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España España · Murcia
Críticas de cornelio
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Críticas 20
Críticas ordenadas por utilidad
3
24 de octubre de 2013
49 de 96 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mi nota es de 3/10, os sorprenderéis pero me parece una pésima película que me estuvo dos horas en el sillón del cine y lo único que saque en claro fue:

- Que malos son los piratas-pescadores somalíes que solo buscan el dinero y atacan un barco norteamericano que va a llevar comida y agua a la gente necesitada.

- Que buenos son los yankees enviando ayuda humanitaria (y poniéndose en riesgo navegando por aguas de demonizados piratas) .

- Que heroico es el ejército estadounidense (lo ponen como un baluarte de la cultura y la democracia).

Además de ser un panfleto propagandístico, el ritmo es lento, cansino y el guión es plano.

De lo poco positivo, por intentar sacar algo, es la fotografía y los planos, es decir, desde el punto de vista visual si es una película bien hecha, pero el cine es algo más pues si el recipiente no tiene contenido, de poco me vale lo bonito que sea.

Gracias y espero no escandalizar a alguien...

PD: alguien podría ponerle las pilas a Tom Hanks que lleva unas últimas actuaciones muy flojas con lo buen actor que es.
cornelio
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9
20 de mayo de 2020
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Actualmente vivimos en una sociedad cada vez más sensibilizada y concienciada con el grave crimen y drama de la pedofilia, pero a su vez, tan predispuesta al prejuicio, al escarnio, a la estigmatización social y al linchamiento público movido por la presión de las masas. En estas latitudes nos encontramos ante la historia de Lucas (titánica la interpretación de Mads Mikkelsen), un profesor de guardería divorciado que intenta rehacer su vida con una nueva pareja y su hijo habido de su fallido enlace anterior. De una reputación intachable, Lucas era querido por la gente que habitaba el pueblo donde vivía y donde estaban todas sus amistades. Sin embargo, la infantil acusación de una de las niñas a las que cuida en la guardería, y a su vez, hija de su mejor amigo, precipita todos los trágicos acontecimientos.
De este modo, Thomas Vinterberg, cofundador del movimiento Dogma 95 junto con Lars Von Trier, nos vuelve a conmover, indagar e impactar con una historia aparentemente sencilla y muy realista, pero de fondo terriblemente complejo, frío, desgarrador, polémico y de una enorme carga social. Fiel heredero del gran cine danés, se me viene a la mente Bergman y Dreyer, y de la película The Children`s Hour (W. Wyler, 1961), este director nos presenta como un suceso cotidiano puede tornar en auténtica catábasis. De este modo, Lucas, es acusado injustamente de cometer abusos contra menores. El rumor corre como la pólvora, y pronto, sin que medie la una institución de por medio, los habitantes del pueblo hacen suya la ley como si de un derecho natural se tratase, y empiezan a señalar, marginar y perseguir (el título de la película no está escogido al azar) al pobre Lucas sin que este sepa muy bien cómo protegerse. A él, y a sus seres queridos, como si el estigma de su pecado fuese extensible a aquellos que le rodeaban, incluyendo a Fanny, su fiel e inseparable perra.
Así, la vida de una persona puede cambiar de la noche a la mañana por una falsa acusación y por la presión de la masa que únicamente apunta con su dedo inquisidor a Lucas. En la película no aparecen juicios, ni abogados (más allá de alguna mención esporádica), ni investigaciones policiales, ni nada de esto, no interesa puesto que lo que verdaderamente prima en la producción es filmar el comportamiento humano. Por dicho motivo, la obra de Vinterberg analiza con sumo detalle y cuidado el modo en que se expande el tumor dentro de una pequeña población y cómo se empieza a castigar a Lucas en base a un delito que jamás ha cometido. Su inocencia queda pisoteada y rota en mil pedazos fruto de un bulo y una calumnia. En consecuencia, será apartado, perseguido, golpeado y, sobre todo, herido en su alma. Una auténtica oda al cine son esas escenas cotidianas, en apariencia, como ir a un supermercado o a la iglesia, que se convierten en tortura, indignación y suma melancolía en Lucas y en los espectadores. Todo con un tono sencillo, filmado de una manera sobria y templada, que nos hace introducirnos en la piel del personaje que encarna Mads Mikelssen, para sufrir, llorar, destrozarnos y maldecir la paranoia y lo manipulable que es la sociedad en determinados momentos.
Por ello, nos encontramos ante una historia de psicosis, impotencia, difamación y calumnia ante un hombre amable y cariñoso que cae en desgracia por un desafortunado rumor fruto de una niñería. Al final todo se reduce a qué es mentira y qué es verdad. Todo, en resumidas cuentas, no es más que un ejército de metáforas y, en este mundo, nunca se soluciona nada. El tiempo nunca termina, es plano, y todo se repite una y otra vez. Por ello, cuando creemos que nuestro protagonista recupera su cordura, realmente, no lo hace. Siempre estará estigmatizado. Nunca nadie olvidará ese rumor. Siempre estará en el punto de mira de un rifle para cazar.

https://zozocracia.blogspot.com/2020/05/una-historia-de-difamacion-y-calumnia.html
cornelio
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Celles et Ceux des Cimes et Cieux (C)
CortometrajeAnimación
Francia2015
6,0
203
Animación
6
30 de junio de 2015
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
LA técnica de este corto es muy cuidada y parece que explora los grandes temas/inquietudes que se presentan en el cine de Miyazaki. Me gusta esa caída y muerte simbólica del personaje. Para ser un corto de 6 minutos nada más, sabe crear una bella atmósfera aunque ciertos elementos quedan un poco cojos, de ahí mi nota. Espero ver más cosas de este director.
cornelio
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La tumba de las luciérnagas
Japón1988
8,0
41.467
Animación
10
21 de marzo de 2015
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dicha producción cinematográfica fue primera la película dirigida por Takahata con el Studio Ghibli y el tercer largometraje del estudio. Considerada junto a La lista de Schindler (S. Spielberg, 1993) y El pianista (R. Polanski, 2002) como una de las mejores películas antibelicistas de todos los tiempos, y una obra maestra del cine de animación que por desgracia no tiene el pedigrí de las dos anteriores.
La película comienza con una escena del todo lapidante ya que nos narra como muere un niño en una estación de trenes por inanición. A pesar de lo cruel del suceso, la gente lo ve y no se inmuta ya que por desgracia esto no era un fenómeno aislado ya que muchos “niños de la guerra” habían quedado huérfanos y “caían como moscas” como se dice en la propia película. Este punto de inicio marca toda la historia ya que el narrador de ella será este mismo niño que nos relatará los últimos sucesos de su vida que le han llevado a este trágico final.
La tumba de las luciérnagas está basada en una novela de Akiyuki Nosaka. En cierta medida, la novela es casi autobiográfica ya que el autor tuvo vivencias similares durante la guerra viviendo con su hermana. Sin embargo, la novela no tiene la fuerza y el espíritu con la que se dota su adaptación cinematográfica.
Para ver esta película, hay que olvidarse de esos motivos que se encuentran en el cine del Studio Ghibli y en el de su máximo exponente: Hayao Miyazaki. Aquí no encontraremos simpáticos espíritus del bosque como Totoro, no encontraremos valientes heroínas que luchan satisfactoriamente para salvar su bosque, ni historias de amor, ni maquinas voladoras asombrosas. No. En esta cinta encontraremos un reflejo duro y realista de la guerra, de las penurias que provoca, de armas como los bombarderos que provocan innumerables destrozos, de los instintos más bajo que se despiertan en el ser humano para sobrevivir, etc. Por añadidura veremos todo esto narrado desde la óptica de la capa más inocente de la sociedad: dos niños que intentarán adaptarse a un mundo devorador que no ha sido hecho para ellos. Aquí radica la grandeza de esta película no apta para todos los públicos debido a que veremos la aventura de dos jóvenes criaturas que nunca perderán la esperanza ni su inocencia a pesar de que el espectador vea desde un principio que esta bella historia no va a tener un buen final.
Por estos motivos, nos encontramos ante una película amarga, brutal y desesperanzadora a la par que realista y es que se trata de una historia que perfectamente podría haber pasado en la realidad lo que nos lleva a plantearnos cuantos “Seitas y Setsukos” (los protagonistas del film) tuvieron que haber durante el transcurso de la 2º Guerra Mundial o de las guerras más recientes. A pesar de esto, Takahata también sabe dotar esta desoladora historia de cierto encanto y ternura al desarrollar el vínculo entre estos dos hermanos huérfanos de padre y madre a pesar del contaminante entorno. De hecho, incluso cuando están muriendo de hambre, enfermedades e infecciones, el director sabe introducirnos momentos mágicos como la caja de caramelos o del jugueteo en el columpio.
En definitiva, gracias al cuidado de Takahata en el dibujo y en el desarrollo de la película, tenemos una de las narraciones más bellas que ha dado la ya dilatada historia del cine y que nos narra los sufrimientos de la guerra de una forma sutil (de hecho no aparece ni una sola escena bélica en toda la película) utilizando el recurso de contar la historia bajo el prisma de dos niños abandonados y solos en este vasto universo y es que, por desgracia, en este mundo, lo primero que muere es aquello más insignificante aunque sea lo que más brille, lo que más luz proporcione. Es una lástima, pero lo primero que muere son las luciérnagas.

Para ver más, consultar mi blog: http://zozocracia.blogspot.com.es/2015/03/hotaru-no-haka-grave-of-fireflies-la.html
cornelio
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9
14 de agosto de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aquí os dejo mi humilde crítica y mi blog personal donde he reseñado este film: http://zozocracia.blogspot.com.es/2014/08/redencion-tyrannosaur-o-de-como-la.html

Redención (Tyrannosaur) es una película que dirige Paddy Considine (2013) que nos lleva a explorar de una forma trágica los rincones más profundos del ser humano, esos que hacen que muchas veces el apelativo humano carezca de sentido pues nos convierte en seres ávidos de violencia y cargados de ira.

La opera prima de este director empieza de una forma del todo descarnada que nos muestra la tesis de la película. Un hombre de nombre Joseph se deja apoderar por su ira y, tras una discusión en un bar, mata a su perro a patadas (escena que no se muestra en pantalla pero que solo la idea de esto hace conmover hasta el último pedazo de tu alma) no siendo esta la ultima vez que nuestro protagonista se deja dominar por sus más bajos instintos y es que el recurso del perro es muy ilustrativo para rasgar en la personalidad del personaje ya que en ciertos momentos de la película se ve reflejados en los perros. De esta forma, durante la película llegará a exclamar “tú no tienes la culpa amigo” a otro perro que poco después matará pues el animal ha absorbido la violencia de su amo y ha atacado a un niño, un alma pura que ni siquiera puede escapar de la violencia que le rodea y que tarde o temprano terminará abrazando. Por ende, los perros, al igual que los niños, se nos muestran como elementos inocentes que pierden esa inocencia al verse empapados de la violencia en la que viven.

De esto se trata el film, de la violencia que subyace en el propio ser humano y es que en Redención (Tyrannousar) todo se ve influido por la destrucción entre personajes y en los mismos personajes en una cinta donde parece que lo sucio empozoña hasta el último halo de esperanza del espectador y mitiga la propia alma humana ya que P. Considine se alza como un director de cine capaz de sobrecoger al espectador desde una técnica narrativa simple en esencia pero profundamente desgarradora donde nos presenta (en este film) a dos almas perdidas que intentan redimirse continuamente pero que el hábitat donde se encuentran se lo impide pues se hallan en un entorno de máxima violencia física y emocional para ambas donde la maldad, la humillación y la difícil redención de estos personajes vuela sobre el espectador junto a sentimientos de dolor, venganza y amor.


El film, en consecuencia, dibuja a unos personajes enajenados y derrotistas que se dejan llevar por este mar de lágrimas que es el mundo pero a medida que van pasando los minutos del largometraje vamos observando un cambio, una catársis en el protagonista Joseph. Una catársis que viene de otra alma errante encarnada en una modesta dependiente que se refugia en la religión para escapar de su día a día (aunque esto no le sirva como en la escena donde Hannah, tras recibir amenazas de una futura paliza, lanza un objeto hacia una imagen de Cristo espetándole que no la protege “¿y tú qué miras?”). Dicha mujer es ultrajada, violada y ninguneada por un marido que de puertas hacia fuera se muestra como el hombre perfecto. Es en esencia una figura que no deja salir su rabia, guardándosela, acumulándola, por el miedo que siente hacia su marido y, que finalmente, estallará sin control alguno dejándose dominar por sus diablos internos que proyectará a esa persona que tanto la maltrataba.

Ante esta situación, Joseph y Hannah se encuentran. Son dos almas solitarias que parecen que encajan desde un principio a pesar de sus profundas diferencias y gracias al amor/amistad (un recurso literario universal, el amor como elemento civilizador) que empieza a nacer entre ellos. Parece que ambos personajes consiguen escapar de sus sombras para ir retornando a ese camino que se nos ha dado la oportunidad de hacer porque, aunque no lo parezca, esta producción cinematográfica lanza un alegato último a la esperanza, una esperanza que puede llegar incluso hasta el noveno círculo del infierno que diría Virgilio ayudando a Dante. Un halo de luz que llega a estas dos personas descarriadas (por distintos motivos) gracias al cariño, la ternura y el amor que nace entre ellas como prueban la escenas finales donde Joseph al fin sale de la cárcel (lo que parece ser una muerte simbólica que da fruto a una nueva vida equidistante a la anterior que había vivido) y se encuentra con su ángel de la guarda, Hannah, en una escena donde la cámara va girando alrededor de Joseph y Hannah que, sin hablar, nos transmiten la ternura y cariño que sienten el uno por el otro. La película termina, finalmente, con Joseph, trajeado como si de una nueva persona se tratara (baste destacar que al principio de la película se nos muestra desaliñado en contraposición a esta escena final), alejándose por una carretera recta, rodeada de verde que parece que lo lleva al Paraíso. Al fin ha encontrado su camino, gracias a Hannah, y ya no saldrá de él gracias a ese pequeño don que no consiguió salir de la caja de Pandora y que siempre debemos saber valorar hasta en nuestros más oscuros momentos, la esperanza.
cornelio
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