A las películas hay que valorarlas en función de lo que ofrecen y esta no engaña.

Un grupo de jóvenes participa en una competición clandestina de paintball. Lo que empieza como un juego se convierte en una cacería con ellos como presas.
Paintball es la versión de “El malvado Zaroff” para la generación playstation y aquí cumple sobradamente con lo prometido. Mediante un ritmo alto, movimientos de cámara y puntos de vista subjetivos consigue tensionar y trasladar al espectador la sensación de acoso y peligro que sufren los protagonistas. Un guión sencillo, sin una gran historia, y un casting desconocido sin grandes frases que decir.

El principal problema se tiene a la hora de identificar a los protagonistas ya que todos vestidos de negro con las máscaras hasta media película no los distingues.

En resumen: Ritmo alto y constante, buena ambientación y buenas muertes. El guión y el casting es lo de menos.