No soy de los que adoran Pixar. Ni me gusta "Los increibles" ni "Ratatouille" ni "Up". De hecho, me disgustan bastante por aburridas y sobrevaloradas. La trilogía de "Toy Story" está bien sin más, tirando a aburrida por momentos. Quizás salvo de la quema "Bichos", "Buscando a Nemo", "Monstruos S.A" y los primeros cuarenta minutos de "Wall-e". "Brave" no tenía garantías de que me gustara de antemano, como me puede pasar con ciertos directores, estudios o actores, que hagan lo que hagan sé que estará bien. Sorprendentemente, "Brave" me ha parecido lo mejor que ha hecho Pixar hasta el momento, a pesar de que las críticas no la han acompañado al cien por cien. Visualmente es preciosa, tiene un guión muy divertido y un trasfondo bastante adulto. Además, está envuelta con el encanto que envuelven las leyendas, algo de lo que carecen los títulos que he mencionado anteriormente. Mérida, la protagonista, es posiblemente mi princesa Disney favorita junto a Ariel, con la que coincide, además de en el color de pelo, en la rebeldía y las continuas peleas con sus padres. Y es que la adolescencia es una edad muy mala incluso cuando se es la primogénita de uno de los clanes escoceses de la Edad Media.

Yann Sammuell dirigiendo la novela de Eva Ibbotson no suena del todo mal. La historia, para quienes no la conozcan, sigue la estela de los relatos de Roald Dahl, un cuento supuestamente infantil con toques de humor negro, a lo "Charlie y la fábrica de chocolate". En "The Great Ghost Rescue" ("Fantasmas en peligro", el libro en español) un grupo de fantasmas desahuciados buscan un nuevo hogar. El susto viene cuando de repente, y teniendo en cuenta que el director tiene en cartel "La guerra de los botones", "The Great Ghost Rescue" deja de ser un proyecto futuro y se desvela que ya está rodada. No sólo eso, sino que sale directamente a la venta en dvd... Suena muy mal, ¿no?

El principio de la película es bastante dinámico y disfrutable. Tanto los personajes como los decorados están a la altura del cuento original. Los diálogos son ingeniosos y en más de una ocasión me hicieron reír. Mención especial para George, la calavera en llamas que desde luego es de lo mejorcito de la película.

La cosa comienza a flojear a mediados del film, y es que precisamente, deja de tener interés alguno para retomarlo en los últimos 15 minutos. Es una historia que no necesita una hora y media para ser contada y eso hace mella.

De todas formas, es una agradable sorpresa comprobar que la adaptación del libro ha salido de forma digna, aunque sea en dvd, y que es una película con la que pueden disfrutar tanto niños como mayores.

He de confesar que lo primero que me atrajo de esta película fueron los chicos en bañador. Y para mi sorpresa, nada más empezar salen desnudos. Pero si se hubiera quedado ahí la cosa, no hubiera aguantado las dos horas de metraje. Lo que nos depara es una historia emocionante de deportes, a lo serie manga de los 80 (Oliver y Benji, Raqueta de oro, La panda de Julia...) y unos personajes tremendos, poco habituales en el cine por/para adolescentes. Recomendada para los amantes del anime, del manga, y de los chicos asiáticos con poca ropa.

Larry Clark es uno de mis directores favoritos, y esta película es un manifiesto de su cine, un batiburrillo de historias protagonizadas por adolescentes que viven de lleno, sin ellos quizás ser conscientes, en una permanente angustia existencial, tan sólo calmada por el sexo, las drogas y el skate. El entorno (sus padres, vecindarios, educación…) tampoco ayuda mucho. Y Larry Clark no se mete en juzgar ni en mostrarnos buenos ni malos, parece que simplemente planta la cámara en la vida de estos chicos y punto. Estuve TODA la película con el corazón en un puño, se me hizo cortísima y contuve la respiración en tantas ocasiones que ya ni recuerdo. Yo cuando una película me hace llorar de tristeza, llorar de la risa o me provoca el dejar de respirar, la tengo que calificar de Excelente. “Ken Park” es excelente. No creo que las vidas de la mayoría de la gente difiera mucho de las vidas de estos skaters. Claro, cada uno suple su angustia existencial como puede, o como sabe.

Sin lugar a dudas, la gran película del 2012 ha sido "Diamond Flash". Compuesta por capítulos aparentemente independientes que comparten una estructura similar: Un diálogo larguísimo que te atrapa y te deja con ganas de saberlo todo sobre sus protagonistas. Al final, por supuesto, todo tiene que ver con todo, aunque las preguntas no siempre obtengan respuestas sino más preguntas. Eso sí, no se la recomiendes a cualquiera. Es tan rara que probablemente no le gustará a ninguno de tus amigos, ni siquiera a los que son fans de Los Vengadores, porque aunque Diamond Flash sea un superhéroe, esta película tiene de todo menos heroícas hazañas: Pederastia, secuestros, fabadas, lesbianas, el tarot de los animales prehistóricos, mujeres maltratadas y un final, que madre mía, qué final. Vuelve aquí y me das tu opinión cuando lo veas y si se te quedó la misma cara de tonto que a mí. Y por cierto, la edición (maravillosa) en dvd incluye un cómic de lujo, con pasta dura y a todo color, con algunas historias inéditas que alargan la estancia en el truculento mundo de Diamond Flash durante unos (agradecidos) momentos más. Imprescindible.