Cierto es, que antes de ir a ver la película tenía grandes expectativas y, que las criticas aquí expuestas, invitaban aún más a que estas crecieran. Pues bien, el resultado final después de su visionado es completamente satisfactorio.

La sensación que Fincher nos deja tras salir de la proyección, es la de un vacío, que ha conseguido transmitirnos a través de una larga y farragosa investigación, que va acabando con la paciencia de los protagonistas y, en parte, con la del espectador.

Podía haber tenido alguna concesión con el espectador, pero Fincher se deja seducir por la historia, como cualquiera de sus investigadores, y opta por un discurso tan sobrio y esquivo con las reglas del thriller, que quizá la historia acaba resintiéndose y perdiendo espectadores a lo largo del metraje.

Ese es quizá el principal handicap de éste excelente film. La investigación podía haber sido más dinámica y sólo una maravillosa puesta en escena y el gran trabajo actoral, logran que el conjunto no se desmorone.

Es de elogiar lo arriesgado de la propuesta. Quizá el paso del tiempo, reconozca la magnitud de la obra de Fincher, que lejos de acomodarse en el género lo reinventa, y da un paso hacia un ¿nuevo? modo de contar historias de asesinos. El tono casi documental es acertado, el uso de la cámara digital es apropiado y la textura y colores de la película son sobresalientes, sólo se echa en falta conocer algo más del asesino, sus motivaciones o su "way of life", pero eso ya sería más convencional y Fincher no lo es.....