Al principio parece como prometedora pero termina siendo predecible, lenta y a veces como rellenada en algunos episodios. Los primeros cuatros episodios, salvan una nota regular pero los últimos capítulos el promedio baja en caída libre. Por momentos pareciera que Guillermo Del Toro tiene una tensión con la necrofília.
La fotografía es buena pero los guiones adaptados a los cuentos no logran atrapar.

El ritmo, la dinámica del guión, la historia y la escasa descripción de cada personaje no podían evitar la sensación de que el inicio y el desarrollo del film se sienta lento. La expectativa de lo que en un imaginario podría ser una guerra interna en el país más armado del planeta, es muy alta. Por ende, con el correr de los minutos la exigencia y el peligro de dejar de esperar esa acción que la audiencia espera, era latente. Las facciones podrían haber sido más diferenciadas para que se note la gravedad de la división nacional en escenas o simbolismos que parece fueron cuidadosamente realizadas o simplemente poco visualizadas. Los personajes principales no logran llegar a conectar con la audiencia, solo parecían por momentos ser extras y la atención solo estaba en las armas y en las muertes. La película en el último tramo cuando se acerca el final, recupera un poco la expectativa que corre riesgo en todo el desarrollo y que se iba perdiendo con diálogos y escenas que solo comían minutos. Por ello, aprueba gracias a su vertiginoso desenlace y salva todo el film en la recta final.

Este film es un híbrido, tiene muchas connotaciones, significantes, sutilezas, fotografía que te invita a indagar el por qué, escenas que parecieran no mostrar nada pero si uno analizara el por qué está representada de tal forma cada rincón, palabra, vestuario, etcétera se daría cuenta que es un combo de significados, simbolismos, mensajes subliminales, autocrítica de la sociedad, reflexión, comprensión de la dinámica vincular y social, entre otras cosas.
Es un film de cine arte en su máxima expresión.
No es recomendable para espectadores que buscan sólo mirar y nada de pensar.
Es muy recomendable para los espectadores que les gusta comprender y descifrar los mensajes que el guión quiere compartir de manera artística y evitando lo aburrido de una película básica.

Un combo de Percepción de "Taquisensia"; un sentir que nos está pasando a muchos sin darnos cuenta. Así como también calificó el psicoanalista Jaques: "Crisis de la mediana edad", Complejidad en la relación y el Síndrome de Burnout en un género de comedia italiana con un objetivo logrado de dejar un mensaje a los que están viviendo corriendo detrás de la zanahoria, mientras todo pasa.
Dentro de su género comedia, es Recomendable y gusta.

La serie tiene buenos momentos, el vestuario y la fotografía aprueban. Aún así, noté en actores que han sido muy buenos en otras películas y serie, que han mostrado una especie de limitación o exageración en los personajes. El reparto no fue de lo mejor aún con algunos buenos actores.
Creo que se mantuvo entretenida gracias al mejor actor y su interpretación de Carlos Bilardo (Marcelo Mazzarello), luego le siguen Julieta Cardinale como Claudia la esposa de Maradona, Leonardo Sbaraglia, Juan Romero y Nazareno Casero.