Cuando todo parecía indicar que la serie que comenzó Tim Burton en 1989 estaba ya extinta gracias a la ambición y torpeza de Joel Schumacher, llega el director de Amnesia para darle un giro completamente nuevo y comenzar una franquicia indudablemente prometedora.

Y es que el excelente trabajo del guión de Batman Begins hace que te olvides por completo de las obras anteriores para tener que esperar la continuación de esta última. Christopher Nolan hace gala de su talento mostrándonos a un Bruce Wayne completamente atormentado de su vida y a una ciudad gótica más realista que las influencias expresionistas de los anteriores filmes.

Además, la cuarta película de Nolan tiene un reparto multiestelar con actuaciones secundarias de actores consagrados, donde sobresalen Liam Neeson y Cillian Murphy como los villanos de la historia. Christian Bale es un Batman mucho más efectivo que cualquier otro mostrado y nos deja adentrarnos a su entorno emocional lleno de miedos y angustias.

Batman Begins es una película sin desperdicio, en donde fotografía, actuación, dirección y guión se unen en uno solo para regalarnos la mejor película de comic jamás hecha hasta ahora. Perfecta.

He visto gran parte de la obra de Terry Gilliam y ninguna me ha sorprendido tanto como lo hizo esta película de culto filmada a mediados de los ochenta.

El director guía al espectador poco a poco hacia un imaginativo futuro desconcertante y siniestro a través de todo el filme. Jonathan Pryce hace mancuerna perfecta con los delirios fantásticos y visuales que la trama desarrolla.

La fotografía, (que nos hace recordar un poco al cine negro de los años cuarenta, pero en versión futurista), es excelente. Y por ultimo, cabe destacar la maravillosa música que acompaña a toda la película.

La nueva película de Scott Hicks es todo un manjar de emociones, pues entrega una de las mejores comedias románticas (con todos los clichés existentes incluidos) que he visto en los últimos años. Y es que es muy interesante encontrarse en escena a actores con una química inmejorable, como Breslin (la adorable niña de Pequeña Miss Sunshine), Eckhart y una muy talentosa Zeta-Jones.

Al final de la cinta, no se pueden ignorar las comparaciones con muchísimas de las comedias románticas que hayamos visto, sin embargo, “No Reservations” destaca entre un gran numero de ellas por su fina cinematografía y una excelente partitura musical, a cargo de Philip Glass.

Estarán despreocupados un par de horas, se las recomiendo.

Hace tiempo leí en una revista de cine que el director Tim Burton tenia otras cosas que mostrarle al mundo en vez de hacer películas de encargo sobre Batman. Ese artículo se quedó muy grabado en mí, puesto que lo leí un mes antes del estreno de Batman Begins. Y es muy cierto; después de las dos entregas de Batman, Burton nos entregó joyitas como Ed Wood o Mars Attacks!, dejándole la batuta al torpe de Schumacher, que luego la echaría a perder con sus innecesarios juegos pirotécnicos. Hasta que llego Nolan y salvó la franquicia.

Batman Begins le dio un giro completamente nuevo a la historia y al aspecto visual de la misma, que además contaba con un guión redondo y actuaciones impecables de actores (tanto secundarios como principales) artísticamente reconocidos. Pero mi crítica a Batman Begins ya la otorgue a esta página hace tiempo. Mi espacio aquí es para The Dark Knight.

Y es que esta secuela no es una película de comic, es una épica muy refinada y entretenida sobre el crímen organizado y del miedo provocado por este en la sociedad, que de paso, tiene un superhéroe en el relato. Batman pasa a segundo plano y deja que la historia sea completamente del bando enemigo.

Christopher Nolan, en colaboración con su hermano Jonathan, crean una adaptación insuperable sobre el enmascarado y su entorno problemático y desesperante, lleno de angustiosos giros de tuerca y un final desesperanzador, que garantíza una tercera parte llena de grandes sorpresas.

Que decir del score, que es excelente; de la cinematografía, que es igual de grandiosa que la primera parte, otorgándole prioridad a los claroscuros de Ciudad Gótica. Las actuaciones secundarias son perfectas, ver de nuevo en escena a Freeman, Caine, Oldman y toparse con la sorpresa de Aaron Eckhart es todo un placer. Y bueno, sobra decír que la bien lograda interpretación que ledger hizo del Joker se roba cada una de las escenas, convirtiéndolo en uno de los villanos cinematográficos mas temibles de lo que va del nuevo siglo, muy cerca de Anton Chigurh (No country for old men). Pocas son las secuelas que superan la primera parte. Esperemos la tercera.