Haz click aquí para copiar la URL
Críticas de Luis Guillermo Cardona
Críticas 3.333
Críticas ordenadas por utilidad
8
25 de abril de 2013
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ser rico no es un problema (aunque también se guarda sus líos); el gran problema es serlo a costa de haber pisoteado a los demás, de haber mentido y engañado, de haber abusado y explotado, a tal punto que ni siquiera ante el espejo te sientes capaz de sostener la mirada, porque sabes, bien que sabes, que entonces verías reflejada la vergüenza. Ser pobre es un problema, pero el mayor problema es la incapacidad de conservarse digno en medio de las carencias. Porque se puede carecer de muchas cosas materiales, pero cuando se tiene la riqueza de la integridad, la fortaleza del espíritu, y la constancia del esfuerzo, el hombre podrá vivir con la frente en alto; como a las aves habrá de llegarle lo necesario para subsistir; y su vida será ejemplo y acicate para la paz del mundo.

Karim, es un hombre de este talante. Para sostener a su esposa y sus dos hijos, ahora trabaja en un criadero de avestruces, pero un incidente lo pondrá pronto de patitas en la calle… justo cuando su hija, Haneyeh, espera un cambio de audífono a punto de comenzar sus exámenes de colegio, y cuando su hijo, Hossein, está pidiendo apoyo para convertir un pozo en un esperanzador criadero de peces.

Pero, “cuando una puerta se cierra…” y mientras Karim recorre las calles de Teherán en busca del desgraciado avestruz y de una esperanza, incidentalmente resulta convertido en un moto-taxista… y así comienza un nuevo proceso de sobrevivencia con el que aprenderá unas cuantas cosas y tendrá ocasiones en las que va a ser tentado, para ver hasta qué punto ha llegado su dignidad.

Con, <<EL CANTO DE LOS GORRIONES>>, Majid Majidi nos trae un nuevo y ejemplarizante filme, en la línea humilde y de perseverancia en medio de las adversidades de, “Bacheha-Ye Aseman” (1997). El padre de los chicos de ésta inolvidable historia, Mohammad Amir Naji (Reza Naji), será también ahora -en un maravilloso rol protagónico que le merecería el Oso de Plata en Berlín- el padre aguerrido para quien su esposa y sus hijos son el gran aliento de cada día.

En una de esas frases que los padres repiten a sus hijos generación a generación, Karim repite a los suyos: “El niño que no hace caso, hace sufrir a sus padres”. Cabe aclarar –y el filme mismo lo corrobora-, que esa frase es tan solo válida en un 50%, porque, cada tanto es necesario desoír algunos consejos, sobre todo cuando se tiene muy claro lo que uno desea y sabe muy bien que lo que desea es correcto. Así es como se forma el carácter, y si los padres sufren, no es por intención de los hijos sino porque se niegan a comprender que ellos tienen derecho a regir su propia vida.

Con, <<EL CANTO DE LOS GORRIONES>>, el cine iraní nos ha dado una ejemplar y conmovedora historia de integración, donde el padre lucha; la mujer emprende y apoya; y los hijos se esfuerzan por contribuir en algo a la solvencia de la familia. Fluye la esperanza en medio de los obstáculos; brota la alegría cuando se tiene una conquista; y se escucha el canto de los gorriones en cada amanecer con el que siempre viene una nueva esperanza.

Majid Majidi, es otro nombre que dignifica el arte cinematográfico.
Luis Guillermo Cardona
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
22 de abril de 2013
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Jackie Brown está metida en problemas. Por su labor como azafata, está sirviendo de puente para recibir los pagos que, Ordell Robie, recibe por sus negocios de armas… y acaba de ser atrapada por la policía con 50 mil dólares que no puede explicar cómo los obtuvo; y así como temía que su también aliado, Beaumont Livingston, lo delatara y por eso lo mató, Ordell no tiene mayores aspavientos antes de pensar que, a su apreciada Jacqueline, también hay que sacarla del camino antes de que les cante a los polis. Pero, Jackie Brown no es una mujer liviana, y alentada quizás por el apego a la vida, va a demostrar que no está dispuesta a despistarse sabiendo, bien claro, que los negocios los ha estado haciendo con el diablo.

Así arranca este desabrochado thriller policial, en el que las sutilezas puntúan a cada vuelta del camino, y la lucha por salirle al paso al riesgo de caer a la cárcel o quedar en el piso con un balazo en el pecho, hará que surjan en la mente de una chica en aparente desventaja, un buen fardo de artimañas que tendrá que ajustar para lograr su cometido.

Samuel L. Jackson, es Ordell, el traficante de armas, acerado racista que a sus iguales los trata de negros, y quien alardea por tener a una chica blanca como su mantenida amante, aunque bien sabe que, Melanie, como Tarzán, salta sin reparo alguno de liana en liana. La actriz Pam Grier, carga en sus fuertes hombros el difícil peso de Jackie Brown, la azafata dispuesta a elevar en principio sus ideas, confiando en ganar esa partida en la que los dos bandos están en su contra. Robert de Niro, es un estupendo Louis Gara, el socio polvo veloz y bastante primario, con el que Ordell quizás tendrá más problemas que gratas satisfacciones; y Robert Forster (Max Cherry), es el hombre de las fianzas que primero servirá al traficante, pero luego se decidirá por la chica a la que cree interesante.

Basado en la novela de crímenes, “Rum Punch” de Elmore Leonard –autor más reconocido por sus novelas western: “El Tren de las 3:10”, “Hombre”, “Que viene Valdez” y otras-, Quentin Tarantino consigue plasmar en, <<JACKIE BROWN: LA ESTAFA>>, una palpitante trama que logra sostenerse durante ¡154 minutos!, con muy pocas escenas de violencia, con un mínimo de tinta-sangre y con un sexo apenas sugerido.

En cambio, unos diálogos muy bien bordados con mucho de Leonard y algo de Tarantino; unos personajes perfectamente matizados como para que caigan simpáticos por mal que le jueguen a la vida; y una historia muy bien narrada desde todos sus aspectos formales (la secuencia en el almacén Billingsley, plasmada desde tres perspectivas, es magistral), permiten que, ésta película, haga ya parte de los buenos aciertos que llevan la firma de Quentin Tarantino.

Si deseas un título de entretenimiento seguro, éste es una buena elección.

Título para Latinoamérica: <<JACKIE BROWN>>
Luis Guillermo Cardona
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
5
21 de abril de 2013
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Este es un hotel bastante curioso, particularmente cinematográfico, podríamos decirlo: Según vemos en el panel telefónico, debe tener bastantes habitaciones, pero sólo sabremos de cuatro, ocupadas todas por gente bien “rarita” y muy adinerada… y en este día ¡solo un botones está al servicio de los huéspedes! Con un poco de buena y de mala suerte, todo está dado para que, Ted (Theo o Theodore) el muy ambiguo botones, tenga una jornada de fuertes emociones y de crueles sensaciones.

Segmento I: The missing Ingredient (El ingrediente que falta)

En uno de los cuartos del hotel, se presenta un aquelarre de atractivas brujas (Valeria Golino, Alicia Witt, Madonna…) quienes se encuentran preparando una particular mezcla de efluvios humanos con la que pretenden revertir un hechizo maligno que le hicieron a su diosa, Diana. La directora, Allison Anders, demuestra que sabe mucho de viñetas y colores, pero, hasta ahí, porque su corto es de un morbo sin gracia y de una insustancialidad bien lamentable. ***

Segmento II: The wrong man (El hombre equivocado)

Título, de rememoración hitchcokiana, para un corto dirigido por Alexandre Rockwell, más morboso aún, y de un pésimo gusto añadido que nos deja todavía más vacíos que el anterior. A, Jennifer Beals -la recordada chica de “Flashdance”-, con mucha dificultad le permiten abrir la boca, situación que debió haber sido para ella un verdadero castigo. *

Segmento III: The misbehavers (Los niños malos)

El director, Robert Rodríguez, nos concede por fin un respiro con este simpático segmento en el que, una suerte de gánster -bien representado por Antonio Banderas-, casado con una chica oriental –Tamlyn Tomita-, deja a sus dos hijos a cargo del botones al que ha pagado una buena suma para que se asegure de que no vaya a ocurrirles ¡absolutamente nada malo!, mientras ellos salen para una fiesta. Será una alocada y divertida situación en la que, la pequeña Lana McKissack, al lado de Tim Roth, será quien, ¡por fin! nos deje ver algo de actuación y de verdadera gracia.*******

Segmento IV: The man from Hollywood (El hombre de Hollywood)

Con sus habituales afanes de cinefilia, Quentin Tarantino (director y protagonista de este último segmento), al lado de un camuflado (¿avergonzado?) Bruce Willis, y de nuevo con Jennifer Beals (otra vez sin poder hablar), se pega fácil de un viejo episodio de la serie, “Alfred Hitchcock presenta”, basado en el clásico cuento de Roald Dahl, que protagonizaran, Peter Lorre (el maquiavélico apostador) y Steve McQueen (el tipo que arriesga su meñique), y que (para despistar) él recuerda como, “El hombre de Río”, pero, en inglés se tituló, “Man from the south” (1959) y del que también existe una segunda y muy interesante versión, realizada en 1985, con John Huston como el jugador-verdugo que empuñará el hacha de carnicero confiando en ganar la apuesta. Sin el vigor hitchcockiano, Tarantino asume el objetivo de demostrar que la ambición rompe el saco, y que "por la plata baila el perro"… y el blandengue del botones quizás esté dispuesto a corroborar esto último. *****

Título para Latinoamérica: CUATRO HABITACIONES
Luis Guillermo Cardona
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
9
4 de abril de 2013
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Janine Castang, es una de las tantísimas muchachas que han nacido con muchísimas carencias. Nunca conoció a su padre y cuando contaba apenas 11 años, su madre la abandonó para irse con un nazi al final de la II Guerra Mundial. Ahora, en el año 1950, con 16 años de edad, Janine vive con una tía, casada pero sin hijos, y estudia en una escuela donde ya se han dado cuenta de que, dentro del plantel, hay una ladrona a la que se proponen descubrir.

De su madre, a quien “sólo le interesaban el cine y los hombres, los hombres y el cine”, en palabras de su tía, Janine heredó la afición por el cine… y bueno, también la atraerán los hombres, entre quienes comenzará a buscar al padre que nunca tuvo, en la figura de un amante… y otra cosa interesa a Janine: las enaguas de seda, las pieles, los cigarrillos, las lociones… y todo lo que sabe que usan las chicas bellas y muy ricas de las películas. Ella también es bella, aunque quizás no sabe cuán bella es, y en el calor de su adolescencia, está ávida de aventuras, sexo y pertenencias. Entonces, ante la falta de oportunidades, se ha convertido en una ladrona consumada, no sólo en su escuela, sino en las tiendas… en cuanto coche dejan abierto… y hasta en la sacristía, si le dan la oportunidad.

Como ocurre en la vida de toda persona, las oportunidades de redención llegan y/o se buscan. Janine accede a ambas cosas. Pero como sucede también en la vida de las personas, las tentaciones llegan y/o se buscan… y Janine cae muy fácil, sobre todo cuando el proponente es alguien que le gusta.

Dos hombres entran en su vida: Michel Davenne, el director de un coro, casado y con una hija, interesado en rehabilitarla y en otras cosas; y Raoul, un chico con sus mismas carencias, con el que le resultará muy fácil identificarse y…

<<LA PEQUEÑA LADRONA>>, comenzó como un guion escrito por, François Truffaut y Claude DeGivray, que el primero iba a rodar, pero, un tumor cerebral que terminaría con su vida, truncaría este proyecto. El director, Claude Miller (asistente de Truffaut durante muchos años), hace luego su propia adaptación asistido por Luc Béraud y Annie Miller… y así surge, en 1988, esta preciosa película que, además de que ofrece un efectivo cuadro de la marginalidad, del ansia de ser, y de los obstáculos que la misma sociedad impone a la realización humana, también consigue dejar a flor de piel, el lado amable, sensible y transformable que ofrecen los desadaptados ante la menor oportunidad.

Con una fascinante interpretación de, Charlotte Gainsbourg, a quien este filme le basta y le sobra para alcanzar el estrellato, <<LA PEQUEÑA LADRONA>>, refleja una emotiva nostalgia por los años 1950, y además viene facturado con un toque a cine clásico muy bien logrado, y con unos planos de gran belleza visual, donde la sensualidad y el encanto de la tierra, ocupan su privilegiado lugar.

Quedo sin nostalgia alguna por el pasado que pudo tener esta historia. Creo que, Claude Miller, nos ha dado una obra que logrará la trascendencia.

Título para Latinoamérica: CASI UNA MUJER
Luis Guillermo Cardona
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7
31 de marzo de 2013
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los Charles, ya son cuatro: Nick, Nora, Nick Jr., a punto de cumplir un año, y Asta el can en-can-tadoramente travieso. Con deseos de, “ya no va más”, se predisponen a unas plácidas vacaciones cuando reciben la llamada de su viejo amigo, el coronel MacFay, diciéndoles que ha sido amenazado de muerte y reclamando su presencia. El asesino pareciera descubierto sin todavía cometer el crimen, pues, Phil Church, conocido como “el cubano”, se complace en contar sus “sueños”… y éstos, hasta ahora, se han materializado.

Hecha efectiva su premonición última, contada en persona al mismísimo Nick Charles, comienzan a llover los sospechosos –incluidos Nick, Nora… y hasta la traviesa Asta- y la historia comienza a convertirse en un “busca en vano”, con demasiados sospechosos y un criminal verdadero. Mientras los sabuesos de la policía se dan contra las paredes, Nick guarda para él solo; se da unas cuantas deliciosas salidas con su atractiva esposa, y el pequeñín, Nicholas, empieza a tomar lugar en la trama hasta lograr que a Nora casi se le salga el corazón.

Tercera entrada de, “The Thin Man” (¿Quién diablos es el hombre delgado?), con Nick y Nora Charles siempre dotados de su peculiar encanto; su fácil manera de acomodarse a los más raros especímenes sociales; y su agudo instinto para oler donde hay un criminal, <<OTRA CENA DE ACUSADOS>>, resulta bastante agradable aunque, sin duda, menos divertida que las dos anteriores y con una resolución agarrada por los pelos, solamente por puro despiste.

De nuevo, William Powell y Myrna Loy, constituyen la pareja perfecta; y un buen elenco que incluye a, Otto Kruger, como el asistente del distrito Van Slack; Virginia Grey, la atractiva Lois MacFay; C. Aubrey Smith, en el rol del pronosticado coronel; y Marjorie Main, como la dueña del hotel, conforman un sólido sostén a ésta nueva e intrigante historia , escrita por Frances Goodrich y Albert Hackett, con base en otra historia del renombrado, Dashiell Hammett, titulada, “El Crimen del Adiós”.

Habrá música latina; un estupendo baile de, Renee & Stella, con el “Siboney” de Ernesto Lecuona… y hasta una salida de Nora con un confundido “seductor”, que añaden gracia y atractivo a ésta agradable comedia detectivesca.

Tercera satisfactoria labor del director, W. S. Van Dyke III, consolidando la que ya constituye una de las mejores series que nos haya dado el arte cinematográfico… y de la que todavía siguen tres entregas más, para complacencia de los adeptos a los singulares, Nick y Nora Charles.
Luis Guillermo Cardona
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
Más sobre Luis Guillermo Cardona
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow