llega a decir, "Nunca tuve dudas de su culpabilidad". Arnold Friedmans murió en la carcel, y el hijo menor cumplió 13 años de condena, aun siendo menor de edad en el momento en que supuestamente cometió los hechos. Muchos de los niños supuestamente violados no recuerdan que pasara nada, y la policia llego a utilizar tecnicas como la hipnosis, la autosugestión e interrogatorios manipulados para obtener de los niños lo que ellos querian escuchar. Parece que fue suficiente prueba el hecho de las revistas pornográficas de menores encontradas en posesion de Arnold Friedmanas, para, ante la presión de la opinión pública, una sociedad histérica sedienta de "caza de brujas" y la ira de los padres de los niños, que sin embargo, durante años no se percataron de nada extraño, la sociedad y una enorme campaña de desprestigio se cebara sobre ellos.

Espeluznante y amargo documental, que no necesita caer en lo escabroso ni el morbo barato para explicar, a traves de grabaciones caseras de los propios Friedmans, el desarrollo de descomposición de esta familia. Es emocionante ver el grado de unión de esta familia ante la adversidad, los hermanos y el padre en todo momento son una piña, se creen, se apoyan, se ayudan, defienden su inocencia, y solo la madre es mas escéptica en todo este tema. El film deja al espectador sacar sus propias conclusiones, y es asombroso hasta que punto, a traves de las grabaciones caseras, puedes entrar en la intimidad familiar, hasta un punto que a veces llega a resultar incómodo, otras veces entrañable. Muy buena película.

Nunca sabremos lo que ocurrió en casa de los Friedmans. Nunca sabremos si son culpabes o inocentes. Lo que si sabemos es que no tuvieron un juicio justo.