Que toda secuela va empeorando paulatinamente a medida que se aleja de la obra original es algo obvio. Pero no con La Jungla, o esa era la esperanza después de tres cintas que rozaban la perfección. Motivos de sobra para creer que una cuarta entrega estaría a la altura pero a la vez un arma de doble filo, ya que inevitablemente sería comparada con sus predecesoras. Bien es cierto que esta última se encuentra muy alejada temporalmente de las otras pero con un denominador común, imprescindible, Bruce Willis. Su mera presencia bien merece su visionado.

Una vez comienza la película te das cuenta de que los años pasan para todos, incluso para el inmortal John McClane, que la trama es tediosa e infinitamente peor que las anteriores y que la mezcla de humor/ acción tan bien llevada a cabo anteriormente ahora fracasa.

No todo estaría perdido si la elección del actor secundario en el importante papel de friki informático hubiera sido la adecuada pero sencillamente es horrible. La credibilidad que le resta al film es abismal, incluso más que las exageradas escenas de acción y efectos especiales. Y como colofón un malo mucho menos malo que los de antes.

En conclusión, película válida para una tarde de aburrimiento pero bajón absoluto de la saga. No obstante la salvo con un aprobado muy justo.