Haz click aquí para copiar la URL
España España · Barcelona
Críticas de Willis
<< 1 2 3 4 5 7 >>
Críticas 31
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
7
19 de marzo de 2019
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuentan que Sergio Leone alabó las dotes de actor de Clint Eastwod con la siguiente broma: "Oh, es un actor magnífico! Tiene dos registros realmente excepcionales, uno con sombrero y el otro sin sombrero".

Puede que recordando este elogio, Clint decidiera ponerse otra vez delante de las cámaras. Parece que mucha gente interpretó el emotivo final de Gran Torino como su despedida definitiva como actor, pero no. Clint ha vuelto. Y como no podía ser de otro modo, ha vuelto interpretando a un héroe. En Gran Torino estaba viejo, pero aun podía repartir un par de hostias bien dadas y poner la suficiente cara de mala leche como para amedrentar a unos pandilleros de barrio. Ahora ya no, ahora esta viejo de verdad, pero se las ha arreglado para componer otra vez el personaje de un héroe, un héroe simpático y amable, un héroe como podemos ser todos, sin necesidad de ser el más rápido, el mas fuerte y el más chulo. Como me gustas, Clint, enhorabuena por la película y por haber vuelto. Enhorabuena por este personaje. Cuando sea viejo, ya no falta mucho, quiero ser como tu:

- Sin miedo a morir, entero y valiente hasta el final.
- Aceptando mis errores e intentando repararlos en lo posible. .
- Haciendo las paces con mi pasado y saldando mis deudas.

Y quiero hacerlo como tú, sin perder el sentido del humos ni las ganas de vivir hasta el último día.

A parte de lo anterior, que ya es mucho, la película es impecable. Elegante, como es su costumbre, clásica en su forma de rodar las escenas, con buenos actores, buena música... En fin, yo de ustedes no me la perdería por nada.
-
Willis
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
10
5 de noviembre de 2018
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si me preguntan ¿Cuál es tu película preferida? Debo responder Doctor Zhivago. Sé que es imposible contestar por razones que no sean sentimentales. Hay cientos de películas excelentes. La crítica elabora listas constantemente: las 10 mejores, las 100 mejores, 300 films que debes ver antes de morir... Todas tienen solo un sentido informativo, pues la número 300 podría ser la 1 y la 1 la 300.

Doctor Zhivago me abrió un mundo nuevo, me enseñó que el cine es un espectáculo completo y maravilloso, que sirve para entretener y emocionar, pero también para aprender y reflexionar, y que todo esto se puede hacer de la forma más bella que imaginarse pueda. Un espectáculo que lo puede dar todo a la vez: poesía, música, épica, drama, tragedia, comedia, la Historia y la historia, placer estético, conocimiento, profundidad, reflexión, belleza y verdad. Otras artes pueden darte lo mismo, de acuerdo, pero ninguna te lo puede dar con la fuerza, la brillantez y la majestuosidad del cine. Por si fuera poco, es baratísimo: compras el DVD de Doctor Zhivago y lo ves una vez al año, alternando la posición de rodillas y la de firmes, para rendir cumplido homenaje y no extenuarte, y te sale a unos ridículos céntimos de euro cada hora de placer.

Zhivago me llegó en la hora justa, claramente identificable. Invierno de 1972, diez años de edad, apenas virgen en las salas. Habría visto hasta entonces, Disney, Tarzan, y alguna que otra, pocas, por TV. El mundo de 1972 era muy diferente, la TV hacía poco que había llegado a las casas, y menos aún a la mía, mi padre era reacio (y como él otros muchos). Un niño de 10 años ha visto hoy cientos de películas, sobre todo ha visto muchas luces y mucho estruendo, y ya nada le sorprende. Yo era casi virgen audio visualmente hablando.

Fui al cine con mis amigos de entonces, de 10 a 12 años, quedábamos como si fuéramos ya mayores. Eso era perfectamente normal en una pequeña capital de provincias. Una época que defino como la época pre mujeres. Niños mayores, responsables, a los que todavía no nos perturbaba el sexo. Recuerdo la puntualidad escrupulosa de las citas. Si quedábamos un domingo a las 4 de la tarde, cinco minutos antes ya estábamos todos con total naturalidad. Nunca más he disfrutado de una puntualidad como esa, una costumbre que daba confianza y seguridad. Disfrutábamos como locos, sin saberlo claro, de aquellas primeras salidas sin los padres. Comprábamos un paquete de tabaco en una máquina de la calle (no sé cuándo desaparecieron pero esas máquinas fueron reales), nos fumábamos un par de pitillos cada uno, no queríamos caer en el vicio, y tirábamos el resto. Solo el día de salida semanal. Y lo cumplíamos sin esfuerzo, con el temple y la seriedad de los niños mayores. Toda aquella paz saltó por los aires al poco tiempo con la llegada de la primera chica. Por suerte aún no había llegado ninguna cuando entramos a ver Doctor Zhivago. No es misoginia. Cada cosa a su tiempo.

Así fue, sin tener la menor idea de lo que íbamos a ver, con la madurez cogida por los pelos, limpios de prejuicios. Solo la información que daba a unos ignorantes el cartel original. Quedé clavado en la silla, cosido y pegado, boquiabierto, admirado, no perdí detalle en las tres horas largas de un día que nunca olvidaré. Era una sala antigua, enorme, de pantalla gigante, con platea y primer piso. El primer piso era más barato, así que ahí estábamos, repantigados, convencidos de nuestra acertada elección. Ver Doctor Zhivago por primera vez, ahí es nada, creo que aún no me he recuperado de la emoción:

El mundo adulto, por fin, sin secretos y en toda su complejidad. El orgullo de darte cuenta que ya entiendes lo suficiente para seguir la película y comprender lo que te están contando, pero que aún no lo entiendes todo. Eso se llama fascinación, diría. La belleza de Julie Christie, la belleza de las mujeres en general, que desde ese día ya nunca estarán tan hermosas como en el cine. La belleza de los paisajes, la nieve, los trenes cruzando las estepas, los bosques... Estaba ahí dentro, en los mismos e inmensos paisajes. La música que se te queda grabada. La Historia de Rusia, terrible, que aprendes sin ir a clase. Y todo lo que digo a continuación, que sin duda pertenece a otros visionados, pero que estaba ahí en el primero: Zhivago tan bueno, tan puro, sufriendo tanto. Lara tan buena, tan pura, sufriendo todavía más. Zhivago casándose con su hermana de adopción porque cree que la ama, igual que lo cree ella. Como salta todo por los aires cuando llega el amor de verdad, la pasión que la película defiende. La imposibilidad del amor. Lo endiabladamente complicado que es todo, aun dando lo mejor de ti. La Historia que te sobrepasa. No sigo, cientos de razones sobre las que muchos han escrito, mejor y con más conocimiento.

Al salir había que irse pitando. No hubo tiempo de comentarios ni de fumarse el cigarro habitual. Si nos lo fumábamos nos olerían el aliento, ya llegábamos muy tarde y la inspección sería severa. La vida volvió con su habitual monotonía. Recuerdo mi deseo de comentar la película con mis compañeros. Un deseo vago, pues todavía no sabía muy bien cómo se hacían esas cosas. Me dirigí al mayor del grupo, el líder tranquilo que iba a cumplir 13 años. Un chico noble, robusto, con una fuerza física tremenda, podía tumbarme de un sopapo sin pestañear pero siempre me trató con amabilidad, y eso que yo era un tocacojones de primera. Recurrí a él en busca de la autoridad que otorgan la edad y el liderazgo indiscutido. “Què et va semblar la peli?” Me miró de arriba abajo perdonándome la vida, "acollonant", contestó con aplomo, enfática y lentamente, con una voz segura, de fardona superioridad, una voz que confirmaba que él había entendido cosas que a mí, bisoño, se me escapaban. Me quedé aguardando que continuara. Inútil espera. Acojonante, sin duda, y no hacía falta decir nada más.
Willis
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
27 de septiembre de 2018
12 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Coincido con los elogios que se han escrito aquí e intentaré escribir alguno más sin repetir lo ya dicho.

Me maravilla. Que una joven mujer, china, estudiante en Inglaterra y USA haya dirigido y escrito esta película me maravilla. Un western, subgénero rodeos, nada más ni nada menos que el colmo de la testosterona. Que gran noticia que esta mujer derribe todos los tópicos y prejuicios, y de un empujón, ella sola, a la igualdad entre sexos y razas, a la interculturalidad y a un mundo mejor. No hace falta ser John Houston, ni Sam Peckimpah, ni Robert Redford, por poner unos ejemplos, no hace falta ser un astuto y viril hombre blanco para contarnos esta bella historia de cow boys solitarios, de héroes que tienen de antemano la batalla perdida.

Los oídos y los ojos se me pusieron como platos cuando tres amigos cow boys van a buscar al protagonista a su casa y se lo llevan de juerga en mitad de la pradera. Una fogata, unos tragos, una guitarra, y la conversación: viril, cruda y tierna, fanfarrona, llena de humor masculino, respirando autenticidad por todos lados en cada frase ¿Cómo lo consiguió? Quiero verla otra vez. Que espectáculo más hermoso.

Con el corazón en un puño me quedé cuando el protagonista visita a Lane en el hospital. Su casi hermano mayor Lane, el héroe de todos, el cow boy mas chulo, el más ligón, el más fanfarrón, puto amo Lane… Reducido ahora a un inválido irrecuperable, una sombra lejana de lo que fue hace solo unos días por culpa de una mala caída. Esa mala caída que todos ellos tarde o temprano tendrán, siempre con consecuencias, quizás no tan graves, pero con consecuencias.

Y la lucha del protagonista consigo mismo, que es el tema de la película, que bien contada está. Cada vez que intenta cabalgar de nuevo, sus dudas, sus avances y retrocesos, los consejos de todo tipo que recibe, su trabajo en el supermercado, la relación de hermano mayor tan bella que tiene con su hermana, sus amigos, la forma que tiene de tratar a los caballos… Todo contado con pulcritud, concisión, elegancia formal, belleza y verdad.

Algunos aun dudan a veces que el cine siga siendo un un arte, pero aquí no podemos dudar: pura autenticidad y puro arte.
Willis
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
21 de septiembre de 2018
7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Que gusto de película.

El primer placer es el de ver una obra bien hecha: una buena historia, con actores muy buenos, bien contada, bien fotografiada, bien de ritmo, de musica, de localizaciones, de vestuario... Nada falla. Todo está impecable. No hay un segundo de aburrimiento. Hasta el título es perfecto.

El segundo placer es ver a Penelope Cruz y a Javier Bardem bordando sus papeles. Tardé muchos años en que me gustara Javier Bardem como actor, nunca entendi su enorme éxito en el cine y con las mujeres. Siempre me pareció zafio, grosero, primitivo, un hombre que sudaba esperma y que debía oler a ajo reconcentrado, además de un actor al que no se le entiende cuando habla ( lo peor que le puede pasar a un actor, a mi parecer ). Muy al principio, Penelope tampoco me gustaba, pero ahí Almodovar me sacó inmediatamente de mi error cuando la convirtió justamente en una diva ( Volver). Bueno, mis prejuicios con ella desparecieron totalmente pero persisten con él. Debe ser celos y rabia masculina. Aunque no tengo más remedio que reconocer que en esta película estan perfectos los dos.

El tercer placer es ver como avanza la película de la comedia de costumbres al trhiller, como van apareciendo los secretos de la familia, como poco a poco te vas enterando del pasado de los personajes principales y empiezas a entender los motivos por los que estalla el drama inesperado. Aquí voy a poner un pero, y es que nada se nos dice de los motivos de los malvados. En cualquier otra película quizás esto no tenga ninguna importancia, pero me parece que aquí si debiera haberse dicho algo sobre este aspecto.

El cuarto placer es que la película genera debate moral, o sea que a la salida puedes continuar hablando de ella. Por que los personajes actúan como actúan ? ¿Hubieras hecho tu lo mismo en el caso de ser Bardem ? ¿ Y en el caso de ser P. Cruz ? ¿ Hacen lo correcto ? ¿ Que pasará después ? ¿ Que pasará con la hermana mayor y su hija ?
Yo de ustedes no me la perdería.
Willis
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
11 de junio de 2018
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
A las mujeres, hablando en general, no les gustan los westerns. En todo hay excepciones, claro, y aquí seguro que numerosas, pero el tópico dice que los westerns clásicos gustan a los hombres, y entre ellos a los que ahora son mayores de 50 años. Sin embargo, no entiendo estos prejuicios porque siempre he pensado que el western puede explicar y explica preciosas historias de amor. En la Diligencia de Ford, hay una de las mejores historias de amor que jamas se han contado, el presidiario y la prostituta, que són en realidad ángeles de bondad. Solo ante el Peligro, empieza con una boda y durante todo el film este amor está muy presente, tanto que solo ella será capaz de defender a su esposo. Por poner solo dos ejemplos.

Este estupendo western, atención mujeres de toda edad y condición, puede verse como una preciosa historia de amor, además con Charlton Heston de magnífico protagonista, y en el mejor papel que yo le he visto nunca. No exagero, Charlton Heston, en casi todos sus filmes, es una montaña de músculos y virilidad, bella e inexpresiva, pero aquí además trasmite emociones, es decir, se convierte en un pedazo de actor.

La película és el retrato de un cow- boy llamado Will Penny ( de aquí el título original y no la patochada con la que la rebautizaron aquí ), el retrato de un hombre analfabeto y puro que nunca tuvo un hogar, creció como un niño asilvestrado y trabajo de pastor de vacas toda su vida sin esperanza ni futuro alguno. El milagro del western, que és el milagro de USA, que és el milagro del imperio, o ha sido, es hacernos creer que un pobre y desgraciado pastor de vacas puede ser un héroe como la copa de un pino .Y no solo un héroe porque sabe manejar los puños o las pistolas, sino un héroe moral en el sentido más estricto.

Y vamos a lo que íbamos, con la preciosa historia de amor. Este hombre que solo ha conocido a prostitutas arrastradas, se encuentra a sus 50 años con el amor, con una mujer hermosa, dulce y delicada, con un niño que le adora, con un hogar... Todo de golpe y a la vez, cuando ya no esperaba nada de la vida más que subsisitir. En como nos convence el film que esta historia de amor es verdadera y bella, creíble y deseable, ejemplar y tierna a mas no poder, está, para mi, la gran baza del film.
Willis
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 2 3 4 5 7 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow