Había una vez un pueblo precioso donde llega una familia india por accidente y deciden quedarse a vivir y como todo cuento es todo bonito y encantador.
El amor, los prejuicios, la vuelta a los orígenes y la cocina todo tratado sin pretensiones y sin profundizar, de una manera tierna y dulce.
Es una película de sonrisa a la que contribuyen sobre todo una Helen Mirren tan bien como acostumbra y un Om Puri entrañable, La joven pareja protagonista sigue la linea: guapos y encantadores, quiza esa sea la única pega, el exceso de buenismo y la duración, un pelin larga.
Para ver un domingo con toda la familia.

Pasado por alto el error de casting que supone querer pasar a la protagonista por una adolescente de 17 años, solo puedo decir que la película es tan fiel a la novela que lo borda, es tan cursi, artificial y con unos diálogos tan forzados que no sabemos si los actores no han podido hacer nada por dar credibilidad a la historia o son tan ramplones como parecen y es que las interpretaciones de Daniele y Paloma son acordes a un texto tan simple que las ganas de huir superan las de bostezar.
Ni para las adolescentes fans de las historias de Federico Mónica

El seguimiento de la vida de un niño soso a un adolescente lacio no da para casi tres horas de metraje. Si en vez de tardar 12 años hubiera escogido distintos actores para cubrir las distintas edades,el resultado hubiera sido el mismo, no termino de entender la experiencia. El protagonista es algo sinsorgo y los que le rodean siendo aparentemente más atractivos no terminan de enseñarnoslos porque cuando más interesante es la trama el director lo corta y pasa a otra fase a través del peinado de los protagonistas que es lo que va dando las pautas del paso del tiempo. Los actores están bien, la banda sonora es buena y las imágenes de América también, pero la historia quiere abarcar tanto (el maltrato, Facebook, Obama, Texas, Irak, las armas..) que no dice nada, es un ni fu ni fa.. vamos que no termino de entender el esfuerzo.