Es difícil entregar dos pelotazos seguidos a la audiencia, pero Nolan parece convertir lo difícil en fácil. Lo hizo con El caballero oscuro dos años antes que ésta película que nos ocupa y lo vuelve a hacer esta vez con Origen. Desde los valores estéticos y técnicos: fotografía, dirección, banda sonora a cargo de un Hans Zimmer espectacular. Hasta los propios de la película: guión preciso como un reloj, trama ambiciosa y original muy bien contada, personajes carismáticos, interpretaciones sobresalientes. El sabor de boca es buenísimo. Me veo incapaz de bajar al 9 siquiera. No lo consideraría justo en tiempos en los cuales la originalidad y saber acabar bien una película es tremendamente difícil. Quizás no provocará la legión que el oscuro Caballero sí ha hecho, pero se le quedaría en ajustado segundo lugar. Una excelente película, magistral en su envoltorio e historia, que se queda con el espectador después de haber sido vista.

Al mismo nivel excelente que el debut del épico relanzamiento del personaje con el gran Daniel Craig y superando aquel bajón que fue Quantum of Solace, Skyfall es una genialidad dentro de la saga, una película de acción de lo más dramática y una profundización en la psique de Bond convertida en espectáculo ramificado a gran escala. Compartiría podio y fama con Casino Royale aunque haya momentos en los que una se supera a la otra, también cada historia y el tratamiento a la misma resulta muy diferente. Es una cinta con una fotografía magnífica, en aspectos técnicos sí que no tiene rival para nada. La dirección de Sam Mendes es sobresaliente y la capacidad de llevar el guión a la pantalla con ritmo y dedicación en los personajes es sublime. Craig podría entregarnos su mejor interpretación como Bond mientras que a la vez encuentra al mejor villano de su etapa en Javier Bardem y su escalofriante (y divertido) Raoul Silva. M toma mayor protagonismo y las sorpresas en el guión se equilibran de forma magnética.

Esta saga está experimentando su mejor momento más de una década después de su alzamiento lo cual no deja de ser extraño. Tras una entrega inicial estimable allá por 1996, la franquicia era una trilogía aparente cerrada en 2006. Entonces se reinició con ciertos aires de continuidad en la buena Protocolo fantasma. Ya con aquella entrega la saga se revitalizó y se pasó muy bien. Pero esta película es definitivamente un paso más allá en el asentamiento del reinicio de la franquicia. Con un guión potente, un ritmo endiablado, una acción práctica y espectacular desde su impresionante prólogo aéreo y un Tom Cruise genial acompañado de una Rebecca Ferguson increíble y dominante, Nación secreta es una estupenda misión imposible que merece la pena ser aceptada y mucho.

GoldenEye representa una buena película de 007 tradicional, con sus tópicos y sus más y menos, bien realizada y genial conservada. Pierce Brosnan jamás en la vida volvería a llegar tan alto como el mítico agente, por lo menos pudo dejar su huella imborrable en una entrega mítica. La trama se desdobla con facilidad (sobre todo en la historia de "amor", típica), pero el pulso es constante y las motivaciones son intrigantes. Brosnan añade dimensión y humanismo a Bond y Sean Bean le da la réplica a la altura como un villano reivindicable. El espectáculo y el divertimento están servidos.

Quantum of Solace pierde toda la clase y la complejidad de Casino Royale. No obstante es también lo que se propone argumental y conceptualmente. Es una secuela rápida, descarnada, sucia y violenta. Todo lo contrario de lo que una supuesta película Bond debiera ser. Pero lo es, y para bastante correcto. Si a la anterior le podían sobrar pocos minutos, a esta no le falta ni sobra ninguno. Duración y ritmo perfectos. Daniel Craig levanta él solo la película. La acción es adrenalítica y mareante.