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Críticas de Cinemagavia
Críticas 4.051
Críticas ordenadas por utilidad
4
30 de abril de 2021
28 de 38 usuarios han encontrado esta crítica útil
*Un comienzo muy clásico

La apariencia de las cosas (Things heard and seen) nos hace ver desde el mismo inicio que la originalidad no va a ser una de sus virtudes. Lo hemos visto mil veces. Un familia llega a su nueva casa, y de pronto comienzan a ocurrir eventos extraños. Ruidos inexplicables, muñecos escalofriantes y la presencia de espíritus perturbando la paz familiar. En realidad, todo lo que vemos es de primero de casas encantadas, un material constituyente de tantas película de terror que es difícil pillar desprevenido al espectador avezado.

Más allá de estos trucos de abracadabra, la película también decide internarse en el drama familiar. Ya desde el comienzo, La apariencia de las cosas (Things heard and seen) nos enseña que el matrimonio formado por Catherine (Amanda Seyfried) y George (James Norton) no está construido sobre sólidos cimientos. Dicha sensación se va subrayando cada vez más, hasta quedarnos bien claro que la pareja tiene demasiadas costuras y temas pendientes. La vertiente más cándida de la familia, como es previsible, es la hija de ambos, Franny (Ana Shopia Heger), aunque no tendrá demasiado peso en la trama.

El lugar al que se mudan los protagonistas es una pequeña y bucólica localidad del Valle del Hudson, al norte del Estado de Nueva York. Y es que las películas de terror con espíritus domésticos son más características si se sitúan lejos de la gran ciudad, y la comunidad a la que llegas tiene sus propios y oscuros secretos.

*Dramas y fantasmas

La apariencia de las cosas (Things heard and seen) se bifurca argumental y estilísticamente en dos senderos. Uno propio del cine de terror sobrenatural y otro revestido de drama familiar. El problemas es que en ninguno de los géneros hay la cantidad de energía suficiente como para aterrorizar o conmover. El terror es tópico, previsible y ligero, con trucajes ya utilizados ad infinitum y ejecutados sin mucha pericia. La trama sobrenatural viene y va, dispersándose demasiado como para hacer mella. Se pretende adornar con un par de pinceladas ocultistas, incluso mencionando al místico sueco del siglo XVIII Emanuel Swedenborg, pero tampoco se profundiza demasiado como para que estos saberes metafísicos nos seduzcan.

El drama familiar acaba resultando romo y banal. El matrimonio formado por Catherine y George se va alejando y desintegrando paulatinamente. Ambos, pero particularmente George, comienzan una serie de flirteos que funcionan como síntoma del naufragio de su relación. Sin embargo, es Catherine la que se lleva la peor parte. Ha renunciado a su trabajo en Nueva York pata seguir a su marido, no se integra mucho en su nueva comunidad, y se siente cada vez peor tratada por su cónyuge. De estos mimbre se podría haber sacado un drama de cierta eficacia, pero a la hora de la verdad la plasmación es culebronesca. En estos menesteres La apariencia de las cosas (Things heard and seen) es más un telefilm de sobremesa que otra cosa.

La convergencia entre ambas tramas se nos irá explicando poco a poco, pero en el ínterin la narración es lineal, sosa, y reúne apenas los requisitos mínimos como para mantener un rescoldo de atención. En base a esto, otro problema es que el montaje es algo aleatorio, cortando situaciones que podrían desarrollarse más, y ofreciendo otras que no prosperan.

*Elenco y aspecto de La apariencia de las cosas

La apariencia de las cosas (Things heard and seen) no destaca tampoco en el plano visual, algo importante en la personalidad de una película de terror. La fotografía desaprovecha los pintorescos paisajes del norte del Estado de Nueva York. En general, el aspecto de la película es rutinario y digno de una película para televisión. Ello no sería óbice para ofrecer momentos plásticos y aterradores, pero La apariencia de las cosas (Things heard and seen), tampoco tiene la audacia de la serie b más imaginativa. La música pasa con más disimulo si cabe.

A falta de haber leído el material literario original, el guion no perturba ni atemoriza. Los sustos son de baratillo, y las atmósferas carecen de intensidad. Poco a poco se va observando cierto comentario social en la película, inspirándose en el egoísmo masculino y sus nefastas consecuencias sobre sus parejas. Incluso hay momentos en los que parece querer tener cierto parentesco con El resplandor (1980), quedándose a muchos kilómetros de distancia. Los directores, Berman y Pulcini, cuentas con obras notables como American splendor (2003), pero no cogen el pulso a esta historia.

No solo vamos a glosar las partes negativos. Un tanto a favor son las actuaciones, el nivel donde la película es más competente. Amanda Seyfried sin hacer nada espectacular nos causa empatía y pone fácilmente al espectador de su parte. Todo un veterano como Murray Abraham aporta distinción y, aunque quizá con desgana, va soltando chispas de talento. Por su parte James Norton no alcanza a ser el personaje temible que podría ser, pero como sujeto repelente está razonablemente bien. Como curiosidad, aparece otra veterana ilustre: Karen Allen (la Marion Ravenwood de Indiana Jones, etc) en un pequeño pero importante papel.

*Conclusiones

La apariencia de las cosas (Things heard and seen) atesora terror, drama familiar y comentario social, aunque sin éxito en casi ninguna de sus facetas. Falta intensidad lúgubre para atemorizar y el drama se banaliza dándole un acabado casi de culebrón. A ratos parece una película de sobremesa para televisión, que encuentra como aspecto positivo unas actuaciones pasables y algún momento de interés. Sin embargo, el conjunto no satisface nuestros apetitos en ninguno de los géneros que propone.

Escrito por Mariano González
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Cinemagavia
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6
28 de febrero de 2022
27 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
*Explorando Groenlandia

Eijnar Mikkelsen, provisto de un genuino espíritu aventurero, realizó varias expediciones, la mayoría por Groenlandia. Una de ellas consistió en continuar haciendo el mapa de la enorme isla, además de querer recuperar los cuerpos y los diarios escritos de sus antecesores que murieron en el intento.

Mikkelsen (Nicolaj Coster-Waldau) e Iver Iversen (Joe Cole), viajaron con éxito en trineos con perros. Recuperaron los diarios perdidos y refutaron la existencia del Canal de Peary, a costa de perder la vida de todos los fieles animales y casi perderla ellos mismos.

Al regresar a la isla de Shannon descubrieron que el resto del equipo se había ido. Habían dejado construida una pequeña cabaña con los tablones y restos del barco, Alabama, que les había llevado allí meses antes.

Dos largos y duros inviernos pasaron hasta que fueron rescatados. La llamada cabaña del Alabama ha sobrevivido intacta y fue fotografiada por última vez en 2010. La Cordillera Eijnar Mikkelsen lleva su nombre en honor a tan fabulosa hazaña.

*La locura de la soledad

En Perdidos en el Ártico, el espectador llega a notar verdaderamente el frío polar que sienten todos sus personajes. El miedo que les paraliza ante el ataque de un enorme oso hambriento. La angustia por la pérdida de los hermosos perros, bien por accidente o por inanición, de todos ellos. La soledad que se hace cada vez más insoportable.

Recordar y soñar con la mujer amada puede consolar al principio, pero se puede llegar a enloquecer por ella. Sentir celos infundados, tener alucinaciones, delirios que confunden y provocan violencia y agresiones, es muy peligroso.

El paso de los días se hace más llevadero gracias a la música. De un viejo gramófono estropeado, Iversen, mecánico de profesión, consigue hacerlo funcionar y así amenizar las largas y frías veladas. Pero... ¿no hay un dicho que dice que la música amansa a las fieras?

En esta ocasión sucede todo lo contrario. La nostalgia que producen unas inocentes notas musicales, puede ser letal, agrediendo a la única persona que está en la misma situación.

*Conclusión

Entretenida película si gusta este tipo de aventuras. Perdidos en el Ártico tiene muchos ingredientes para gustar, aunque, por momentos, resulta un tanto lenta. El mismo escenario, frío y blanco, puede llegar a ser monótono; aunque por otro lado, sea una buena manera de transmitir la angustia de sus dos protagonistas.

Quizás le falte algo de acción, como más ataques de osos o más incidentes para darle un ritmo más dinámico y sobrecogedor. Sin embargo, si se analiza desde el punto de vista de mostrar aquella expedición real, llega a ser bastante fidedigna.

Escrito por Irene Abecia Navarro
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8
25 de septiembre de 2018
27 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
*La “B” Francesa: Crisis de fe, de la introspección a la destrucción

Todo aquel que indague un poco acerca de la obra de Schrader, sabrá que el guionista y director siempre ha sentido predilección por el cineasta francés, Robert Bresson (1901-1999), hasta el punto de reconocer que “plagió” el final del que para él es una de las obras cumbres del cine francés, “El Carterista/Pickpocket” (1959) , tanto en “American Gigoló” (1980) como en “Posibilidad de Escape/Light Sleeper” (1992), del que él denominó “cine trascendental” en su tesis acerca del “Estilo Trascendental” (1972), actualmente imposible de encontrar.

Por ello no me sorprende que en El Reverendo/First Reformed haya vuelto a beber de otra de las obras claves de Bresson, “Diario de un cura rural” (1951): un joven cura que llega a una pequeña población para hacerse cargo de la parroquia, en donde nadie parece tenerle especial estima. Toller (Ethan Hawke) es un ex capellán militar, que tras el fallecimiento de su hijo decide hacerse cargo de la pequeña iglesia First Reformed; a donde apenas asiste nadie y cumpliendo más una función turística que religiosa.

Al igual que este joven cura francés, el padre Toller también inicia sus experiencias en un diario tratando de combatir la marcada crisis de fe que padece, así como de su enfermedad estomacal y de un sentimiento de culpa ante la muerte de alguien a quien pudo auxiliar espiritualmente (exactamente igual que en el caso bressoniano). Con la clara distinción de que las preocupaciones de Schrader, de formación calvinista, están más ligadas a la corrupción institucional de la iglesia y sobre el inminente apocalipsis climático del que Toller despierta cual divina llamada de urgencia para enfrentar la codicia y la ruindad del ser humano.

El conflicto en ambos casos es interno y lleva a la reconciliación con Dios; Bresson habla de claudicación, Schrader muestra la vía extremista y destructiva.

*La “B” Sueca: Hastío existencial, de la devoción y del amor

La otra cara de la moneda estaría en “Los Comulgantes/The Communicants” (1963) de Ingmar Bergman, otro cineasta clave en su tratamiento de la espiritualidad y del que es inevitable hacer mención, debido a que su protagonista es parejo a Toller en muchos sentidos: desprecia a su pareja afectiva, una profesora (igual que Toller con la profesora de canto), en donde Bergman es más poético, Schrader es más directo: “Te Desprecio”. Le dice repetidas veces Toller al personaje en cuestión, harto de la lástima y del amor que ella siente y espera de él.

En el caso sueco, el protagonista asimismo padece dudas de fe ligadas a una existencia que considera carente de sentido, debido a que no puede salvar a todas las almas, el rito litúrgico en sí le parece una parafernalia absurda, así como el hecho de que sus pocos feligreses esperen que de su boca emanen palabras que den solución a todos sus problemas. Toller se encuentra en una circunstancia cuanto más similar, además de considerarse títere de los intereses eclesiásticos y políticos de la ciudad; mermando de esta forma su devoción y acrecentando su frustración y su rabia contra la infamia que se ve obligado a respirar cada día.

*Conclusión

Schrader ofrece una película potente, sobria (tanto en la puesta en escena, como en el formato), de gran madurez directiva, bellamente fotografiada, hasta cierto punto polémica y reflexiva en su totalidad. No es una película fácil de ver, el ritmo es lento, es cine contemplativo, quizás uno de los últimos ejemplos que veamos de esta manera de narrar audiovisualmente. El reparto de El Reverendo está muy comprometido, hay una gran química entre Hawke y Amanda Seyfried; especialmente hago mención en el rol protagonista del primero, creo que es un personaje complejo de abordar y me sorprende y agrada al mismo tiempo ver que un actor (al que siempre doy una de cal y una de arena), ofrezca un trabajo tan portentoso y que sea de lo mejor en su carrera a nivel interpretativo: está de Óscar.

Escrito por Álvaro Panadero Jiménez
https://cinemagavia.es/critica-el-reverendo-pelicula/
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6
20 de septiembre de 2022
25 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
*Con acento granaíno

Secaderos es un homenaje a una forma de vida que está desapareciendo, a una dura labor en los campos de tabaco de la Vega de Granada. A las mujeres que dejaron de lado sus sueños por tener que criar a sus hijos, a los hombres que debían demostrar su fortaleza antes que su sensibilidad.

El hecho de que los actores sean personas de la mencionada zona andaluza y hablen con ese encantador acento granaíno, le otorga más veracidad y frescura. Durante el casting para elegirlos, Rocío Mesa tuvo que prever la capacidad que podían tener para desenvolverse en una situación imaginaria.

Ada Mar Lupiañez es una joven que interpreta a una adolescente que se identifica con los pajarillos que tiene su abuelo en una jaula, necesita volar lejos, vivir nuevas experiencias. Sin embargo, el estilo de vida al que se ve obligada a llevar, la oprimen siendo complejo desplegar sus alas.

*Realismo mágico

Sólo la inocencia de los niños es capaz de ver a una criatura mágica, un ser que pretende avisar del peligro que acecha. Sus tiernos sonidos han sido realizados con unos extraños instrumentos musicales que han servido para comunicarse con búhos y otras aves nocturnas.

La niña Vera Centenera será la primera en notar la presencia de esa criatura, que lejos de causarle miedo, le hará comprender la importancia de la naturaleza. La vida en el campo que puede disfrutar sólo en vacaciones, servirá también para convivir con sus abuelos y primos a los que no ve en la ciudad.

Precisamente, otro rasgo fundamental de Secaderos es mostrar esos vínculos familiares tan valiosos. Vínculos con la tierra, de los cuidados a los seres queridos, de la preservación de los espacios naturales, de la sostenibilidad.

*Una nueva era

Resulta curioso comprobar la similitud con otra película española que también refleja los cambios que se están produciendo en el mundo rural, en el ámbito familiar, aunque en un escenario diferente como es el catalán.

Secaderos se rodó durante el mismo verano que Alcarràs de Carla Simón. Por eso es sorprendente que sin conocerse la intención de cada directora, hayan coincidido en el mismo tema que les preocupa y que ambas han querido mostrar.

Las nuevas tecnologías vienen de la mano de otras necesidades y no es fácil adaptarse a ellas. Las transiciones siempre son complicadas, sobre todo cuando los sentimientos, las emociones, influyen de manera decisiva en cómo afrontar un futuro imprevisto y no deseado.

*Conclusión

Secaderos es un retrato entrañable y fidedigno de un estilo de vida rural que está desapareciendo. El deseo de su directora, Rocío Mesa, de contar con intérpretes no profesionales, le añaden frescura y veracidad.

A pesar de cierta dosis mágica, que por momentos puede resultar un tanto infantil, consigue transmitir la importancia de valores como el cuidado de la familia y la preservación de la naturaleza. Además de ser un homenaje a esa tierra andaluza tan peculiar como la "granaína".

Siendo una película de bajo presupuesto, el resultado es positivo y merecedora de elogio por la ilusión que transmite.

Escrito por Irene Abecia Navarro
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7
5 de noviembre de 2022
22 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
*Styles reúne de nuevo a las masas

Tras el éxito de El poder del perro (2021) en la pasada edición de los Premios Óscar, llega este nuevo drama romántico. En esta ocasión, una relación prohibida entre dos hombres en la Inglaterra de la posguerra. My Policeman, basada en la novela de Bethan Roberts, está inspirada en la relación real que mantuvo el escritor británico EM Foster con su amante y su mujer tras la Segunda Guerra Mundial. En este caso, la estrella musical del momento, Harry Styles, protagoniza esta nueva historia de amor. Styles se ha convertido en toda una celebridad, tanto encima como debajo de los escenarios, y ha conseguido una legión de fans tan grande que la novela entró en las listas de superventas al anunciarse su participación.

Pero, My Policeman no gira solo alrededor del poder mediático de Harry Styles ni de esta historia de amor prohibido. Nos presenta una reflexión sobre el paso del tiempo, las oportunidades perdidas y el peso que puede tener en nosotras las decisiones que tomamos en el pasado. En definitiva, es un análisis sobre la culpa y sobre lo que hubiera sucedido si el tiempo, el lugar o la situación hubieran sido diferentes para estos personajes.

*Aprendiendo a perdonar el pasado

Además, la forma en la que está narrada hace que el espectador reflexione. El salto temporal que nos plantea la historia, de más de cuarenta años entre ambas épocas, hace que el espectador se pregunte qué ha pasado en las vidas de estos tres protagonistas durante todos esos años. Y, esto es algo interesante que aporta interés a la trama, un ejercicio de imaginación sobre lo que pudo haber ocurrido, o no, entre ellos.

Sin embargo, uno de sus puntos débiles es la falta de desarrollo de la historia de los tres protagonistas adultos. Los actores que interpretan a estos personajes en la década de los 90 no tienen el mismo peso en esta historia. Parece que intervienen únicamente para apoyar a los tres actores más jóvenes y para dar conclusión a la historia. Pero, considero que esa es la parte más interesante. Es ahí cuando nos damos cuenta de que el tiempo es lo único que no podemos controlar. Los protagonistas no pueden cambiar sus decisiones del pasado y tienen que vivir con las consecuencias de las mismas.

*Conclusión

En definitiva, My Policeman es un análisis sobre el tiempo perdido, el arrepentimiento, el perdón y sobre lo que podría haber sido. Una historia sobre los tal vez, las infinitas posibilidades, sencilla e intimista en la que los tres actores más jóvenes llevan todo el peso. Busca hacernos reflexionar sobre las decisiones que hemos tomado a lo largo de nuestras vidas y si nos hubiera gustado haber hecho las cosas de manera diferente.

Escrito por María José Cánovas
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