Film de animación de serie Z, con unos escasos medios y que nos recuerda a un videojuego, puede verse si no tienes nada mejor que hacer. De guión predecible, que recuerda a Aliens, tanto en la nave como en el planeta, es mas soportable que algunos animes japoneses de guiones incomprensibles. Esta, al menos, se puede seguir y no es necesario que seas un especialista en Warhammer.

No obstante se nota la escasez de medios.

Con el coste de las películas, con recreaciones digitales y mucho dinero como se vió en "Pearl Harbour", sorprende encontrarnos con una película pseudobiográfica, basada en hechos reales, pero novelados, sobre el responsable del destino del Emperador Hirohito tras la WWII. Película de corte clásico, y sencilla, sin grandes alardes visuales, pero efectivos, centrada en describirnos una interesante historia dentro del género de las películas de juicios sobre la guerra, un camino de reconciliación del protagonista con su pasado y con el pueblo de su amada, al que una vez admiró, mediante la investigación de los hechos que iniciaron la guerra en el Pacífico.

Quizás peca de una notable ausencia de personajes secundarios, salvo los investigados, que permitan al espectador tener una visión más poliédrica del conflicto, de los fanáticos, de los resentidos, de los trepas, de los honestos o de las víctimas, tanto civiles como militares. Apenas se establece contacto con la población civil japonesa, con su frustación y humillación tras la derrota bélica. No se ven los huérfanos ni la gente sin hogar, tan solo ruinas. Tampoco se ve la interacción de las tropas de ocupación con la sociedad japonesa.

Respecto a los protagonistas, es destacable la interpretación de Fox y su partenaire japonesa, pero destaca sobre manera Tommy Lee Jones, un robaescenas consumado, aunque su McArthur recuerda poderosamente al Coronel Chester Phillips del Capitán América: primer vengador.

El filme, para quién le guste la historia del siglo pasado, tiene su interés. Conocer el papel real del Emperador en el inicio del conflicto, como dice el personaje de Fox, es algo que nunca sabremos.

Década de cambios. También en el cine. Un género propio de Hollywood y de la historia estadounidense agonizaba con westerns simplones, con clichés repetidos y encorsetado por las limitaciones de los códigos morales y sociales y un clasicismo castrador. Llegaron los italianos y españoles y lo reinventaron a una manera cada vez mas bufa y mugrienta, con miles de mediocres y horrendos filmes de series Z que ocultaban a las joyas europeas de Leone y alguno más. Empacho e indigestion. Por otro lado, los hollywoodienses intentaron renovar el género en esta década. Más naturalismo, realismo y violencia, junto a guiones e historias descarnadas con protagonistas de dudosa moralidad, muy alejados de los intachables Stewart y Wayne, pero más próximos a una sociedad en plena ebullición, con Vietnam, la discriminación racial y la crisis moral y económica.

El fuera de la ley es un western pionero del cambio. Al igual que otros posteriores, el héroe es un asesino vengador, un paria, golpeado por quienes representaban el orden y que se dedicaban a subvertirlo, unos odiosos casacas azules, sin un atisbo de nobleza, auténtica escoria humana. No siempre el que gana es el mas justo, sino el más fuerte. Guión complejo, incorpora con importancia en la historia a nativos americanos como protagonistas, denunciando el maltrato recibido durante tantos años, otro hecho común en la mayoría de westerns de esa época (Pequeño gran hombre, Un hombre llamado Caballo, etc). Violenta y a ratos sangrienta, no busca la espectacularidad de Peckimpah, uno de los últimos clásicos, siendo voluntariamente escenas confusas y pretendidamente realistas. La fotografía es oscura y desvaída, rodando en paisajes nada comunes con el género. El film muestra una sociedad que lucha por no perder sus valores, como la amistad y la búsqueda de la justicia y de la felicidad, ante la miseria moral y económica que deja una guerra atroz a sus espaldas.

Eastwood adquiere, a lo largo de su huida, una troupe de personajes nada comunes, formando una suerte de comuna hippie. Estamos en los 70.

Gran pelicula. Con un Eastwood antítesis de los personajes de John Wayne, escupiendo a los muertos y a un pobre perro. Un personaje más próximo al Mad Max guerrero de la carretera. Un filme a redescubrir.

Serie emblemática del Canal Historia, en la que presentan la búsqueda de la criptozoología más famosa (bigfoot, monstruos del lago Ness y otros americanos, yetis, dinosaurios en el Congo), también de leyendas más locales y animales mas corrientes pero fuera de sitio (tiburones en ríos, pitonbes en Florida, krakens, etc). Aunque no he visto todos los episodios generalmente la mayoría coinciden en no encontrar jamás a los bichos.

Sin embargo, el empleo de entrevistas y recreaciones o imágenes de los testigos, junto a las historias y documentación en las que se basa la afirmación de su existencia por un lado, y la búsqueda del mismo mediante trabajos en campo, con exploración de los lugares de avistamiento, instalación de equipamientos para registrarlo clínicamente o incluso dispositivos para atraparlo, hace que el producto sea dinámico y entretenido, siendo muy recomendable su visionado para los aficionados a estos temas a criptozoologicos.

Hay imitaciones pero no le llegan a la suela de los zapatos.

Aunque hay quién ve en esta película un homenaje amargo a "Casablanca" a mi me recuerda más, por su desasosegante puesta en escena, por la desgracia y ruina moral de sus personajes, por el antihéroe engañado por todos que encarna George Clooney, al clásico de Carol Reed "El tercer Hombre".

Existen más paralelismos: posguerra inmediata, ciudad alemana, ora Viena ora Berlín, divididas en varios sectores, búsqueda por diferentes motivos de un personaje considerado muerto pero vivo, una novia o viuda amargada, misteriosa y que sabe más de lo que dice, un ejército "liberador" bastante corrupto, una falta de esperanza en el futuro...

La película tiene una excelente puesta en escena, con maravillosos encuadres de falsos primeros planos, empleando técnicas quizás obsoletas. Viaje en el tiempo, a los años de esplendor de este género. Estamos ante una buena historia de cine negro, apoyada en una excelente música con un Gran Clooney.