La factura es muy pobre, la realización está mas cerca de un producto televisivo que de cine. Es inconexa, si no te has leído el libro te perderás entre la avalancha de personajes que aparecen.
Es una mala adaptación, la primera parte mantiene el tipo, en cambio esta segunda estaría destinada a la televisión sueca de no ser del exitazo de los libros a nivel mundial.
La trilogía de Larsson es sumamente cinematográfica, en su estilo de narración, ritmo, tratamiento de personajes, y su paso al cine en esta segunda parte es un rotundo fiasco, ya que ni encuentra el ritmo ni el estilo propios de una película de cine... que al fin y al cabo es lo que uno quiere ver.

Veo un encarnizado debate entre las críticas, entre los partidarios de que estamos ante un pestiño o los que dicen que es una buena adaptación. Yo me pongo a mitad de camino de todo, por si sola la película es difícil de entender, pero capta a la perfección la atmosfera de la novela y comparte muchísimos aciertos.
Si has leído la novela (para mi de lo mejor que he leído en mi vida) disfrutarás de esta obra, de su atmósfera claustrofóbica, de su crítica a la libertad de pensamiento, a los totalitarismos y te estremecerá su crueldad y dureza. Si no la has leído tal vez te pierdas en la trama pero es que Orwell tampoco es para todos los públicos...

La serie con la trama mas retorcida posible. Dos amigos de la juventud, enamorados de la misma mujer, que comparten al hijo mas estúpido posiblemente de la televisión mundial (y si no repasad la catarata de decisiones estúpida que toma). Uno de ellos un crápula seductor adicto al sexo (se cepilla a casi todos los personajes femeninos de la trama),el otro un soso que quiere una vida normal pero con una vida de lo mas convulsa, todo ello regado con unos cuantos psicópatas que les harán la vida mas complicada aún, secundarios viciosos, pacientes enfermos de la cabeza, y vueltas y mas vueltas de rosca de guión.
El resultado es una serie con estilo propio, que no deja indiferente a nadie. Las situaciones, muchas veces inverosímiles, a las que llega son extremas, pero la crítica feroz a la sociedad basada en el culto al cuerpo perfecto y el humor negro que la inunda la hacen una apuesta segura para pasarlo teta, y es que en el fondo todos somos un poco ...... viciosillos.

Hay dos tipos de películas relacionadas con los viajes en el tiempo, las que cada viaje causa cambios tipo efecto mariposa (Efecto mariposa, la serie Héroes, la nueva Star Trek...) y las que el viajante no consigue cambiar nada ni intentándolo (12 monos, Terminator, La máquina del tiempo...). En las del primer tipo la realidad se parte en infinitas realidades alternativas y acaba siendo un embrollo de difícil digestión donde solo el guionista sabe adonde quiere ir a parar. Yo me quedo con el segundo tipo, no es que crea en el destino pero la fatalidad de intentar cambiar las cosas y que todo continúe igual me resulta sugerente, irresistible, cínico, atractivo, cinematográficamente mas interesante..
De todas ellas tengo una debilidad por 12 Monos, será por Madeleine Stowe que está insultantemente bella por ella yo también iría al fin del mundo, será por el dúo Willis-Pitt que están mejor que nunca, será por Terry Guilliam que hace su película mas redonda con diferencia, será por David Morse uno de los mejores secundarios que hay, será por la historia llena de poesía, será por la ciencia-ficción apocalíptica de calidad, supongo que por un poco de cada cosa, demasiadas cosas de mi gusto hacen de esta una de mis películas preferidas, seguramente yo también este zumbado como el personaje de Willis, seguramente también me enamoraría de Madeleine Stowe.

No soy ningún incondicional de la "factoría Apatow" ni mucho menos, no me gustaron ni Virgen a los 40, ni Lío embarazoso, ni Supersalidos. Para mi todas ellas comedias fallidas por un motivo importante, que no me reí un pimiento con ellas.
¿Por que he visto esta?, la verdad es que no lo se (será que soy cabezón y nunca me rindo) pero con esta en cambio si me he reído de principio a fin, los gags funcionan, no hay moralina por ningún lado y la sal gruesa aparece en su justa medida.
Lo cierto es que es agradable y con momentos de altura ya sea ridiculizando al protagonista o con el mete-cuernos, o sea la estrella de rock mitad Gandhi, mitad Alice Cooper.