"Tenías que ser tú" es una de las típicas películas del género romántico, que me encantan. La trama es la de todas, chic@ conoce a chic@ y déspues de pasarles miles de visicitudes pués... ya no cuento más y la veis jejeje

Reconozco que todas o casi todas son iguales, esta es una más, que no va a pasar a la historia del cine como un peliculón, ni se merece un oscar, y aún sabiendo como terminaría,me ha hecho pasar un rato divertido, entretenido y tiene un guión delicioso y fácil.

A Amy Adams le viene como anillo al dedo este tipo de papel, es graciosa, dulce y delicada. Matthew Goode esta correcto, nunca le había visto en este tipo de papel y lo defiende bastante bien.

Tengo que destacar los paisajes de Irlanda que se ven en el fílm, verdaderamente preciosos.

Me acabo de llevar un decepción viendo esta película, esperaba más de ella. Entiendo que esta hecha para entretener y para saca unas cuantas carcajadas, pero lo único cierto es que entretenida sí, pero sin más, porque lo de las carcajadas, buffff, a mí me ha sacado media sonrisa en algún momento puntual.

A mí me recuerda al género juvenil de películas de instituto de los años 80, con las que bombardearon desde EEUU. Esta llena de estereotipos de aquella década, quizás pretenda ser un homenaje a ese tipo de cine.

Los protagonistas más jovenes son bastante conocidos, porque han sido sacados de las series más famosas de tv del momento. No puedo destacar a ninguno de ellos, ya que simplemente salvan el papel en un plano bastante discreto.

Raúl Arévalo en su línea y Alexandra Jiménez lo mismo de siempre. Quizás los diálogos más jocosos lo pone Joaquín Reyes en el papel de psiquiatra y Silvia Abril en el de la secretaria chiflada del colegio.

No es una comedia para echar cohetes, tiene un punto divertido, tiene algún que otro diálogo agudo. Esperaba un poquito más.

Nos enfrentamos a una película que nos narra una historia totalmente diferente a la que estamos acostumbrados a ver o leer, sobre Arturo y sus caballeros.
Yo le encontrado alguna similitud con otras películas, como por ejemplo con Gladiator, se nota que es el mismo guionista y a pretendido imitar las escenas de batalla y se ha quedado en eso en "imitar". Le falta espectacularidad, acción, es previsible desde principio a fin.
Clive Owen no me resulta creible en el papel, será que estoy acostumbrada a ver lo en otro tipo de historias, el hombre intenta defender el personaje pero no convence. Keira Knightley, sin más, tarda en aparecer en el film, parece que la puesto, por poner una cara bonita entre tanto hombre, por que no aporta nada. Y que decir de la historia de amor de Arturo y Ginebra, pues termina bastante forzada.
No me convence que intente romper el mito de Arturo y situarmelo en pleno periodo de la decadencia romana, y que decir del pobre Merlín, eso de situarlo como jefe de una tribu, pués como que no.
Esta no va a ser una película que este destinada a dejar una huella imborrable en la historia del cine.