Maravillosa adaptación de la novela del mismo nombre de Umberto Eco por parte de Annaud, un director especiamente sensible con los pequeños detalles, esos que hace que una película adquiera pronto en el espectador esa ansiada expectación y ansiedad por ver el transcurrir de los minutos de la cinta. Todos los actores están muy bien, parecen nacidos para ese papel, en especial Sean Connery, el abad, el venerable jorge, el bibliotecario, su ayudante, un poco excesivo pero bien el inquisidor, fieles reflejos los delegados del papa con esas barrigas y sus comodidades y las penurias de los habitantes de la zona, el guión que va ganando cada vez más y la excelente fotografía y la tensa línea musical. Una película diferente.

Para mi lo más genial del esta película está en que su director supo trasladar en imágenes ese entorno en transformación acelerada que sufren casi todos sus personajes. En ese mundo ya no tienen cabida los personajes que sólo quieren vivir haciendo lo que más les gusta, la sociedad progresa por encima de todo y de todos y quien quiera vivir y progresar deberá acatar las normas. Todos deseamos volver a ser niños, hasta los peores de nosotros, esta frase que dejó caer en Grupo Salvaje, explica en sí todo el metraje de esta cinta, dónde Kristofferson está realmente bien, Coburn en su mejor papel y todo ese elenco de secundarios muy brillantes, la banda sonora genial y el montaje algo desabrido dónde parece que faltan cosas. En muchos planos de exteriores ni siquiera hay verde sobre la tierra, todo es polvo y piedras o rocas, la tierra descarnada, la obsesión por un mundo que cambia muy deprisa y que no podemos controlar. Magnífica, diferente y poética.

Película seria, bien trabajada, con un guión modélico y buenas interpretaciones por parte de Antonio Valero y Ana Duato, considero un poco la continuación de pareja vivida en El color de las nubes por los mismos protagonistas, quizá me equivoque, seguramente. A pesar del productor creo que el resultado es más que interesante y es de destacar la sobriedad con la que el director aborda un tema cotidiano que afecta a la mayoria de los matrimonios y parejas de esta sociedad y el ritmo pausado con el que trata de transmitirnos una forma de vivir, de pensar y de actuar. Notable.

Película de acción preparada, estudiada y diseñada por Sam Peckinpah y que devolviendo la moneda a Lee Marvin cuando éste le dejó tirado en Grupo Salvaje, se bajó en la primera estación. No es lo mismo una película de Aldrich que una de Sam Peckinpah, pero vislumbro que las escenas de las cadenas fueron pensadas por el segundo. Me parece una película con grandes momentos, algo pesada en muchas fases, algo lenta en muchas otras y con un ritmo plano, y aún así la sigo recordando con ilusión, pues ese enfrentamiento entre Borgnine y Marvin ha sobrepasado la gruesa línea de la mezquindad y/o mediocridad en buena parte del cine de los años 70

El gran Sam Peckinpah tiene un gran don, dirige sus películas haciendo que el espectador sienta afinidad total por el personaje central, en este caso no sólo McQueen, también su padre, un Robert Preston magnífico, les retrata algo así como debieron ser sus propios familiares y en el mismo sitio, un lugar que él conoce perfectamente. El mérito de esta película para mi es que el director consigue crear una atmósfera familiar que pende de un hilo y al mismo tiempo logra mostrarnos un entorno muy bello con gran triunfalismo. Monte Hellman abandonó este proyecto que recogió Sam tras rodar en Europa Straw Dogs ( Perros de Paja) y la rodó en menos de tres semanas, tampoco tuvo mucho tiempo para retocar el guión, pero consiguió una película imprescindible. A destacar la hermosa fotografía del maestro Lucien Ballard y también la música elegida con gran conocimiento. Ida Lupino excelente, Joe Don Baker cumple y aparece Dub Taylor como en muchas de las películas de Sam. Junnior sigue teniendo muchas cosas de Pike y también las tendrá Benny y también Billy. El sello de Sam Peckinpah.