El accidente de avión es de los más realista, espeluznante, estremecedor y horrible que he visto en el cine. Los tobillos torciéndose, las caras desencajadas...No tengo palabras. Me cuesta entender que se pueda plasmar algo así de una forma tan realista así que felicito enormemente, no solo al director, sino a todo el equipo, efectos especiales, maquillaje, etc, etc... el frío me calaba los huesos. Espectacular.

La palabra "bitch" suena tantas veces que me horroriza. Hay violencia, hombres indeseables, mujeres sufridoras. Pues mira, en la vida real las personas también somos (tanto hombres como mujeres) optimistas, nos reímos, somos educadas, nos divertimos y no llevamos a cuestas tantos traumas, como le pasa a la protagonista principal, que parece que le han ocurrido todos los males existentes, no le falta de nada a la pobre. Ni en nuestras vidas hay tantas conversaciones serias como en la serie, silencios, enfados, ausencias, despecho, persecuciones, tiros, golpes...También amamos, charlamos, soñamos, bailamos. Hay color en la vida, hay luz también. En Juego de Tronos tolero mucha violencia y maldad porque es un contexto de fantasía, un mundo imaginario con siete reinos, dragones y salvajes, pero, en el caso de esta serie, que se supone refleja el aspecto sombrío del ser humano con sus "clásicos": abusos sexuales, abusos de otro tipo, pederastia, enfermedades terminales, violencia, inseguridades, mentiras, etc., me falta la otra parte que sí le daría un equilibro y realismo: la parte positiva de la vida.

Nada más comenzar la serie, (cuando se presenta a una de las protagonistas, concretamente a la líder espiritual de la comuna de mujeres en la playa), se la define como una iluminada. Ahí, en ese momento, me siento entusiasmada, tengo la esperanza de que esa mujer de cabello largo y blanco sea alguien que aporte algo bueno dentro de la decrepitud de la trama, espero que ella tenga un mensaje positivo o que, al menos, calle y sepa sostener el dolor y las heridas de las demás con un silencio que lo diga todo. Sin embargo, cual es mi ingrata sorpresa, al ver que nada más comenzar a hablar, una de las primeras palabras que espeta refiriéndose a sus compañeras es "zorras" (palabra que repite posteriormente) y, para colmo, se enfada constantemente cuando alguien le pregunta algo. Menuda líder espiritual. Me parece muy bien que cada vez se vayan introduciendo más elementos de la New Age en las series y películas pero que dejen de retratar a estas personas como unas "taradas".

Y luego está el tema de cómo se describe a los hombres de la historia. En este pueblo de Nueva Zelanda parece que todos los hombres (unos por unos motivos y otros por otros) son muy malos. Y el que no es malo, como el novio de la prota, es un insulso, con cara de insulso, que a veces se enfada y se va, luego vuelve, luego se vuelve a enfadar y se vuelve a ir...y así.

En fin, que la primera temporada de esta serie no me ha gustado.

Gracias por leerme.