Apenas unos minutos antes de escribir esta crítica, bajo al único estanco abierto un domingo a las 13 horas, y me encuentro frente a él, con una paciente, pero ferviente cola de más de 25 metros, y he aquí una curiosa reflexión en imágenes, sobre la muerte, hasta cierto punto más eficaz que la de cualquier tablero de ajedrez que se vanaglorie.

"El séptimo sello" es un film, aceptable, lamentablemente, más que nada por su carácter testimonial de lo que fue, en los cincuenta del siglo XX, el cine europeo en general, y el de Bergman en particular. "El séptimo sello", es quizás la película más significativa de su autor, a pesar de que nunca fue considerada por éste, como su producto más redondo,( lo cual dice mucho de su perspicacia) y en mi opinión cede en calidad, desde luego, a la más interesante "El manantial de la doncella", tanto por su fuerza testimonial, como por la expresividad de los símbolos empleados a pesar de compartir un casi idéntico "leitmotiv"

Bergman, compone una muy trillada alegoría medieval sobre la vida y la muerte, las futiles veleidades de la primera y la inapelabilidad de la segunda, con un buen uso del blanco y negro, y logrando crear en amplios exteriores, algún que otro plano de claustrofobia deprimente, que lo desmarca, eso sí, de forma brutal, de las acarameladas visiones de Holliwood.

Dicho esto, hay muy poco más que resaltar. "El séptimo sello" podría haber sido una película más aceptable, de no incurrir Bergman en la continua recurrencia al "estereotipo" más descarado y a la iconografía más "obvia" haciendo que la película,( nacida con una intención absolutamente adulta), ofrezca, con la perspectiva de los años, una visión excesivamente ingenua, no pocas veces, llena de inocua pretenciosidad, que no supera, en mi opinión, ni de lejos sus buenas intenciones, (contribuyendo a restar puntos la inexpresividad de un Max Von Sydow, que para mi gusto, consiguió sus mejores actuaciones en su singladura americana.

En definitiva, un medianamente aceptable intento entre lo realista y lo "conceptual, bien servido en imágenes, y ridículamente sobrevalorado, al que hoy en día se le ve demasiado el plumero, a la mente de un público más sofisticado en sus exigencias, y todo ello, a pesar de sus pretensiones intelectuales, pretensiones más construidas, quizás, por espectadores demasiado mediatizados por la magia del mito, que por la propia intención de su autor. Se deja ver y gracias....

Si bien la version 2020 en imagen real, no logró en China la recaudación deseada, y de hecho, ésta fue bastante paupérrima (a pesar de que las mayores esperanzas de amortización se vislumbraban en este mercado) ignoro si la Mulan animada, corrió la misma suerte. De ser así lo hubiera tenido de sobras merecido.

La película de Barri Cook y Bancroft, al servicio de la sempiterna factoría, es uno de los últimos tributos a la comercialización funesta de las tradiciones populares de otras naciones, e incluso se diría que es una especie de bofetada occidental americana a la terrorífica "Nippon Animation" y sus espantosos engendros adaptativos de personajes de la cultura occidental. (aunque dicha compañía fuese japonesa y no china, parece como que siendo oriental todo queda en casa....)

En cualquier caso dudo mucho que el pueblo chino saludara con fruicción la vergonzosa occidentalización de uno de sus mitos, que hace esta película, ni su visión "ópera bufa" que hace de su cultura, ni sus infumables chascarrilos "referenciales" ( véase el bochornoso final) ni la presencia ¡de hunos! en una China de "traca", que aparecen con el aspecto de una especie de "golens" con ojos de lechuza, vaya usted a saber por qué.

Disney se preparaba para abordar nuevos retos de mano de Pixar, y para sacar al mundo genialidades como Monstruos S.A o la maravillosa Wall-E, pero antes de eso necesitaba desquitarse, al parecer con un último exabrupto de despedida. O lo que es igual, con un escupitajo de sangre, eso sí, con excelente animación para disimular lo insultante de la propuesta, sobre una de las leyendas chinas más tradicionales. ¿Qué importa una más? Ya lo había perpetrado,(siguiendo al pie de la letra idénticos esquemas), con los héroes del Olimpo griego, e incluso con el selvático personaje de Rice Borroughs, consiguiendo que a cualquiera que hubiere leído las novelas de éste, le rechinaran los dientes de rabia.

Una de las peores de la factoría, no tanto por los planteamientos argumentales en sí, sino por el hecho de que tratándose de una de las últimas incursiones disneynianas en el terreno de la animación 2D. era inevitable la reiteración "ad nausea" de los mismos. Ya que no respetan a los autores conocidos, respeten al menos las leyendas populares. ¿Se meten los chinos con Paul Bunyan?