Como dice mi padre: "Mala y, encima, larga". Yo diría que eterna. Es desesperantemente lenta.

Comienza cautivadoramente, pero a no mucho tardar empieza a despedir un hedor que no demora mucho en confirmarse. Los decorados, vestuario, localizaciones y fotografía son los culpables del engaño, de la chanza, de venderte este ... cómo decirlo de forma amable, educada y culta .... ¡Bodrio!. No veo otro epíteto más ajustado.

Su peor defecto, que para algunos será virtud, es esa sensación constante de estar ante una gran obra maestra llena de alegorías e invocaciones profundas y penetrantes que evocan los más íntimo del ser fundamental, elevando el alma y la erudición a niveles metafísicos. Lamentablemente, no poseo tan altas capacidades. No me hallo entre esa élite tan magnificente como para poder degustarlo sin atragantarme. Por ello, me atraganté. Salvo alguna alegoría ofensivamente obvia, in albis estuve. Pudiera yo atisbar la posibilidad de sugerir y no dejar ver, de transmitir sin especificar, de incitar y no entregar, etcétera, sin maltratarnos con el más absoluto tedio.

Por concluir, no puedo dejar de incluir en la crítica el concepto de Truño. Me parece muy categórico, a la par que definitorio. Lo sé, con éste, bien me podría haber ahorrado todo este sainete, pero quería ser igual de cruel que los pergeñadores de lo que nos ocupa.

Parece difícil que con un elenco de actores tan interesante y un grupo de atletas tan impresionantes no se consiga crear el más mínimo interés más allá de las escenas de lucha.

El guión (en el caso de que lo hubiere) va dando bandazos entre absurdo, inverosímil, desordenado, incoherente, aberrante, injustificado, ... y algún calificativo más que, a buen seguro, me dejo.
Los cambios de vestuario con saltos temporales también son muy interesantes (aparecen con ropas que aún no se han puesto y se pondrán después).

En fin, con mimbres (actores) para algo muy entretenido, ha salido una aberración. Es como cocinar un plato incomible con un buen producto. Le pongo un 3 por las escenas de lucha.

Me ha llamado la atención como una gran producción como esta, con tantísimos recursos, cae en un infantilismo testosterónico tan obsceno. En general está bastante pasada de vueltas, parece una gamberrada de los guionistas / productores / director.

Ojo, no es una queja, a pesar de ser un "pelín" exagerada en general es muy divertida y disfrutable. Claro que, con un cast así y tantos recursos visuales, era complicado que no lo fuera.

En realidad no se puede hablar de mala adaptación, pues no lo es. Está basada e inspirada en El Hobbit, y poco más.
Dicho esto, y como "Tolkienano" que me considero, hay que ser capaz de abstraerse y disfrutar, simplemente disfrutar, y se puede y mucho.
A pesar de ser la más floja de la trilogía, como en las anteriores, se puede disfrutar y mucho.
A pesar de los peros, unos cuantos, sigo rendido al Señor Jackson & Co. Aunque me dejan un pequeño mal sabor de boca. Esperemos al próximo proyecto.

Una vez más, el genial Jackson nos deleita con una producción bestial. Si bien debo decir que tanto el 3D como el 48fps me han dejado algo, un poco, muy poco, frío, seguramente por el impacto que tuve en la primera parte, ha vuelto a ser un auténtico deleite para los sentidos.

Entre los conocedores del mundo Tolkien, entre lo que humildemente me incluyo, entiendo que haya cierto disgusto, pues se han tomado excesivas libertades. Aún así, hay que tratar de abstraerse de ello y disfrutar del espectáculo, porque esto es lo es, espectáculo puro y duro. Ya que voy a pagar una pasta indecente, lo mínimo que pido es esto.

En cuanto a la adaptación, debo reconocer que lo que no sale directametne en el libro, está bastante bien plasmado.

Aviso a navegantes, si lo que quieres es que un pedante-pseudoiluminado-hiperintelectual te diga cómo debes vivir tu vida en un folletín insulso con dos escenarios fijos, te has equivocado de película. Si quieres disfutar durante un buen y largo rato, este es tu sitio.

El que quiera entender que entienda, y el que no, que vaya a ver a Woody Allen & Co.