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Críticas de Cinemagavia
Críticas 3.995
Críticas ordenadas por utilidad
6
12 de julio de 2018
29 de 41 usuarios han encontrado esta crítica útil
Puntuación: 5,5

LA VIDA DE LA CREADORA DE UN MONSTRUO

Mary Shelley desvela la historia de la joven Mary Wollstonecraft Godwin (Elle Fanning) y su ardiente y tempestuosa relación con el poeta romántico Percy Bysshe Shelley (Douglas Booth). Ambos sienten un flechazo inmediato al conocerse y ante la oposición de la familia de Mary a su noviazgo, la pareja decide huir, acompañados por la hermanastra de ella, Claire (Bel Powley).

Los altibajos en su relación se agudizan durante su estancia en la casa de Lord Byron (Tom Sturridge) en Ginebra y es allí donde Mary concibe la idea de Frankenstein, cuando, como juego, se propone a todos los invitados escribir una historia de fantasmas.

Pero la sociedad de ese momento concede un nulo valor a las mujeres escritoras y con tan solo 18 años, Mary se verá obligada a desafiar estos prejuicios para proteger su trabajo y forjar su propia identidad.

Mary Shelley es la autora de la famosa novela Frankenstein, pero también es una joven con una vida sentimental turbulenta, a la que le gustan las historias luctuosas, con un ansia de cariño que plasmará en su innovadora obra, en la que da vida a un ser necesitado de afecto y repudiado por todos.

La película que nos ocupa está basada en la vida de Mary Wollstonecraft Godwin (posteriormente pasaría a llamarse Mary Shelley) (Elle Fanning), la mundialmente famosa escritora de Frankestein, y precursora de la literatura de ciencia ficción.

Mary, hija de unos padres brillantes y liberales, adquirirá una educación amplísima. Refugiada en los libros, a los que tenía fácil acceso pues su padre era librero en Londres, escribía desde pequeña compulsivamente novelas del género negro, con abundante sangre y casquería.

En un viaje a Escocia descubrió la paz que Londres le esquivaba, y a Percy Bysshe Shelley (Douglas Booth), un aspirante a poeta con el ego por las nubes, el guapo subido y con el que empatizó rápidamente.

Con él iniciaría una relación tortuosa, en la que ella ponía el romanticismo y el amor, y él, el egoísmo y el gusto por las relaciones libres y abiertas. Uno se divertía y la otra sufría.

En aquel verano de 1816 el tiempo se volvió loco. El frío no remitió, las lluvias inmisericordes anegaban los campos y el ánimo de la gente. Mary, junto con su pareja, Shelley, y su hermana Clara se refugiaron en la mansión de Lord Byron (Tom Sturridge) en Ginebra.

Se entretenían como podían, con juegos atrevidos de parejas y hasta escribiendo historias, de hecho, Frankestein surgió de un reto que propuso Lord Byron en esos días, de escribir cada uno un cuento.

Mary concebirá en esos días Frankestein, la innovadora obra epistolar que trata sobre el mayor reto posible en la ciencia, dar vida a un cuerpo muerto.

Después de escribir el libro, descubrirá consternada, que a una mujer no le está permitido escribir en un género tan atrevido y aparentemente masculino como es el de Frankestein, y deberá luchar por hacer valer sus derechos ante una sociedad arcaica y retrógrada.

LA CREADORA DE MARY SHELLEY

La rompedora Haifaa Al-Mansour dirige esta película, a la que se siente especialmente ligada ya que la vida de la protagonista, una joven que lucha contra las constricciones de la sociedad, se parece a la de ella, una mujer criada en Arabia Saudí, con derechos limitados para la mujer.

A Haifaa Al-Mansour la vimos dirigiendo La bicicleta verde, que también trataba de una joven que luchaba contra las estructuras sociales. La tuvo que dirigir escondida en una furgoneta oscura, para que nadie la viera detrás de la cámara por ser mujer.

Con estos antecedentes, ¿quién mejor que Haifaa Al-Mansour para dirigir una película sobre la opresión de las mujeres? Estaba escrito en el destino que debía de ser ella.

LOS PROTAGONISTAS

Elle Fanning, quien da vida a Mary Wollstonecraft Godwin, al ser una joven de edad similar, tiene una complicidad especial con el personaje y su ideología progresista, ajustándose perfectamente su interpretación a una joven apasionada por la vida, por la escritura, defensora de sus derechos.

Su partenaire en la ficción, Percy Shelley (Douglas Booth) sorprenderá con su interpretación rica en matices en este largometraje de un personaje complejo, que se cree un poeta, rebelde y escandaloso.

EL TEMA DE LA PELÍCULA

El título Mary Shelley, en principio nos sugeriría que el argumento en sí, sería la vida de la autora de Frankestein, pero que incidiría más en el proceso de escritura de la novela y posterior edición de la misma.

Sin embargo, en esta película, la trama principal es la intensa y tortuosa vida de una joven sumamente culta. Una muchacha en extremo liberal para principios del 1800, atrapada en las limitaciones que la sociedad impone a una mujer, y que cae en un amor turbio y complicado.

Nos encontramos con varias tramas:

*La lucha de una mujer por sobrevivir en una sociedad que la constriñe
*Su amor por la escritura
*Su ansia de cariño y su historia de amor espinoso en la que se combina el amor y el terror en porciones idénticas.

Todas estas narraciones están envueltas en una perfecta ambientación fruto de un cuidado estudio de la arquitectura y decoración de la época. En algunos planos casi se ve el previo estudio de dibujo que se ha hecho antes de grabar, que convierten muchas escenas casi en retratos dignos de enmarcar.

CONCLUSIÓN
Una película que a los que esperaban que se tratase más de la novela Frankestein, de su proceso y de su trama, les va a defraudar. Sin embargo, a los que vayan a verla sin ese tipo de expectativa, les va a sorprender agradablemente el retrato de la época y la curiosa vida de la protagonista.

Escrito por Luz Nogués
https://cinemagavia.es/mary-shelley-pelicula-critica/
Cinemagavia
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4
30 de abril de 2021
27 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
*Un comienzo muy clásico

La apariencia de las cosas (Things heard and seen) nos hace ver desde el mismo inicio que la originalidad no va a ser una de sus virtudes. Lo hemos visto mil veces. Un familia llega a su nueva casa, y de pronto comienzan a ocurrir eventos extraños. Ruidos inexplicables, muñecos escalofriantes y la presencia de espíritus perturbando la paz familiar. En realidad, todo lo que vemos es de primero de casas encantadas, un material constituyente de tantas película de terror que es difícil pillar desprevenido al espectador avezado.

Más allá de estos trucos de abracadabra, la película también decide internarse en el drama familiar. Ya desde el comienzo, La apariencia de las cosas (Things heard and seen) nos enseña que el matrimonio formado por Catherine (Amanda Seyfried) y George (James Norton) no está construido sobre sólidos cimientos. Dicha sensación se va subrayando cada vez más, hasta quedarnos bien claro que la pareja tiene demasiadas costuras y temas pendientes. La vertiente más cándida de la familia, como es previsible, es la hija de ambos, Franny (Ana Shopia Heger), aunque no tendrá demasiado peso en la trama.

El lugar al que se mudan los protagonistas es una pequeña y bucólica localidad del Valle del Hudson, al norte del Estado de Nueva York. Y es que las películas de terror con espíritus domésticos son más características si se sitúan lejos de la gran ciudad, y la comunidad a la que llegas tiene sus propios y oscuros secretos.

*Dramas y fantasmas

La apariencia de las cosas (Things heard and seen) se bifurca argumental y estilísticamente en dos senderos. Uno propio del cine de terror sobrenatural y otro revestido de drama familiar. El problemas es que en ninguno de los géneros hay la cantidad de energía suficiente como para aterrorizar o conmover. El terror es tópico, previsible y ligero, con trucajes ya utilizados ad infinitum y ejecutados sin mucha pericia. La trama sobrenatural viene y va, dispersándose demasiado como para hacer mella. Se pretende adornar con un par de pinceladas ocultistas, incluso mencionando al místico sueco del siglo XVIII Emanuel Swedenborg, pero tampoco se profundiza demasiado como para que estos saberes metafísicos nos seduzcan.

El drama familiar acaba resultando romo y banal. El matrimonio formado por Catherine y George se va alejando y desintegrando paulatinamente. Ambos, pero particularmente George, comienzan una serie de flirteos que funcionan como síntoma del naufragio de su relación. Sin embargo, es Catherine la que se lleva la peor parte. Ha renunciado a su trabajo en Nueva York pata seguir a su marido, no se integra mucho en su nueva comunidad, y se siente cada vez peor tratada por su cónyuge. De estos mimbre se podría haber sacado un drama de cierta eficacia, pero a la hora de la verdad la plasmación es culebronesca. En estos menesteres La apariencia de las cosas (Things heard and seen) es más un telefilm de sobremesa que otra cosa.

La convergencia entre ambas tramas se nos irá explicando poco a poco, pero en el ínterin la narración es lineal, sosa, y reúne apenas los requisitos mínimos como para mantener un rescoldo de atención. En base a esto, otro problema es que el montaje es algo aleatorio, cortando situaciones que podrían desarrollarse más, y ofreciendo otras que no prosperan.

*Elenco y aspecto de La apariencia de las cosas

La apariencia de las cosas (Things heard and seen) no destaca tampoco en el plano visual, algo importante en la personalidad de una película de terror. La fotografía desaprovecha los pintorescos paisajes del norte del Estado de Nueva York. En general, el aspecto de la película es rutinario y digno de una película para televisión. Ello no sería óbice para ofrecer momentos plásticos y aterradores, pero La apariencia de las cosas (Things heard and seen), tampoco tiene la audacia de la serie b más imaginativa. La música pasa con más disimulo si cabe.

A falta de haber leído el material literario original, el guion no perturba ni atemoriza. Los sustos son de baratillo, y las atmósferas carecen de intensidad. Poco a poco se va observando cierto comentario social en la película, inspirándose en el egoísmo masculino y sus nefastas consecuencias sobre sus parejas. Incluso hay momentos en los que parece querer tener cierto parentesco con El resplandor (1980), quedándose a muchos kilómetros de distancia. Los directores, Berman y Pulcini, cuentas con obras notables como American splendor (2003), pero no cogen el pulso a esta historia.

No solo vamos a glosar las partes negativos. Un tanto a favor son las actuaciones, el nivel donde la película es más competente. Amanda Seyfried sin hacer nada espectacular nos causa empatía y pone fácilmente al espectador de su parte. Todo un veterano como Murray Abraham aporta distinción y, aunque quizá con desgana, va soltando chispas de talento. Por su parte James Norton no alcanza a ser el personaje temible que podría ser, pero como sujeto repelente está razonablemente bien. Como curiosidad, aparece otra veterana ilustre: Karen Allen (la Marion Ravenwood de Indiana Jones, etc) en un pequeño pero importante papel.

*Conclusiones

La apariencia de las cosas (Things heard and seen) atesora terror, drama familiar y comentario social, aunque sin éxito en casi ninguna de sus facetas. Falta intensidad lúgubre para atemorizar y el drama se banaliza dándole un acabado casi de culebrón. A ratos parece una película de sobremesa para televisión, que encuentra como aspecto positivo unas actuaciones pasables y algún momento de interés. Sin embargo, el conjunto no satisface nuestros apetitos en ninguno de los géneros que propone.

Escrito por Mariano González
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Cinemagavia
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7
4 de octubre de 2022
25 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
*Fuego

Unos extraordinarios Vicky Luengo y Pol López (ambos trabajaron juntos también en El sustituto), conmueven al público de Suro, mostrando diferentes fases de la relación. Idílica y estrecha al inicio para convertirse en una lucha de poder, con voluptuosos momentos de pasión. Ya casi al término de las casi dos horas de duración, una especie de catarsis purificará la ya maltrecha relación. Por momentos vivirán unas reacciones desmedidas debido a las dificultades que van encontrando, entre ellas la amenaza de un incendio que convierta en llamas todos sus sueños, en cenizas todo su esfuerzo.

¿Quién no ha visto en los telediarios imágenes escalofriantes de imparables llamas arrasando miles de hectáreas de bosques por todo el mundo? ¿Incendios que sorprenden a fauna que pierde su vida y a personas que deben huir dejando todo atrás? Incluso quizás lo hayáis sufrido en persona, sintiendo una profunda rabia e impotencia ante lo que se podía haber evitado. Este es uno de los preocupantes temas actuales que trata con acierto su director y guionista Mikel Gurrea...pero, todavía hay más.

*La "pela" del corcho y el Ampurdán

La masía que hereda Helena de su tía, es un lugar que despierta nostálgicos recuerdos de su infancia. Incluso el reencuentro con el adorable burro de sus juego infantiles, es testigo de la incipiente historia cuyo principal escenario es el Bajo Ampurdán.

Dicha comarca de la provincia de Gerona, dispone de una importante industria del corcho. Alrededor de la mencionada masía de Suro, existe un inmenso alcornocal que puede dar pingües beneficios si se sabe trabajar bien.

Para ello hay diversas cooperativas con peones que desarrollan esta delicada actividad. Una de ellas, la del pueblo más cercano a la casona, se va a ofrecer, encargándose de poner a los trabajadores y también las herramientas. Sin embargo, un cacique del pueblo, ofrecerá más dinero por la "pela" y en menos tiempo.

A estas cuadrillas darán vida, la mayoría, actores no profesionales de la comarca, no solo del Ampurdán, sino también del Maresme y la Selva, tras un largo casting que duró un año. En sus interpretaciones se nota la destreza y habilidad de auténticos profesionales en retirar esa capa de corcho del resto del tronco.

Uno de ellos, el corchero Juan Carrillo, le explicará al joven marroquí que apenas entiende ni habla catalán, Ilyass El Ouahdani, que el viento, "Tramuntana", hace pegarse el corcho al tronco y dificulta la extracción. De ahí la premura en terminar el trabajo, provocando un accidente y conflictos, principalmente racistas, entre los peones.

*Emigrantes sin asegurar

Suro, sin pretender ser una denuncia hacia las deplorables condiciones de muchos de los emigrantes que trabajan en los campos de España, deja patente esa injusta y punible realidad.

Los trabajadores marroquíes trabajan alejados del resto, semi escondidos, como si fueran furtivos. Entre ellos también surgirán disputas, sobre todo con la forma de actuar del joven inexperto que les pondrá en una situación comprometida.

Aunque, la intención de Mikel Gurrea no ha sido mostrar que el mundo del corcho es un mundo conflictivo, ya que él no lo vivió de esa manera, sino demostrar la tensión entre los ideales y la práctica. En este caso, Helena e Iván, una pareja de ciudad, no son conscientes de la violencia que se gesta entre ambos.

*Conclusión

Suro es un excelente maridaje entre drama y suspense, con numerosos ingredientes que le aportan un indudable interés y al que no le falta cierta dosis didáctica, también. Un espejo donde se refleja un mundo de emociones, primigenias y brutales por momentos; un viaje a un territorio desconocido que no será tan fácil como era de esperar.

Mikel Gurrea supera con nota una mezcla arriesgada de temas, donde sus protagonistas, Vicky Luengo y Pol López, otorgan a sus personajes dilemas morales que conmueven al espectador.

Escrito por Irene Abecia Navarro
Cinemagavia
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8
19 de diciembre de 2017
25 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
Wonder, basada en la aclamada y popular novela para niños del escritor RJ Palacio, está dirigida por Stephen Chbosky, conocido fundamentalmente por el éxito de su novela juvenil Las Ventajas de ser un Marginado y su posterior adaptación al cine en 2012, donde relata el proceso de madurez intelectual y emocional de un adolescente.

En Wonder se nos presenta a un inteligente y dulce niño de diez años afectado de una rara afección que le ha desfigurado su rostro, la historia de un niño diferente al resto y las perspectivas de sus seres queridos más cercanos. El reparto está formado por caras conocidas de la talla de Julia Roberts o Owen Wilson, además de contar con la presencia del joven actor emergente Jacob Tremblay, que ya cautivó a los espectadores con su emotiva actuación en “La Habitación” (2015).

Stephen Chbosky (“Las Ventajas de ser un Marginado”) lo hace de nuevo. Toma el espinoso tema de “cómo duele crecer” con el sesgo de cómo duele crecer y ser extremadamente diferente encima. La combinación podría resultar una letal bomba de hormonas plus deformidad física integrada que de manera natural impulsaría a litros y litros de lacrimosos chantajes emocionales. Sin embargo, Chbosky demuestra su maestría entregando una obra conmovedora y sensible pero de ninguna manera chantajista. Centra su mirada en Auggie pero en la parte más infantil, humana y sencilla esa donde la inocencia ve las cosas del mismo color y con tanta naturalidad porque se ven con los ojos limpios.

Auggie es un niño normal y aunque ciertamente su rostro desconcierta y causa una serie de reacciones cuando nos enfrentamos por primera vez a él, el acercamiento que tiene el personaje con nosotros hace que en pocos segundos no entendamos más las preconcepciones acerca de belleza, normalidad y estándares. Auggie nos ha conquistado porque vemos dentro de él sin sentir compasión, lo vemos como lo que él realmente es; un nuevo chico en la escuela, viviendo lo que muchos han vivido, sin importar si son flacos, gordos, feos o bonitos.

Nos importa más lo que Auggie siente y cómo ve el mundo, su mente brillante, su sentido del humor agudo, su pasión por Star Wars… su deseo de ser astronauta y sus relaciones con sus amigos en la escuela. La vida de un niño es eso, sin tener los dramas de la adultez, ya es suficiente con tener que preparar el proyecto de ciencias o escoger el disfraz de Halloween.

Lo más grandioso de la manera en la que Wonder se nos presenta, es que no llama a nuestra caridad, ni a nuestra compasión, no trata de manipular e insertar la lágrima fácil en el minuto 29… llama a nuestra empatía infantil. No importa la apariencia de Auggie, sino sus vivencias como niño.

A ese respecto cabría mencionar a dos predecesoras que tratan el tema de la “diferencia física” con la misma sobriedad: “El Hombre Elefante” (1980) y “Mask” (1985) si hay algo de lo cual preocuparse que concierne a Wonder, es su acercamiento al Bullying esa plaga que se ha desarrollado con urticante velocidad y que cada vez es más fiera.

Pero Chbosky (quien también co escribe el guión) no solo se circunscribe a la visión de Auggie; da a los otros personajes jóvenes la tarea de relatar su propio punto de vista con respecto a su relación con Auggie y esto da aire al relato y lo hace cercano y humano. Lo óptimo para dejarte ese sentimiento de “sentirte bien” y aunque Roberts y Wilson desempeñan los papeles de los padres nutridores y afectuosos que deben ser, su presencia es más un refuerzo dentro de la trama.

Evidentemente merece mención aparte la actuación de Tremblay que bajo todo ese excelente maquillaje y efectos especiales logra realizar una actuación destacada para levantar un personaje exquisito.

El personaje de Via desempeñado por Vidoovic, es quien representa la otra punta de la familia y lo hace con tanta fuerza y rendida determinación que podemos comprender sus confusos estados de ánimo ante el plan que la vida le ha escogido, ser una sombra en una casa donde toda la atención se ha puesto en su hermano menor. Pero he aquí que también la historia tiene designado un sitio importantísimo a este personaje: el brinco existencial entre ser relegada e inclusive negar que tiene un hermano, a ser el foco de atención en una obra de teatro donde, más que conquistar la atención de sus padres, acapara su derecho de pisar fuerte en el escenario de la vida.

En esta historia también encontramos al inicialmente forzado guía de Auggie: Jack (Noah Jupe) un niño gentil que se convertirá en el mejor amigo de Auggie y también a los “adversarios” encabezados por Julian (Bryce Gheisar ).

De esa forma los sin sabores de la escuela comienzan a tener un escenario universal que los diálogos y la estructura misma de la historia nos irán revelando.

Al final del día, Wonder sin más penetra al interior de la esencia de lo que significa ser humano, ser niño, y por eso hace girar la cabeza hacia lo que en realidad importa dejando que el fluir de la trama nos lleve de un personaje a otro revelando que nadie es más importante ni mejor que nadie por su apariencia sino por la fuerza extraordinaria con la que mueva los corazones de quienes lo rodean.

Escrito por Fabian Quezada Leon

https://cinemagavia.es/wonder-pelicula-critica-chbosky/
Cinemagavia
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8
24 de junio de 2021
24 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
*Un dilema moral

De primeras, lo que parece ser una película de protesta social (que lo es) se convierte en algo mucho más profundo y filosófico. Hacer el bien no se nos muestra como un acto fácil de llevar acabo, puede que sí como algo sencillo de reconocer, pero para nada como algo fácil de realizar. El director de La vida de los demás (There Is No Evil) impregna con suma inteligencia de diferentes capas narrativas al film, haciendo que se vea de manera heterogenia en vez de una película sobre el bien y el mal; es decir confluyen, desdibujando la propia concepción de ambos términos. La vida no es tan fácil y en situaciones así mucho menos, por lo cual hay que destacar la maestría de Mohammad Rasoulof, a la hora de construir las cuatro tramas de la película.

De hecho, el director coloca a los distintos protagonistas en una posición, que normalmente no les correspondería. Por ejemplo, una persona que tradicionalmente se nos mostraría como una persona despreciable y sin ningún tipo de escrúpulos, aquí se nos intenta mostrar su lado más humano. Ojo, no es que el director pretenda blanquear los actos que llevan a cabo los diferentes personajes que están inmersos en el sistema penitenciario iraní. Más bien, quiere proyectar una visión mucho más fehaciente con la verdadera realidad, que es mucho más compleja en su análisis interno.

*Buen manejo del ritmo narrativo

Una de las cosas que echan para atrás a uno antes de ver el film, es su larga duración de aproximadamente dos horas y media. Es tremendamente difícil que una película consiga aguantar en ritmo disponiendo de un metraje tan extenso y no tratándose de un musical o una película de superhéroes donde la acción está más que servida. No obstante, esta película consigue mantener la atención del espectador, debido al ingenio que demuestra en cuanto a ritmo narrativo se refiere.

La primera historia que se nos presenta, es sin duda la que cuenta con un ritmo más lento y la que nos hace indicar que este drama va a asemejarse más a un drama costumbrista, que al de un drama con toques de acción. El paso que se da entre la primera y segunda historia es absolutamente brillante, haciendo que el espectador pegue un salto desde su butaca.

A partir de la segunda y viendo su continuación con la tercera, el espectador presencia momentos de acción bastante lucidos y brillantes, generando una tensión narrativa muy absorbente de ver. Con la historia final, el ritmo del film vuelve a ralentizarse, volviéndose un film más contemplativo y poético si se me apura. Por lo cual, el manejo que tiene la película del ritmo narrativo es otra de las cosas a destacar y aplaudir.

*Dar tu vida por la de otra persona

En última instancia, La vida de los demás (There Is No Evil) es un canto de optimismo hacia el ser humano. Un film que reivindica una visión pacifista ante la barbarie de nuestros días, plasmándolo con sumo tacto y veracidad. Es interesante el precio que han de pagar las personas que se niegan a ejercer de verdugos para el estado iraní, que asumen ciertas consecuencias que determinaran el devenir de sus vidas por completo. No se nos muestra el acto de hacer el bien como un acto heroico, sino como un acto que hay que llevar a cabo pese a todo.

Esto lo llegamos a ver en especial en la última historia, que por momentos podríamos pensar que el protagonista tomo una mala elección, después de haber visto las consecuencias que le trajo consigo. Es por ello, que encuentro a La vida de los demás como un film que alcanza cotas mucho más altas, que las que a priori uno espera ver. Hay un mensaje optimista y sin lamentaciones, que me entusiasma especialmente y que te deja abierto a una reflexión profunda sobre ciertas cuestiones vitales. También me parece que es de aplaudir que este film haya tenido el recorrido que ha tenido y que haya habido una distribuidora española que haya querido exhibirla en las salas de cine de nuestro país; aún más si cabe, cuando su director se encuentra encarcelado injustamente por parte del gobierno iraní.

*Conclusión

La vida de los demás (There Is No Evil) es un film crudo, impactante, pero esperanzador al fin y al cabo. Dentro de la barbarie de nuestros días, este director ha querido recordarnos que también queda bondad y humanidad en el mundo. A través de sus cuatro relatos, esta película iraní nos habla de la dificultad y el precio que hay que pagar a veces por hacer el bien en esta vida. Se desdibujan las barreras del bien y el mal, haciendo un film lleno de capas y de matices que lo hacen maravilloso y emotivo. A pesar de su larga duración, el ritmo de la cinta aguanta de buena forma, no haciéndose demasiado pesada para el espectador que la está viendo. En definitiva, una película que recomendamos encarecidamente desde Cinemagavia.

Escrito por Daniel Jiménez
Cinemagavia
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