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Críticas de Lois Karakul
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Críticas 17
Críticas ordenadas por utilidad
2
25 de marzo de 2020
17 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
El niño Amenábar, como no podía ser de otra manera, con una subvención bien abultada a costa de los españolitos, se marca una pseudopelícula histórica intentando retratar hasta hace relativamente poco un incuestionable y "épico" suceso en el Bando Nacional a principios de la Guerra Civil Española: El presunto encontronazo entre don Miguel de Unamuno y Millán Astray.

Sin entrar en desenmascarar la falsedad de los hechos clímax de la cinta, pues el que quiera tiene a su disposición en la red abundante información de cómo se gestó la desfasada "versión oficial" que se nos muestra, el altercado sirve de excusa para hacer una película poco convincente y superficial a la hora de mostrar tanto la figura de Unamuno (Karra haciendo de Elejalde con unas barbas blancas) como la de Millán Astray (Eduardo haciendo de Fernández con un monóculo opaco) con unas interpretaciones sobre actuadas.

Por otra parte, podría haberse aprovechado la película, por lo menos, para hacer una semblanza sobre unos hechos históricos fundamentales en la historia de España que de alguna manera instruyeran al personal sobre cómo estaban las cosas en la Salamanca Nacional, pero el lobby progre impuesto a los españoles desde la Transición pesa demasiado en la sociedad actual en general y en el cine patrio en particular.

No obstante y por arrojar alguna luz sobre el título de esta crítica, efectivamente se vislumbran la veracidad de algunos hechos y situaciones tímidamente mostradas como por ejemplo la tensión entre los miembros de la Junta de Generales nacionales por la desconfianza en la figura de Franco liderada por el General Cabanellas. También la adhesión de Falange Española a Unamuno pues este apoyó abiertamente al Bando Nacional e incluso se entrevistó con José Antonio Primo de Rivera y aunque le manifestó que no sabía muy bien que era eso del fascismo algunos de los principios básicos del nacionalsindicalismo le convencían abiertamente, lo cual se muestra de forma bastante ridícula cuando a la salida del cafetín un joven falangista le pide un autógrafo a don Miguel. También la figura plana y astuta que se muestra de Franco se ajusta bien a su personalidad.

En fin, un bodriete más del cine español sobre la Guerra Civil en su línea de embustero sectarismo doctrinario. Me preguntó si algún día veremos una película que sitúe la acción en los sucesivos gobiernos del Frente Popular durante la Guerra Civil con el desenlace fatal del último presidido por el sovietizante Negrín, aunque fuera desde la visión tradicional de nuestro cine, a ver cómo despachaban esa mal avenida cama redonda de ideologías e intereses políticos......

No hago ningún spoiler porque la película realmente no es más que una aburrida y burda manipulación emocional del espectador preparatoria para la embustera anécdota final que le sirve de excusa como se dijo antes.
Lois Karakul
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1
13 de diciembre de 2021
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por no tener no tiene ni críticas profesionales. Así que a los sufridos espectadores nos corresponde valorar o, en este caso, denigrar este bodriete insultante que hasta los programadores de las pelis de la tarde de A3 se abstendrían de exhibir.

Pero vamos a ver ¿A quien coj... se le ocurre producir, dirigir, montar, interpretar etc etc este engendro? Me resisto a creer que solo sea por dinero, inclinándome a pensar que detrás de este sindiós solo puede estar el lobby negacionista, aunque pensándolo mejor... tampoco, siendo quizás sobre la pésima calidad y nula fidelidad histórica en lo único que podrían ponerse de acuerdo los partidarios de la versión oficial del holocausto y los negacionistas pata negra.
Lois Karakul
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1
25 de septiembre de 2021
5 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Buscando alguna peli que ver entre la programación de los últimos 7 días de la tele, me encontré con este truño titulado "El autor".

Normalmente no veo películas españolas de directores gafapastas o progres pues sus propuestas siempre me decepcionan e incluso me cabrean por la pérdida de tiempo, la estulticia intelectual y adoctrinamiento que desprenden, a más del escandaloso despilfarro de dinero público, que bien debiera invertirse en otros proyectos más de entretenimiento como de cultura en general.

Ante este panorama, la lógica pregunta es.... entonces ¿porque vio usted la película?.... Así nos hubiera ahorrado esta crítica. Pues por la peregrina razón de recordarme su sinopsis a una película menor, pero que me hizo desternillarme en su momento y lo sigue haciendo a día de hoy, cuál es para mí la magistral "Tira a mamá del tren"... Adoro a Dani DeVito.

Visionados 20 minutos de "El autor" concluir que ni el protagonista ni ninguno de las actores de la película están a la altura del cómico italoamericano: Gutiérrez lobotomizado, De la Torre haciendo como siempre de De la Torre - el único matiz es que sale todo el tiempo con una chaqueta en plan pijortera sevillano y las gafas de clic que puso de moda Mario Conde- la León de teatro de instituto, los mejicanos no sé cómo lo harán en Méjico, el notario y el militar retirado para que hablar.... quizás el único que transmite cierta veracidad sea el plasta de compañero de trabajo, en Sevilla abunda ese estereotipo.

El desaprovechamiento de Sevilla en cuanto a las localizaciones de la película resulta vergonzoso. Qué poco partido se ha sacado a una ciudad tan bella y variada en estilos arquitectónicos y espacios urbanos.

La gran paradoja de esta patraña es que la propia película incurre en los mismos pecados de los que se acusa al protagonista en sus vanos intentos de ser escritor y a la hora de construir una obra: ¿para qué? ¿porqué? ¿cuándo? ¿cómo?.

Debería sonrojar a todos los que aparecen en ella y a la cabeza su director por sus últimos minutos por mentirosos, atropellados y sin sentido, con un cambio de ritmo digno de los sketch de los payasos de la tele que terminaban siempre agotadas las cuatro gracias chuscas a base de zambombazos, bombos y platillos, todos corriendo y chillando a la descarajada cada uno por su lado.

Ni en las películas de fines de los 70 y 80 en las que siempre salía algún desnudo y algún personaje llamando a otro hijo de p....- normalmente la escena era de una mujer en tetas insultando a su compañero de cama- he encontrado unos desnudos tan grotescos e innecesarios ni una forma de insultar con un hijo de p... tan patética.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Lois Karakul
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6
25 de junio de 2023
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Dicen que quien tuvo retuvo, y también aquello de que lo que se resiste persiste y la paradoja es que estas dos máximas reales como la vida misma se entrelazan en la historia del protagonista de esta cinta.

Aclamada en el Festival de Sundance, a caballo entre el telefilme de la tarde y el cine de autor trasnochado que no ha sabido reinventarse, se digiere entre el tedio que provocan unos continuos clichés mil vistos con el reconocimiento de experiencias vitales que todo ser humano sabe propias por estar impresas en el adn.

Pero es que pese a la magnífica interpretación de Elliot y también, de menos a más no por su trabajo sino imposiciones del guión, de su compañera, se ven empañadas por el giro final de la película.

Es difícil ver en el actual cine gringo
finales de películas donde el espectador, iba a decir "sale del cine" - esto forma parte del pasado- se queda en el sofá con un nudo en la garganta y esta película podría haber conseguido ese efecto en mí como lo consiguió "El luchador" de Aranofski con la cual comparte ciertas similitudes, pero no fue así y ello por la mención anterior al "pinche" guión.

Aunque hay que reconocer el correcto equilibrio entre las dosis de vinagre, al inicio de la película, con las de miel con la aparición de la coprotagonista, las proporciones se equivocan a medida que avanza la relación entre ambos, todo ello cómo no, en pos de los dictados de lo políticamente correcto - en el spoiler me referiré más concretamente a ello- de forma que el fiel retrato que se iba dibujando de un héroe convencido de la estafa que hay detrás de todo héroe y la paz interior que estaba consiguiendo tras su trascendente renuncia y aceptación, se trunca con unas gotas de ese convencionalismo social que nos viene imponiendo Hollywood desde hace ya más tiempo del necesario y aunque se lo pretenda disfrazar con el trampantojo con que se cierra el filme, no cuela.

Le pongo un 6 por la profundidad y valentía con que trata temas transcendentes como la convivencia y aceptación con dignidad de la vejez, la enfermedad y la soledad, la fugacidad de la vida y la rapidez con que las oportunidades pasan y se dejan pasar.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Lois Karakul
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9
10 de noviembre de 2022
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Solo escribo críticas cuando las películas me gustan mucho o, todo lo contrario, me indignan bastante.

Vamos con Amour.

Normalmente antes de escribir aquí y para contrastar mi opinión, me leo las críticas profesionales de las que normalmente disiento y después echo un vistazo a unas cuantas de usuarios que dan un 1 ó un 2, y así lo he hecho esta vez también.

Tras el visionado de la peli, tuve esa impresión premonitoria de que iba a estar varios días regurgitando y deglutiendo escena a escena y silencio a silencio, como me suele pasar con el cine de Haneke, así que para terminar de una vez con ese trasiego, del estómago a la garganta y viceversa, escribo esta crítica para comenzar a hacer una digestión catártica y continuar con los demás procesos que conlleva el alimentarse. En este caso me refiero al alimento mental y al espiritual.

A mi la película, como me ocurrió cuando comí por primera vez el maki sushi, empapado en su salsa de soja, con su wasabi y con su jengibre, me ha producido unas sensaciones extrañas, como nuevas, pero no por ello totalmente desconocidas en mi papilas existenciales de homo sapiens.

Compruebo que lo que le ha pasado a la mayoría de las críticas de los puntuantes que regalan un 1 ó un 2 es que o son muy jóvenes o no siéndolos, niegan el hecho de la vejez y su decrepitud, sus demoledoras consecuencias cuando la parca se presenta enseñando la patita por debajo de la puerta.

Aunque muchos cuenten que lo han vivido a través de sus padres o abuelos se nota la negación inconsciente del hecho en sí mismo: todos llegaremos a viejos y no necesariamente moriremos plácidamente en la cama de un día para otro sin pasar el mal trago de la enfermedad en nuestras propias carnes ni en las de los demás. Esa negación se transforma en miedo y ese miedo en violencia escrita contra Haneke. No es que yo vaya de defensor del austríaco, pero tampoco creo que sean de recibo esos ataques a su persona y a su cine. Haneke, como el maki sushi, no es para todos los públicos.

Oti y Boye como la cara y cruz del efecto "Amour" de Haneke, la valoran positivamete y creo que ambos desde la empatía del que vislumbra en otros lo que nos puede pasar a nosotros o a los que nos rodean, eso es también incosciente pero en lugar de negación es asunción y por ello sus críticas, por supuesto también presididas por el miedo, son más afables con el director.

Casi ninguna de las críticas que he leído van más allá del argumento, pocas menciones al trabajo del director con la puesta en escena, con los actores, el propio trabajo de éstos, al parecer todo muy correcto pero el guión....ay el guión... Miedo puro al trasunto de la película.

La mayoría de los mortales tenemos miedo a la muerte porque hemos vivido con miedo a la vida y la vida solo tiene sentido desde el amor. Haneke apela al inconsciente colectivo del homo sapiens y ahí es donde hay que saber leer entre líneas, más allá de la enfermedad, del compromiso, de la decrepitud, de la soledad, del sufrimiento y de la decandencia.... Si no has amado tu vida no tiene sentido y sí lo has hecho, como los protagonistas de la película, el final de la misma, por muy miserable que sea, se ha de acabar con dignidad.

Haneke, como reza el título de esta crítica, se ha humanizado.
Lois Karakul
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